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Manejo defensivo: la técnica que pocos aplican y puede salvar vidas

Definido como la acción de adivinar u observar mediante algunas técnicas la acción improcedente que otro conductor puede realizar, el manejo defensivo se trata de una técnica fundamental de prevención a la hora de tomar el mando de un vehículo. Y en épocas estivales, donde la circulación en las rutas aumenta los volúmenes producto de las vacaciones, los riesgo al volante son mayores. En ese marco, Rodolfo Rodríguez, experto y quien tiene más de 1.000 conferencias brindadas sobre la materia a nivel nacional, arribó a la ciudad de Sastre - cabecera del departamento San Martín - para promover estas habilidades a la población en general a través de una disertación realizada en el Cuartel de Bomberos Voluntarios. “Apenas un 20% de los argentinos manejan defensivamente", explicó en contacto con este medio.

Para el especialista, existe una serie de observaciones puntuales para tener en cuenta al momento de evitar un impacto. Incluso sostiene que no toda persona que sale a la ruta está capacitada para conducir. "De pronto nos exigen un carnet, pero esa licencia no siempre es algo que pueda calificar al conductor como apto para manejar. “Hay un sistema un tanto mediocre que impera en donde la gente no está preparada y esa es la resultante de tantos siniestros en el país comparado con países desarrollados donde hay capacitaciones especiales en donde, si no existe una práctica, al menos los habitantes están informados para tener los conocimientos”.

Rutas y señalización, un tema
El deterioro de las rutas y la falta de señalización no son un factor favorable. La falta de mantenimiento de los corredores viales, en su mayoría, se convierte en un factor determinante para la circulación. Así, Rodríguez sostiene que los conductores deben aplicar un manejo defensivo ante estas falencias. “No sólo hay que prever alguna maniobra inapropiada de otro automovilista en algún momento, sino también con respecto al entorno”.
Según explicó el especialista, “apenas un 20% de los argentinos” manejan defensivamente. Los valores son realmente bajos, “por eso ocurren tantos siniestros”, explica.

Y a modo de ejemplo, el conferencista expuso como uno de los errores más frecuentes de los conductores lo que denomina “La Pata y los patitos”, referenciando a una fila de automóviles que se forma detrás de un camión sobre una ruta. “Los conductores realizan maniobras inapropiadas a la hora de hacer un sobre paso. Las famosas asomadas son un grave error porque eso indica que no guardan la distancia correspondiente. De pronto nos sugieren que mantengamos distancia, pero de diez personas sólo 2 saben cuál es la real”, detalló y agregó: “los conductores se asoman porque no tienen ángulo de visión para ver quién viene por el otro carril, tienen una visión ciega”.

Al respecto, Rodriguez también añadió que ante la mencionada situación sobre un corredor vial es necesario considerar otros factores que entran en juego a la hora de realizar el sobrepaso. “A todo eso hay que saber la potencia y reacción del vehículo que se maneja”, y continuó: “Hay muchos casos donde observamos que se dice que ocurrió un accidente por causas que se tratan de establecer, y ahí están las respuestas a la vista. Porque aquí nos limitamos al alcohol o exceso de velocidad, pero me pregunto, ¿todos conducen alcoholizados o van fuerte?”, indicó.

Sobrepaso a contratiempo: quién se arroja a la banquina
En uno de los cien puntos que toca en sus escritos, Rodríguez apunta a comprender, en una situación límite, como accionar. Y el momento en que un automóvil se encuentra en pleno sobrepaso de otro y la distancia para finalizar la maniobra no es la precisa ante la aparición de un vehículo que transita en forma contraria, se vuelve caótico. “Esto es muy interesante de saber. Lamentablemente, y por lo general, ambos conductores se van a la banquina y se produce el impacto. Quien viene cómodamente por el carril correcto y se encuentra con otro que hizo un mal cálculo para pasar e invadió la vía, es quien tiene inmediatamente que hacer un destello con luz alta, colocar el giro derecho, hacer un amague en ese sentido para avisarle que va a salirse de la ruta. Así, quien continúa sobre la calzada es quien hizo la maniobra incorrecta”.

Avisos con la luz de giro izquierdo, una práctica incorrecta
Otro de los grandes errores que ya se transformaron en una costumbre y se han tornados como una maniobra natural, aunque mal aplicada, es dar aviso con la luz de giro izquierda a un conductor que viene por detrás para que pueda sobrepasarnos. “Sólo en Argentina aplicamos esta técnica con la intención de ceder el paso. Es un grave error. Lo correcto es colocar el giro derecho”.

Rodríguez explicó que insólitamente, camioneros brasileños o chilenos que ingresan al país “deben aggionarse” mediante esta práctica, algo que no suelen realizar en su país de origen donde la regla se aplica correctamente. “Somos los campeones en inventar cosas raras con respecto al resto del mundo”.

El conferencista volvió a focalizar con sus datos que nos centramos en que la mayoría de los siniestros viales ocurren por exceso de velocidad o por conductores alcoholizados, cuando en realidad “sólo el 30% de los accidentes ocurren por esas causas”.

Mala educación vial
El especialista en siniestros viales apuntó contra los cursos y capacitaciones que se dictan a la hora de rendir los exámenes para obtener la licencia de conducir en Argentina. Para Rodríguez se explican “otras cosas” a los aprendices. Sostienen que lo ideal sería cambiar todo el sistema de enseñanza que se está desarrollando, capacitar a capacitadores, multiplicarlos a nivel nacional, y no sólo dar información teórica sino sacar a la persona que va a tener su carnet a calles y rutas en algunos tramos explicando todos estos puntos.

De esta manera, afirma que antes de emitir una ley es necesario ver si las mismas son funcionales y llevarlas a la práctica. Para el experto en la materia, es fundamental que todo sea experimental porque, “cuando uno se ha devorado millones de kilómetros con diferentes vehículos y experimentando diversas formas de conducción ante diferentes disciplinas de manejo y en contextos adversos, es entonces cuando se encuentra capacitado para promover alguna regulación”, y apuntó: “muchas veces son sancionadas por personas que conducen una vez por semana. La conclusión es que todo debe ser experimental”.

En la misma línea, recordó, a modo de ejemplo, las recomendaciones del uso de luces intermitentes solamente al detener un vehículo. “Quiero saber quién inventó esta locura hace algunos años. Hoy no vemos carteles en las rutas donde informen que ante situaciones adversas del clima, donde es lo mismo tener los ojos abiertos que cerrados, como lluvias torrenciales, humo en suspensión y nieblas densas se deben activar las balizas”. (El Litoral)

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