Con la llegada del frío a nuestra región suelen volver los accidentes producidos por un mal uso de artefactos de calefacción. Aunque las recomendaciones de prevención se difunden año tras año, lamentablemente estas desgracias evitables continúan sucediendo.
El jefe de la Agrupación Bomberos Zapadores de Rafaela, Esteban Santa Cruz, recibió a Diario CASTELLANOS para repasar los principales riesgos de esta época y brindar advertencias para no correr peligro en los hogares.
Fuego
"En forma de estadística, la mayor cantidad de accidentes cuando baja la temperatura son los que se dan por proximidad de los artefactos de calefacción con elementos combustibles. Mayormente vestimenta, ropa de cama, cortinas y colchones. Es decir todo lo que esté próximo a un elemento que tiene temperatura, ya sea eléctrico, a gas o a leña", dijo Santa Cruz, y reiteró que aunque sea tentador acercar la fuente de calor a la cama, esto es algo absolutamente peligroso.
Esta situación no sólo se puede dar en las habitaciones, sino que puede ocurrir en cualquier parte de la casa. Con el recuerdo de un hecho real explicó lo fácil que se puede llegar a una fatalidad: "En Santa Fe murió una familia entera por poner a secar la ropa en un ténder arriba de un calefactor que estaba en la puerta de salida. Pasó el tiempo, la ropa se secó, se incendió y entre el monóxido de carbono que los tenía algo adormecidos y la imposibilidad de pasar por la puerta por el fuego, lamentablemente fallecieron".
Monóxido de carbono
Otro peligro se da por la concentración de un gas que puede ser tóxico: el monóxido de carbono. Por algo se lo conoce como "el asesino silencioso". No tiene color, no tiene olor y tampoco se ve como si fuera humo. El mismo se acumula producto de la combustión de braseros o salamandras, pero también puede generarse por un calefón que esté funcionando mal.
"El monóxido afecta directamente a la persona a medida que va desplazando al oxígeno que hay en el aire. También cuando ingresa al cuerpo por las vías respiratorias ocupa el lugar del oxígeno en la sangre. Entonces, a medida que el cuerpo se va quedando sin oxígeno, van apareciendo los síntomas que pueden ser mareos, dolores de cabeza o náuseas. A partir de ese momento la persona va perdiendo sus funciones motoras, y si está durmiendo es peor porque va a seguir durmiendo. Ahí es donde se dan estos desenlaces fatales porque la gente no se da cuenta, ya que a esa altura absorbió tanto monóxido de carbono que el cuerpo no reacciona", detalló Santa Cruz.
Controles necesarios
Si hay aparatos que producen monóxido en grandes cantidades es porque están funcionando mal. La indicación principal que dan desde Bomberos Zapadores es observar las llamas. Por ejemplo, la llama del calefón que debería ser siempre azul. Cuando se empieza a notar naranja o amarillenta debemos tener cuidado, porque está funcionando incorrectamente. Otra indicación importante es el ennegrecimiento que se produce en las paredes o en los techos. Es ese tinte negro de combustión que queda en el ambiente. En ese caso hay que llamar a un gasista matriculado para que controle los aparatos, los limpie y los deje funcionando bien para tener garantía de que todo está en condiciones.
"Rescatemos lo que aprendimos del Covid, que es dejar la apertura de uno o dos dedos de las ventanas para que circule el aire. Eso no va a hacer que entre todo el frío y va a permitir que existan las corrientes de aire necesarias".
Una especial atención hay que prestarles a los aparatos que tienen salida al exterior, como los tiros balanceados. Es necesario chequear que esa salida no esté obstruida ni sucia. El peligro de esa suciedad es que puede levantar temperatura y transferirse a otro lugar del ambiente donde se podría generar un incendio. Todo tiene que estar limpio para la llegada del invierno.
Respetar la normativa
Santa Cruz también pidió que la gente cumpla con los requisitos de las empresas de gas, ya que están pensados para brindarle seguridad a las personas: "Por ejemplo, no te van a permitir de Litoral Gas que pongas un calefactor debajo de una ventana. Eso es porque está cerca de la cortina y además es sumamente ineficiente en ese lugar. Los calefactores tienen que estar colocados estratégicamente por un gasista que esté capacitado para eso".
Cuando se hacen las instalaciones de gas en las casas, las empresas controlan que los elementos estén correctamente colocados y que existan las salidas al exterior reglamentarias. Si uno no tiene eso, entonces no se habilita la instalación.
La electricidad
Por último, el entrevistado habló acerca de los accidentes que se dan con origen en cuestiones eléctricas: "El problema suele venir por el sobreconsumo. En invierno una estufa a cuarzo consume un montón de energía y los cables de la casa, los interruptores y los tomacorrientes tienen que estar preparados para aguantar esa temperatura".
Asimismo contó que hay gente que en una zapatilla enchufa el calefactor, la plancha y el televisor, y hay que saber que muchas veces esos conectores múltiples no están preparados para soportar el consumo de todo lo que se está utilizando. Dijo que las zapatillas son útiles, pero siempre hay que usarlas con la precaución de que no esté funcionando todo junto.
En resumen
Le proponemos que recorte este párrafo con las siguientes recomendaciones y lo deje siempre a la vista durante este invierno.
1. Alejar los calefactores de las sábanas, colchones y cortinas.
2. No secar la ropa con la estufa.
3. Mantener siempre las ventanas un poco abiertas.
4. Invertir cuanto antes en un control con un gasista matriculado.
5. No sobrecargar las zapatillas eléctricas.