El Premio Nobel quiso saber si ser empresario chocaba con ser escritor. "Yo ya de muy chico, a los 14 años, escribí un poema y esa vocación ya definió mi vida", dijo el autor de "Morir lo necesario".
Lo que más le interesó preguntar, en su rol imprevisto de entrevistador fue cómo vive Alejandro Roemmers el hecho de ser empresario, poeta y por segunda vez novelista. El Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, estuvo ayer -por segunda vez en el día- en una mesa de la Feria del Libro de Buenos Aires. Después de una pregunta inicial, volvió sobre ese tema para profundizar en la dimensión de un Roemmers personaje que reúne dos mundos que raramente su cruzan: el trabajo empresario y la escritura. Fue en una mesa convocada para hablar de la nueva novela iberoamericana y para la presentación de Morir lo necesario (Grijalbo) la nueva obra de Roemmers. Antes, el empresario había tenido un enorme éxito con su libro El regreso del joven príncipe, traducido a 32 idiomas.
"Quisiera interrogarlo sobre si ese oficio difícil que es el de empresario coincide de manera natural con la literatura o hay una cierta dificultad o aspereza", preguntó el Nobel en su primera participación.
Antes, el escritor y periodista Jorge Fernández Díaz, que coordinó el encuentro, había trazado un interesante panorama de la literatura actual. "Estamos reunidos por dos buenas razones -dijo-, charlar en el marco de la nueva literatura latinoamericana y presentar la novela de un escritor argentino. Nos acompañan Mario Vargas Llosa, que no necesita presentaciones, una escritora argentina, María Rosa Lojo, autora de libros entrañables e importantísimos, y también un gran poeta español, Luis Alberto de Cuenca, que está aquí en un viaje relámpago y va a recibir el premio García Lorca en Granada. Y está uno de los protagonistas de esta noche que es Alejandro Roemmers, autor de numerosas publicaciones, traducido a más de treinta idiomas, y que ahora presenta la novela psicológica, muy interesante, Morir lo necesario".
"Uno de los protagonistas del momento es la literatura femenina, con escritoras como Mariana Enríquez y Samanta Schweblin, que han hecho resurgir el género fantástico. También ha descollado la denominada "literatura del yo", la crónica novelada latinoamericana, el periodismo como una de las Bellas Artes, y la llamada "novela verídica". Hay tres escritores destacados en ésto, Javier Cercas, Héctor Abad Faciolince y Juan Gabriel Vázquez, quien ganó el Premio Vargas Llosa. Se unen ficción con política. Dejo para el final el género policial. El escritor Sergio Ramírez se ha tenido que exiliar de Nicaragua por muchas causas pero sobre todo por haber escrito un policial donde puso a los políticos como los asesinos. Han convertido la novela negra en el gran género del presente. El policial latinoamericano también ha ahondado en la psicología", señaló Fernández Díaz.
Para Vargas Llosa, la narrativa en general y la novela en particular están pasando un momento "muy positivo en América latina", donde la abundancia no refleja exactamente la calidad de los relatos que se están publicando, "y creo que la presencia de la mujer es muy importante en esta época, han salido muchas escritoras principalmente en Argentina que renuevan el género fantástico, sitúan la novela en lugares distintos, y tienen mucho que ver con los oficios. Y en esto me gustaría entrevistar a Alejandro Roemmers".
"Yo ya de muy chico, a los 14 años, escribí un poema y esa vocación ya definió mi vida, que encaré siempre en el hecho de dar felicidad a los que están alrededor mío, ayudar a los que tienen talento, a los que tienen un sueño. Si uno encuentra el camino a la felicidad, que para mí fue bastante difícil, entonces lo quiere compartir", señaló Roemmers.
Y agregó: "Entonces a esta novela no la puedo ver como una novela policial; es cierto que tiene una trama policial, pero hoy el motivo de escribir generalmente es despertar conciencia, y en el caso de esta novela ese motivo es describir las cosas a las que no se le dan tanta importancia, como el bullying o la corrupción, donde lo más importante son las consecuencias humanas. Me han llamado de Harvard para decirme que no hay casos de empresarios exitosos que sean poetas exitosos. La poesía es un streptease en público, la poesía es uno".
A su turno, María Rosa Lojo hizo un detallado análisis de la novela de Roemmers. "La novela es engañosa, parece encajar en la novela del policial clásico, pero lo que termina importando es por qué el personaje hizo lo que hizo. Una de las cosas que plantea es cómo una persona común puede llegar a convertirse en un criminal. La novela tiene mucho trabajo, una intriga compleja y bien tejida, que se desarrolla en muchos lugares y variados personajes".
Finalmente, Luis Alberto Cuenca señaló que "esta novela se agrupa en torno a un grupo de personas, los jóvenes, la oficial de policía que a mi me ha fascinado, que interactúan y convierten a la novela más en una obra de personajes que de acción. Luego hay algo en lo que te estás orientando que es incluir en tu escritura los temas más actuales o candentes. Por ejemplo, la pandemia es muy protagonista. el confinamiento y el efecto nocivo en las personas, los personajes más puros. Además hay una estructura férrea, rigurosa, de personajes, muy bien dialogada".
Luego Roemmers contó que "a mí me gustaban mucho las humanidades, y estaba muy tentado de poder estudiar eso. Y ahí sí hubo presión y mandato familiar. Entonces, entre los 25 y los 45 le di absoluta prioridad en mi vida a la vida de empresario, y a partir de los 45 empecé a dedicarle tiempo a la escritura, a delegar. Pero siempre decía que escribir una novela era para un escritor profesional".
El cierre de la charla lo dio Vargas Llosa: Yo creo que la conclusión es que, cuando uno tiene una vocación, la saca adelante contra todos los obstáculos. Y creo que el caso de Alejandro es muy interesante porque probablemente ustedes no conozcan el caso de un empresario que sea poeta y novelista. Creo que en el medio nuestro es un caso bastante excepcional".
Público joven
Con asistencia pareja que desbordó los pasillos y salas el primer sábado de esta edición, y ventas que en varios stands superan en cantidad de ejemplares las de la primera semana de 2019, la 46 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires completa su primer tramo en un clima de alegría por el reencuentro, la recuperación de la cita con su público y la consolidación de visitantes jóvenes que predominan tanto en las actividades como en las recorridas por los pabellones del predio de la Rural.
Trabajadores de la industria editorial, que están en contacto con los asistentes a la Feria desde el inicio de la apertura al público el 28 de abril, pero también antes con las tradicionales Jornadas Profesionales, hablan con Télam sobre cómo evolucionan las ventas, en qué campos se movieron hasta ahora las consultas y cuáles fueron las sorpresas en esta primera semana de la cita cultural que volvió después de la suspensión de dos años debido a la pandemia.
Sin dudas, la escritora y periodista Mariana Enriquez es una de autoras más buscadas por sus lectores y lectoras que coparon el miércoles la sala Victoria Ocampo del pabellón blanco para escucharla en la actividad que inauguró el "Diálogo de autores nacionales", convocatoria que se replica en otras citas que protagoniza en la Feria, y que también se traduce en la venta de sus libros, ya que en el stand de la distribuidora Riverside, donde se pueden encontrar los ejemplares de Anagrama -el sello que la publica-, su novela "Nuestra parte de noche" es la más pedida.
Además, cuenta el librero Sergio Campos, que su libro de cuentos "Las cosas que perdimos en el fuego" se agotó en las Jornadas Profesionales y no llegó al público general. Enriquez comparte este podio de autores latinoamericanos más pedidos con el chileno Alejandro Zambra y su novela "Poeta chileno", y con el argentino Federico Falco y su novela "Los llanos".
Otra distribuidora como Big Sur, que pisa la Feria por primera vez con un stand colectivo en el que pueden encontrarse textos de los sellos Cia. Naviera Ilimitada, Concreto, Overol, Ediciones UDP, Fiordo, Limonero, Obloshka, Rara Avis y Tenemos las máquinas, entre otros, tiene dos títulos que son los más solicitados: "Varia Imaginación", de Sylvia Molloy, novedad de Eterna Cadencia, y "Una presencia ideal", de Eduardo Berti, un libro editado por Cia. Naviera Ilimitada que recupera la experiencia de pacientes y trabajadores, pero sobre todo de trabajadoras, de la unidad de cuidados paliativos de un hospital de Francia.
En el espacio de la editorial Corregidor, Norberto Gugliotella coincide con el análisis de otros responsables de stands: se venden más libros que en 2019, durante la última Feria previa al parate impuesto por la pandemia, pero no cree que el sábado 30 haya sido el de mayor concurrencia, sino que la circulación en el espacio, que tiene libros de Clarice Lispector y Susana Thénon identificados como los más vendidos, es bastante pareja.
"El primer fin de semana vino mucha gente, hubo más ventas el sábado, ya que el domingo 1 de mayo pasó lo que suele pasar en esa fecha: mucha gente viene a pasear y recorrer, participa en una actividad pero no ves bolsas de compras", relata.
Muchos editores y libreros coinciden en que los días de semana se concentran las ventas para sellos independientes o con catálogos más específicos y es cuando llegan lectores con búsquedas puntuales y específicas; mientras que los fines de semana hay un público más abocado a la agenda de presentaciones y charlas.
En el gran espacio que tiene Planeta las autoras mujeres encabezan las ventas: Florencia Bonelli, Camila Sosa Villada y Florencia Feijoo, seguidas por el más reciente libro de Gabriel Rolón "El duelo" y el del médico Daniel López Rosetti, "Estrés, sufrimiento y felicidad".
Con respecto a la concurrencia, la consideran bastante pareja pero identifican en el primer fin de semana de la Feria una actividad que rompió pronósticos: la presentación de Florencia Bonelli el sábado 30 de abril que, una vez finalizada, hizo a la autora del último "El hechizo del agua" quedarse a firmar 1.300 ejemplares.
En tanto para Penguin Random House el hito de asistencia, hasta el momento, fue el jueves 5 de mayo cuando el escritor estadounidense John Katzenbach llenó la sala José Hernández, con capacidad para 1.000 personas, y firmó libros por más de tres horas. La excusa fue la presentación de su nuevo trabajo, "El club de los psicópatas".
En relación al movimiento comercial, para Valeria Fernández Naya, gerenta del grupo editorial, "las ventas vienen siendo muy buenas, superando en unidades las ventas del 2019 en aproximadamente un 20%".
Pero, ¿qué balance hacen los sellos como Planeta y Penguin Random House que concentran gran parte de la producción editorial?
"Los chicos y chicas jóvenes siguen siendo una gran audiencia en esta feria y parte de nuestro ranking está representado por títulos juveniles: ‘Boulevard’, de Flor Salvador; Harry Potter; ‘Rojo, Blanco y sangre azul’, de Casey Mcquinston; ‘Antes de Diciembre’, de J. Marcus; ‘Fleur’, de Adriana Godoy y ‘Diario de lecturas NPCXS’, un producto exclusivo de Penguin para llevar registro y reseñas de libros", explica a Télam.
A su vez, describe que "el ranking de los más vendidos para adultos en ficción está encabezado por Isabel Allende con su nuevo libro ‘Violeta’; ‘El club de los psicópatas’, de Katzenbach; ‘El susurro de las mujeres’, de Gabriela Exilart; ‘El tercer paraíso’, de Cristian Alarcón (Premio Alfaguara 2022); ‘Roma soy yo’, de Santiago Posteguillo; y ‘Distancia de rescate’, de Samanta Schweblin.
Si hay algo en lo que coinciden los sellos es que las Jornadas Profesionales, cuando editores, libreros, distribuidores, agentes literarios, ilustradores, bibliotecarios, diseñadores, traductores y todos los involucrados en las diversas áreas de la industria copan la Feria -previamente a la llegada del público en general-, fueron muy buenas y lo que siguió fue una concurrencia adelantada, ya que el primer fin de semana fue de alta asistencia, algo que siempre comenzaba cuando pasaban algunos días y la Feria crecía en comentarios.
Algo de eso explican en el espacio que ocupa la Editorial Siglo XXI, donde quienes se acercan suelen ir con títulos apuntados y ahí sobresalen "Enseñar distinto", de Melina Furman, y "La moneda en el aire", de Pablo Gerchunoff y Roy Hora. Además, al momento de las compras resaltan los descuentos a estudiantes y docentes.
Descuentos y formas de pago
Entre los beneficios y promociones para motorizar las ventas están las de los bancos Ciudad, con un 25% de descuento mediante las tarjetas de crédito de la entidad; Nación, que ofrece un 20% de descuento en el pago de las entradas a la Feria y la posibilidad de abonarlas en hasta 3 cuotas sin interés; y las del de la Provincia de Buenos Aires, que cuenta con un 30% de descuento en stands de librerías y editoriales (con un tope de reintegro de $ 1.500 por transacción) y la posibilidad de pagar en hasta 4 cuotas sin interés con las tarjetas de crédito de la entidad.
Las tarjetas y Mercado Pago son las formas de pago que predominan en los stands y en eso coincide Silvina Castro, librera de La Crujía, que cuenta que ya casi no hay operaciones en efectivo. En ese espacio de la Feria los libros más buscados son la novedad de Mario Riorda "La política del riesgo" y "Todo sobre la tesis", un trabajo colectivo de María Eugenia Etkin, Alejandro Ruiz Balza, Gabriela Pagani y Paula Etkin. Pero La Crujía también apostó a la ficción y allí está el libro de Joana D’Alessio "Alguien a quien contarle todo", una novela que Castro ubica entre las más consultadas por quienes se acercan al stand.
La nutrida y variada agenda de actividades continúa hasta el 16 de mayo
Las distribuidoras La Coop y Carbono están enfrentadas en uno de los pasillos de la Feria y ahí también se destacan títulos ya instalados con otros más recientes como los de Adriana Kamiya ("Los árboles caídos también son el bosque" o "El sol mueve a las sombras de las cosas quietas"). Se destaca también la obra de Vicente Luy en el caso de La Coop, y "Cometierra", de Dolores Reyes, y "Se vive y se traduce", de Laura Wittner, en el caso de Carbono.
La nutrida y variada agenda de actividades continúa hasta el 16 de mayo y los libreros, editores, autores e impulsores de la industria editorial apuestan a que la segunda mitad de esta edición 46 crezca en circulación y ventas, más allá del clima de reencuentro y alegría que se materializa en varios brindis en los stands y abrazos con barbijo, aunque no sea obligatorio y no prospere como una opción mayoritaria entre los asistentes.