Le faltó poco tiempo para inaugurar la obra del Hospital Nodal de Rafaela; se trabaja en la Autopista de la Ruta 34 y existen otras abiertas. Pero su lema "Paz y Orden" lejos estuvo de hacerse realidad. Cambió jefes de policía en la provincia y en Rafaela; tuvo varios ministros de seguridad y se lleva el récord de homicidios en la ciudad de Rosario. En las primeras épocas él y sus funcionarios le echaban la culpa a la gestión anterior pero antes de retirarse el embate fue contra el gobierno nacional por no haberse ocupado de la ciudad del sur.
En el inicio de su campaña para ocupar el sillón del Brigadier López su slogan de campaña muy recordado fue: "Paz y Orden". Y otra de las cosas que mencionó en uno de sus videos es que estaba seguro que ni los delincuentes ni los narcotraficantes lo iban a votar.
Luego, con el correr de los meses y los años quedó absolutamente claro que uno de los puntos más flacos -sino el más- fue la seguridad. Tal es así que, según las estadísticas, los homicidios se incrementaron desde 2019 marcando un récord en 2022 con 288 asesinatos.
Perotti arrancó en 2019 designando a Marcelo Sain como ministro de Seguridad, aunque después se vio que la decisión no había sido acertada, aunque el hecho en un principio, había generado expectativas por la experiencia del bonaerense en el ámbito académico y en su paso por la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
Lo de Sain fue un "fiasco" y lejos de mejorar en cuanto a sus decisiones, Perotti designó en su reemplazo a Jorge Lagna, un abogado con "escaso" currículum para llevar adelante un ministerio tan caliente como el de Seguridad. Lagna no duró mucho y su reemplazante, mucho menos. Por primera vez en la historia del Gobierno de la provincia de Santa Fe, un expolicía se haría cargo de la Seguridad: Rubén Rimoldi que con el correr de los días y de los meses se volvió a convertir en otro de los fracasos del rafaelino quien, ya en el final de su mandato y con un ítem tan importante incumplido, terminó designando a un exgendarme, Claudio Brilloni que tampoco aportó demasiado para mejorar la imagen del Gobernador.
Pero Perotti también fracasó rotundamente con la designación de los jefes policiales de la fuerza. Primero lo fue a buscar a Víctor Sarnaglia, un efectivo que hacía más de diez años que se había acogido a los beneficios de la jubilación y al que el cargo le quedó demasiado grande.
Su lugar fue ocupado por quien en ese momento era la subjefa de la Policía Provincial: Emilce Chimenti quien había llegado a ese cargo tras ocupar el lugar de Martín Musuruana que en su momento fue el segundo de Víctor Sarnaglia.
Pero otra cuestión para no pasar por alto en la pobre gestión de Perotti en materia de seguridad fue el hecho de que en tres años y medio de gestión cambió once jefes en la Unidad Regional II del departamento Rosario, un territorio "gobernado" por narcos, sicarios y policías corruptos que supieron aprovechar al máximo las debilidades de un Gobierno Provincial que aplicaba políticas cada vez más erráticas y difíciles de entender en materia de seguridad.