Durante siete años la atención de Sébastien Ogier en el Rally de Portugal giró en torno al número cinco, lo que cambió días atrás.
Después de conseguir su primera victoria en el Campeonato Mundial de Rally en Portugal 2010, el francés ganó la prueba más occidental de Europa cuatro veces en cinco años. Su quinto éxito llegó en 2017, lo que lo ubicó en el primer puesto de los más ganadores del evento junto a Markku Alen.
Como todos los pilotos Ogier siempre quiere ganar, pero también había algo de cinco.
"No tenía nada en contra de estar empatado en cinco victorias durante varios años con Markku Alen, porque para mí es una leyenda y le tengo un enorme respeto. Pero me han preguntado muchas veces cuando iba a quedarme con el récord y ahora por fin ha sucedido", comentó.
El éxito de Ogier en suelo portugués le siguió a un notable triunfo en Croacia y elevó a 60 el número de victorias en su carrera. Sus padres estuvieron presentes en Portugal para compartir el momento con él tras una época difícil por motivos personales.
"Estoy seguro que mi madre y mi padre siempre disfrutan con esto y aprecian estos momentos. Están muy orgullosos de esto y estoy feliz de ofrecerles la victoria esta vez. Ha sido un año un poco duro para mí familia desde que perdimos al hermano de mi madre, pues él fue quien me hizo ingresar al automovilismo. Así que es lindo tener algo de positivismo después de unos meses difíciles", manifestó.
Ogier disputa un programa parcial con Toyota GR WRT admitiendo que las victorias y los números siguen significando mucho. En tal sentido, añadió: "Conseguir otra victoria me sienta muy bien. Es bonito conseguir más números y tengo que valorar y disfrutar estos momentos. Fue otra lucha intensa que todo el mundo pudo seguir y disfrutar, y para mí junto a mi navegante en el coche no hubo ningún momento para estar relajado".