El Día de San Valentín es una festividad de origen cristiana que se celebra cada 14 de febrero como conmemoración a las buenas obras realizada por el sacerdote San Valentín de Roma.
También conocido como "Día de los Enamorados", se originó como contrapeso de las festividades paganas que se realizaban en el Imperio romano, también es una de las primeras fiestas que significaron la expansión del cristianismo en toda la Eurafrasia romana. La fiesta en sí era conocida como un evento cultural significativo desde lo religioso por la gracia a Valentín y desde lo laico por relacionarse con los sentimientos del amor y la amistad.
¿Quién fue San Valentín?
Valentín fue un médico romano que se convirtió en sacerdote y llegó a ser muy popular en la época de Claudio II. Este emperador decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes, ya que consideraba que los hombres que no tenían familia eran mejores soldados al no tener tantas ataduras.
Pero Valentín veía que este decreto era injusto y desafió al emperador celebrando en secreto matrimonios para parejas que estaban enamoradas.
Al enterarse, Claudio II sentenció a muerte a San Valentín, el 14 de febrero del año 270, alegando desobediencia y rebeldía. Por este motivo, se conmemora todos los años el Día de San Valentín.
Los países donde se celebra
Este 14 de febrero se celebra en muchos países europeos (España, ustria, Bélgica o Francia, entre otros) como el Día Internacional de los Enamorados, sin embargo, no todo el mundo celebra San Valentín el mismo día. Incluso en algunos lugares cambia el significado.
Por ejemplo, en Finlandia y Estonia el Día de San Valentín es todo un homenaje a la amistad y recibe el nombre de "Sobrapäev" y "Ystävän Paiva", respectivamente. Incluso suele ser una fecha preferida para pedir matrimonio y casarse.
Otro caso curioso es el de Dinamarca y Noruega. Allí se mantiene una tradición que es regalar "Gaekkebrev": pequeños poemas con rimas divertidas que los hombres envían a las mujeres de forma anónima. De hecho, el remitente se pone con tantos puntos como letras tenga el nombre del enamorado. Un juego en el que si la mujer acierta quién le envía el poema, consigue un huevo de Pascua, y si pierde, ella debe dárselo a él.