El arzobispo de La Plata, monseñor Víctor Manuel Fernández, estuvo en el Vaticano compartiendo una semana con el Papa Francisco, "viéndolo moverse de la mañana a la noche y cenando con él al final de su tarea".
En un mensaje compartido a través de sus redes sociales, el prelado se refirió a "la nueva etapa" del pontífice argentino, y contó que "había llegado con curiosidad, porque cuando estaba internado me llamó y le había notado la voz débil. Pero ahora, pocos días después, lo encontré completamente recuperado, aun mejor que el año pasado".
Sobre la rutina del obispo de Roma, reveló que "camina varias veces al día, come muy bien, toma un poco de vino, pero sobre todo trabaja el día entero. Recibe mucha gente y tiene reuniones, tanto a la mañana como durante la tarde. Trabaja más cantidad de horas que cualquiera en el Vaticano".
"Está atento a todo y sigue con cuidado e inteligencia los más variados asuntos", subrayó el arzobispo de La Plata. "Se ve que el Espíritu Santo todavía quiere hacer muchas cosas a través de él, para bien de todos", agregó.
El prelado acompañó su publicación con una foto junto a Francisco antes del almuerzo, en la que se lo ve cansado "porque venía de varias horas corridas de trabajo, con asuntos delicados".
"Sin embargo, después de una breve siesta estaba otra vez fresco como una lechuga y haciendo sus bromas", remarcó monseñor Fernández.
El arzobispo fue uno de los que acompañó a monseñor Jorge García Cuerva en la celebración de entrega del palio arzobispal el pasado jueves, y a través de su cuenta de Twitter también aprovechó la oportunidad para referirse al estado de salud del pontífice: "Me sorprendió ver a Francisco tan bien, físicamente mejor que antes. Se nota en signos como el tono de su voz, su claridad para reflexionar y responder, su forma de caminar. ¡Gracias a Dios!".