“Poder Invisible” aspira humildemente a convertirse en un puente, una suerte de conexión entre el mundo espiritual y el mundo material. Pretende unir el arriba con el abajo, el cielo con la tierra, lo exterior con lo interior, y así poder vigorizar la estrella divina que todos llevamos dentro.
La novela de Adrián Chingolani, “Poder Invisible” se puede conseguirse en librería “El Saber” ubicada en calle Sarmiento 144 o también comunicándose al teléfono 03492-501550.
“Jerusalén, año 18 del reinado del emperador romano Tiberio. Cerca de la medianoche. En una modesta casa ubicada en la ciudad baja, un ángel guardián de nombre Eyael se prepara para iniciar su oración nocturna, mientras Jeremías, su custodiado, duerme tendido en el suelo.
El ángel esboza una dulce sonrisa. Supone que le aguarda una noche tranquila y relajada, idéntica a las tantas que ya ha vivido a lo largo de los dieciséis años que lleva en la Tierra.
Pero el guardián está totalmente equivocado, porque justo a la medianoche sucederá algo inesperado, algo que hará que la custodia cambie para siempre”.
Como bien nos cuenta la descripción del libro, los hechos se desarrollan en el mundo espiritual, un mundo al que los místicos de todos los tiempos han considerado como el mundo Real, el Verdadero, ese que el tiempo no puede devastar.
¿Y qué nos puede ofrecer este mundo vedado a los ojos del cuerpo para que valga la pena escribir sobre él?
¡Todo! ¡Absolutamente todo! Porque de él provenimos y hacia él vamos. Porque en él habitan “Seres de Luz” que, con empeño y amor, se dedican a sanar nuestras almas, a volverlas más livianas, más luminosas, enseñándonos a soltar pesadas cargas que no nos permiten evolucionar. Porque en este mundo se encuentra el Gran Amor, el que pone a arder los corazones en una crecida llamarada que calienta pero no quema, el que abraza sin aprisionar, el que sabe que dar es lo mismo que recibir.