El vicepresidente del Banco Central (BCRA), Vladimir Wearning habló en un encuentro organizado por la Fundación Mediterránea en la provincia de Córdoba. En ese marco, habló de un "punto de inflexión" en el ciclo económico y se mostró optimista de cómo se están comportando distintos sectores.
El funcionario planteó que "la economía llegó a un punto de inflexión cíclico" según el indicador líder de actividad (ILA, por sus siglas) que elabora el mismo BCRA.
El ILA-BCRA es un índice compuesto que busca anticipar los cambios de fase del ciclo económico basado en tres criterios: duración (cantidad de meses con variaciones mensuales positivas de los últimos 4), difusión (porcentaje de sectores con variación mensual positiva) y profundidad (variación porcentual del ILA-BCRA acumulado 6 meses anualizada). En base a todo eso, la entidad dice que en julio del 2024 se cumplieron las 3 condiciones que indican que el ILA-BCRA habría verificado un punto de giro en marzo. "Es esperable que el cambio de fase del EMAE haya ocurrido en abril o en los meses subsiguientes", dijo.
Optimismo con la baja de inflación
Para Werning, hay una perspectiva alentadora que consiste en una "desinflación que avanza, el ciclo económico gira, el sistema bancario se reorienta al sector productivo y el apoyo al programa en la opinión pública es alto". "Los ingresos laborales y la demanda de dinero están aumentando en forma simultánea, reforzando así los fundamentos que determinaron el punto de inflexión económico", enfatizó.
De acuerdo con la visión del BCRA comenzó a observarse una convergencia de la inflación y de las expectativas. Esa “fuerte baja en la dispersión de las expectativas inflación (REM) acelerará la convergencia de la oferta y la demanda de crédito”, dice el trabajo que Vladimir Werning presentó el lunes pasado en un encuentro realizado por la Fundación Mediterránea en la provincia de Córdoba.
Entre los factores que están contribuyendo a esa baja de la inflación, la presentación de Werning primero se centró en “cuatro pilares fundamentales que reconstruyen la estabilidad macroeconómica”. Entre ellos, el cambio de tendencia de un déficit primario consolidado en los últimos años al superávit primario del sector público no financiero de 2,3 puntos del PBI en los primeros ocho meses de 2024.
El segundo factor fue la brusca caída de los pagos de intereses del BCRA sobre los pasivos remunerados. Con la caída de los pasivos remunerados del BCRA de reservas netas, Wearning demostró que se desplomó el riesgo de hiperinflación. Pero además, producto de la mejora en el ratio de importaciones sobre las reservas líquidas del BCRA, también señala un derrumbe de los riesgos de cesación de pagos de deuda.
En lo que respecta a los factores que están impactando sobre los precios, el trabajo señala la existencia de “márgenes altos y recuperación moderada de salarios reales”. De los salarios reales del sector privado registrado, el BCRA considera que los mismos hicieron piso en diciembre pasado y que desde el inicio del segundo trimestre ya muestran una recuperación más pronunciada.
Por otra parte, también plantea que hay expectativas favorables para la inflación por el lado de los costos de energía y combustible. En el primer caso, anticipa que el avance en la cobertura del costo de la energía (por suba de tarifa y baja de costo) moderará los futuros ajustes, mientras que en el caso de los combustibles, plantea que luego de la desregulación del mercado de naftas, la convergencia del precio de combustible a nivel doméstico e internacional también alivia la expectativa inflacionaria.
Por último, agrega el impacto del cambio de régimen de la inflación: para el BCRA la inflación efectiva converge al 0% -(definido por la devaluación fija del 2%) y, según su perspectiva, la adaptación al cambio de régimen: Fuerte baja en la dispersión de las expecta0vas inflación (REM) acelerará la convergencia de la oferta y la demanda de crédito. Fuente: Ámbito