La ciudad de Sastre vivió un momento de profunda emoción con el homenaje a uno de los pilares del rock local, Mario Peretti, en el marco de la Semana del Arte 2024. El evento se desarrolló en el Centro Cultural Municipal y estuvo centrado en destacar la trayectoria del baterista y fotógrafo, figura clave en la historia musical de la ciudad.
La jornada, organizada por el Taller de Arte del Liceo Municipal "Olindo Strada" y el Museo Histórico Municipal "Dr. Rodolfo Doval Fermi", no sólo celebró a Peretti como uno de los padres del rock sastrense, sino también como un artista que supo capturar con su cámara la esencia de la música y la vida en la región. La exposición fotográfica "Banda de Enfoque" presentó más de un centenar de imágenes que abarcaron seis décadas de rock local, con la participación de 19 artistas locales y regionales. La combinación de música y fotografía transformó el espacio en una ventana al pasado, donde el legado de Peretti estuvo presente en cada detalle.
La directora del Museo, Elisa Oitana, fue la encargada de resaltar la importancia de Peretti en la escena musical de Sastre. "Mario es uno de los padres del rock sastrense, junto a Miguel Ángel Allasino y Raúl Compagnucci. Su impacto en la música local fue decisivo desde que formó parte de bandas como 'Los Moscos', 'Cien Pies' y la actual 'Banda Viajera'. Estas agrupaciones marcaron un antes y un después en la historia del rock en nuestra ciudad", sostuvo Oitana.
La trayectoria de Peretti es particularmente recordada por su participación en el festival Chateau Rock de 1985, donde "Cien Pies" abrió las actuaciones en el estadio cordobés. La banda, formada por Peretti en la batería, Allasino en guitarra y voz, Claudio Seveso en guitarra y Compagnucci en bajo, sorprendió al público con su energía y fue destacada en una nota central de la revista "Pelo", una de las publicaciones más influyentes del rock argentino de la época.
"Fue un día mágico"
Pasaron más de 60 años desde el día que Mario decidió junto a su hermano y un primo comenzar a tocar en una banda que llamaron "Los Tres del Ritmo" hasta el homenaje del sábado. En el medio, miles de anécdotas, varias formaciones, muchos viajes, algunas complicaciones de salud y mucho, pero mucho rock.
Mario recuerda que al amor por la batería lo heredó de su padre, que agarró las baquetas por primera vez a los 7 años y que a los 10 años ya tocaba en aquellos inolvidables bailes: "Era todo un acontecimiento, iba todo el pueblo, todos se empilchaban y se peinaban, se producían por la ocasión".
Se emociona cuando recuerda la primera vez que escuchó a los "Beatles", y su pasión por la revista pelo. Del hard rock de "Cien Pies", a uno más "beat" de "Banda Viajera". Sus vinilos, sus viajes para ver a bandas que amaba como Judas Priest o AC DC en Buenos Aires.
Cuenta también que en 2002 le detectaron un tumor en el cerebro que lo obligó a realizarse una operación. Debió dejar de lado la batería y la raqueta de tenis -otra de sus pasiones- para recuperarse. Si bien las secuelas quedaron, su amor por el rock nunca disminuyó.
"El sábado fue un día mágico. Yo diría que fui famoso por un día, todos me saludaron, me hicieron entrevistas, estuvo la intendenta, recrearon mi habitación con todos mis pósteres, en la que yo escuchaba mis vinilos. Fue espectacular, todo el pueblo se reunió por mí y estoy muy agradecido".