10.10 La semana pasada dábamos cuenta en Diario CASTELLANOS de una importante cantidad de intentos de estafas en nuestra ciudad. De ellos solo uno fue positivo para los delincuentes. Entre los que no cayeron estuvo Alfredo y su familia. Ahora contó los momentos de angustia que vivieron él y su esposa cuando les dijeron que tenían secuestrada a su hija. "La policía actuó con mucho profesionalismo" dijo.
El miércoles de la semana pasada, en horas de la madrugada -tal como lo señaláramos oportunamente en Diario CASTELLANOS- mediante una seguidilla de llamados telefónicos realizados a alrededor de catorce domicilios de nuestra ciudad, delincuentes intentaban (con distintas modalidades) hacer "caer en engaños" a sus víctimas para quedarse con su dinero. Para ello utilizaban cualquier artilugio, pero en el caso de Alfredo (un reconocido comerciante rafaelino) y su familia, la "modalidad" fue indicarle, cuando atendió el teléfono fijo de su vivienda a las 3 de la mañana, que tenían a su hija secuestrada y que debían reunir todo el dinero que había en la casa ya que de lo contrario, la matarían.
El relato
Ayer, en diálogo con Radio CASTELLANOS/Universidad, el comerciante rafaelino contó detalles de la situación que le tocó vivir junto a su esposa. "Todo comenzó alrededor de las 3 de la madrugada del pasado miércoles. Suena el teléfono fijo de mi casa, atiende mi señora y la que llamaba era su hija llorando desesperadamente diciendo que tenía un revólver en la cabeza y que iban a venir a mi casa dos tipos en moto a buscar toda la plata que tuviéramos en ese momento. En un momento determinado se cortó la comunicación y yo le dije a mi señora que iba a llamar al 911 (sistema de emergencia de la policía provincial). Eso hice, me atendieron inmediatamente y la persona que me atendió me aconsejó muy bien. Primero me dijo que llamara a la casa de mi hija para comprobar que todo estaba bien, así que llamé y por suerte mi hija que dijo que estaba durmiendo y que se encontraba muy bien. Volví a llamar al 911 me dijeron que si volvían a llamar que les digamos que sí, que vinieran a buscar la plata y que ya la policía iba a llegar para tratar de detenerlos si es que se acercaban, pero ya no volvieron a comunicarse".
Más adelante Alfredo señalaba: "Es una situación desesperante. Vos tenés del otro lado alguien que llora, que grita y que para vos es tu hija que te dice junten la plata que tengan porque me tienen secuestrada con un revólver en la cabeza y dicen que me van a matar. Por suerte lo primero que se me cruzó por la cabeza es llamar a la policía. Y afortunadamente me atendieron enseguida y espectacularmente bien porque me tranquilizaron, me dijeron que podía tratarse de una estafa, que lo primero que tenía que hacer era llamar a mi hija y tenían razón porque mi hija estaba bien".
Mensaje final
En el cierre de la charla, Alfredo a modo de recomendación para todos indicaba: "Yo les diría (si pueden) que no se desesperen y que llamen al 911 porque -por lo menos a mí- enseguida me atendieron, me tranquilizaron, me aconsejaron y me acompañaron permanentemente. Y otra cosa que debemos tener en cuenta es que si a esa hora de la madrugada te llaman al teléfono fijo -como nos pasó a nosotros- no lo atiendan. Porque si es un familiar o pasó algo si no atendés el teléfono fijo te van a llamar al celular", cerró.