El presidente de Transportistas Unidos de Argentina, Santiago Carlucci, reconoció que la situación es grave y se torna realmente preocupante por las implicancias y los efectos devastadores detrás de la falta del suministro de gasoil en el 70% del territorio nacional. A la fecha, el Gobierno brilla por su ausencia.
Nuestros lectores recurrentes saben que desde CASTELLANOS hemos ido desarrollando un seguimiento minucioso de la realidad local, provincial y nacional respecto a la falta de suministro de gasoil con diálogos permanentes con los actores de los sectores involucrados al transporte de carga, pasajeros, gremios de los sectores empresarios, como así también de los trabajadores, estacioneros de la ciudad y también de la Provincia, todos coincidiendo en la gravedad del asunto y sobre todo en la necesidad de encontrar soluciones en lo inmediato para que el problema no se vuelva más profundo de lo que en la actualidad ya es. Debemos destacar que como coinciden en su mirada sobre la falta de insumos, también concuerdan en la falta de reacción por parte de los entes gubernamentales en buscar solución a un conflicto que ya lleva más de 90 días desde que empezaron a darse los primeros síntomas del problema.
El presidente de Transportistas Unidos de Argentina, Santiago Carlucci, dialogó con CASTELLANOS sobre la actual situación y sin titubeos reconoció que "es más grave y preocupante de lo que por ahí el ciudadano de a pie se imagina, hoy por hoy tenemos más de 70% del país sin suministro o con un escaso suministro de combustible, lo cual se transforma en una situación extremadamente preocupante ya que un camión consume entre 36 y 40 litros de gasoil cada 100 kilómetros. Cuando vamos a la estación y los camiones cargan 50 litros pueden ir recorriendo distancias de 100 a 120 kilómetros máximo, llegando a la próxima estación lo que ocurre es que no siempre hay combustible y eso puede implicar que ese camión pueda quedar ahí parado entre 2 a 4 días hasta que nuevamente una cisterna pueda llegar con combustible, es verdaderamente preocupante y está muy comprometida la entrega de mercadería ya que la logística se está volviendo longeva justamente por el poco suministro de combustible", detalló Carlucci.
En esta cadena interminable de problemas que se desencadenan por la falta del insumo, el próximo inconveniente que se plantea en el futuro inmediato es el social, con la escasez de mercaderías, productos e insumos, llevando así que aquellos productos que se encuentran en la góndola sean vendidos con sobreprecios.
¿Qué nos dice el pasado del futuro?
El presidente de Transportistas Unidos reconoció que esta crisis energética ya se ha presentado en la Argentina, en la época de los 90' durante el gobierno de Saúl Menem, cuyo problema pudo ser resuelto en una semana, eso sí, no sin pagar el precio, uno realmente costos, recordando que por aquel entonces hubo que aplicar un 500% de aumento para que el petróleo fuera competitivo y las petroleras decidieran vender al mercado interno y no exportarlo.
Esto es un problema que ya tiene 90 días aproximadamente, en un principio obviamente se estimaba que este problema iba a resolverse a corto plazo con medidas del orden gubernamental, pero fueron pasando los días, se fue acrecentando y agravando más la situación. Reflexionando respecto a este tema, Carlucci se preguntó por el rol de YPF, que según estima, el 60% de los combustibles que se consumen dentro de la república Argentina son producidos por la petrolera nacional, mientras que el 40% restante, los produce Trafigura, Pan American Energy y Raízen, con lo cual la pregunta en concreto que se hizo para sí mismo es ¿qué pasa con YPF?, "si el año pasado la petrolera estaba exportando un 12,3% más de combustibles al exterior y está trabajando al 80% de su capacidad, la verdad que es llamativo. Si uno observa las ofertas de ventas diarias de las petroleras vamos a ver que hay volúmenes desde 8 mil metros cúbicos de petróleo hasta 40 - 48 mil metros cúbicos, de extraerse se está extrayendo el petróleo, ahora cabe la pregunta de por qué no se destinan al mercado interno, es una pregunta interesante, nosotros aducimos a que no es competitivo al precio Mercosur. Para que sea un poco más gráfico, a la relación cambiaria, Uruguay lo tienen a $ 500 el litro, $ 340 en Brasil, entre $ 240 y $ 280 entre Paraguay y Bolivia y alrededor de $ 300 en Chile, acá el precio sugerido es de $ 160", los números hablan por sí solos.
La ausencia de respuestas
Desde Transportistas Unidos de Argentina reconocen que en todo este tiempo se han ido manteniendo diálogos con la Secretaría de Energía, el Ministerio de Transporte y paralelamente con el Ministerio de Economía para solicitar que se pueda trabajar mancomunadamente para poder dar un corte a esta situación y resolver este inconveniente que no deja de ser menor. "La verdad que no hay una respuesta, esto es un ping pong, cada uno va dirimiendo una responsabilidad en el otro y acá el único damnificado es quien depende del combustible para trabajar y producir", finalizó el presidente de Transportistas Santiago Carlucci.