El Ministro del Interior propone "iniciar una discusión", pero los gobernadores no peronistas resisten la idea.
"Acá hay dos cosas que no cambian, gobierne quién gobierne: la política de Defensa y la política de cuidado del agua". La contundente frase de Diego Berger, ingeniero y responsable de relaciones internacionales de Mekorot, la empresa nacional de agua de Israel, mereció especial atención del ministro del Interior, Eduardo de Pedro, y la delegación de otros ministros y gobernadores que componen la misión argentina en el Estado hebreo, que se extenderá hasta el jueves próximo.
La explicación de Berger, argentino de nacimiento y hoy directivo de la empresa pública que maneja un recurso indispensable para el desarrollo de Israel, motivó la iniciativa que De Pedro explicó minutos más tarde: el inicio de una discusión con los gobernadores para enviar un proyecto de ley de creación de una empresa nacional de aguas en el país. Se trata de una iniciativa apoyada por los gobernadores peronistas que integran la misión, y resistida desde el vamos por otros integrantes de la delegación, como el gobernador radical de Mendoza, Rodolfo Suárez.
"Queremos nacionalizar la gestión de los recursos hídricos. Tenemos un borrador en base a la experiencia de Israel, Estados Unidos y Australia, y al regreso del viaje discutiremos con los gobernadores las mejores opciones, nuestra propuesta es que haya una sola autoridad del agua en el país", dijo De Pedro a la salida de la planta Eshkol, en la Galilea, desde donde Mekorot centraliza la desalinización, el acopio y la distribución del agua hacia el resto del Estado hebreo, sobre todo hacia el sur desértico.
La «mesa de gobernadores», que desde el Ministerio del Interior vienen planeando desde hace tiempo, tendría como objetivo llegar a un consenso y "resolver las tensiones" como las que separan a La Pampa y Mendoza, que tienen un conflicto por el aprovechamiento del río Atuel que tiene 70 años de antigüedad y un pleito no resuelto en la Corte Suprema. "Se está tomando el tema y lo estamos poniendo en el centro del debate", dijo Ignacio Lamothe, secretario del Consejo Federal de Inversiones (CFI) y alfil de De Pedro en el organismo. De inmediato, el gobernador mendocino salió a aclarar que debía "leer primero el borrador", y que una iniciativa similar, la empresa Agua y Energía, ya había sido fundada en el pasado sin éxito, pero se mostró contrario a la idea de centralizar, todo lo contrario: afirmó a La Nación, que su objetivo es "descentralizar la gestión de un recurso importantísimo para nuestra provincia". La gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, también planteó diferencias al aclarar que "los recursos hídricos los manejan las provincias", en toma de distancia de la propuesta oficial.
"Si Israel se puso de acuerdo con Jordania para que le llegue agua a este país. ¿Cómo no nos vamos a poner de acuerdo nosotros?", le dijo De Pedro a La Nación, y dio como ejemplo-luego repetido por otros funcionarios-el acuerdo entre Chaco, Santiago del Estero y Santa Fe por los bajos submeridionales. "Sería bueno centralizar y crear un marco legal que unifique el precio del agua", afirmó a este diario Raúl Jalil, gobernador peronista de Catamarca y uno de los mandatarios que se mostró de acuerdo con discutir la iniciativa.
Mientras Fernanda González, ministra de Producción de La Pampa, evitaba pronunciarse sobre el asunto, De Pedro defendió la discusión del borrador y atacó al gobierno de Cambiemos. "Mientras invertían en el Paseo del Bajo y subir de nivel un trencito porteño, se olvidaron de los planes y las obras para riego. Quedaron bárbaro esas obras, pero es una cuestión de prioridades", dijeron De Pedro y el vicejefe de Gabinete, Jorge Neme, en un encuentro posterior con los periodistas que cubren la misión oficial.