(Por Sebastian Beccaría). - Verdaderamente se nota -como de costumbre pero hoy más visiblemente- una ciudad en proceso de gran crecimiento en infraestructura, fundamentalmente en obra pública, una Rafaela que continúa con su modernización y optimización de los recursos, con las problemáticas que también tienen las grandes ciudades; pero en líneas generales, ordenada y siempre proyectando futuro, con todas las instituciones colaborando en ese fin.
Hoy que contamos con la posibilidad de interactuar con instituciones que están en distintas ciudades del país, tenemos que estar orgullosos de ciudad en la que vivimos -si bien suelen no ser agradables las comparaciones-. Se hace visible nuestro crecimiento por la cantidad de industrias y servicios, por los niveles de empleo. Los visitantes notan que es una ciudad por encima de lo que se ve en el país y realmente nos lo hacen saber. Los rafaelinos somos históricamente exigentes y eso hace que tengamos la ciudad maravillosa que tenemos. Los que transitamos las calles a diario tal vez vemos el detalle de lo que falta o hay que corregir y eso hace que nos perdamos las muchísimas cosas buenas que tenemos.
Su mirada desde el gremio
Desde nuestro lugar en la dirigencia gremial, insisto, se hace también el esfuerzo para contribuir y colaborar en los procesos que vive la ciudad. Lo pasamos en la pandemia, donde la mayoría de los sindicatos pusieron su infraestructura a disposición como centros de aislamiento o vacunatorios, o colaborando y realizando donaciones fundamentalmente a clínicas y a hospitales para ayudar en la lucha contra los efectos del Covid, pero también estuvimos presentes en los distintos ámbitos de discusión para lograr, mediante consensos, que nuestra ciudad esté en constante crecimiento. Esta interacción y buena convivencia entre las distintas instituciones es realmente algo que no pasa en la mayoría de las ciudades y hace la diferencia. En éste proceso de continuo expansión de la ciudad, Luz y Fuerza, desde el año 2016, viene desarrollando un masterplan de obras, para brindar mejores instalaciones a nuestros afiliados, pero también ofreciendo sus espacios a otras instituciones. En ese sentido también acompañamos el crecimiento y modernización de nuestras instalaciones dentro de la ciudad.
El saludo final
Los lucifuersistas queremos desearles un muy feliz cumpleaños a nuestra querida y hermosa Rafaela, e invitar a que cada uno, desde el lugar que ocupe, aporte desde las positivas propuestas para que este proceso de pujante transformación no se detenga.
Los grandes desafíos por delante
La historia del movimiento obrero está cargada de hitos y logros. Para los trabajadores de la electricidad, el 13 de julio está marcado con rojo intenso, porque es una fecha fundacional. Fue el 13 de julio de 1948 cuando 29 organizaciones sindicales de todo el país crearon la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza (FATLyF). Era un momento del país cargado de profundas transformaciones sociales, de convicciones, de pasión por delinear los perfiles de una sociedad con eje en la justicia social, en el marco de un proceso político que cambiaría para siempre la identidad social argentina. En ese tiempo, a los albores del sindicalismo organizado, imbuida de espíritu solidario y con el afán de la unión y la unidad de todos los sindicatos Luz y Fuerza del país, fue cuando surgió la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza.
A 75 años de aquellas gestas del movimiento obrero, Sebastián Beccaría, secretario general del Sindicato de Luz y Fuerza de Rafaela, destaca que “cada época tiene sus desafíos. Hoy estamos en el siglo XXI y la tarea del Sindicato enfrenta coyunturas complejas. Si hace 75 años el esfuerzo estaba orientado a la construcción de derechos y a darle un marco orgánico e institucional a las luchas de los trabajadores, hoy aparecen nuevas metas. Vivimos un tiempo donde las mujeres están asumiendo un protagonismo importante, incluso en nuestro trabajo cotidiano, con la incorporación de las primeras compañeras al trabajo en las cuadrillas operativas, y eso también nos convoca a integrarlas a la tarea gremial”.
Para Beccaría, éste es sólo un ejemplo de los cambios que se están registrando. “La capacitación, el uso de nuevas tecnologías, la evolución de la ciencia y la técnica, nos hacen ver la necesidad de involucrarnos en esos procesos para que los trabajadores siempre sean protagonistas en el manejo y control de un servicio esencial como es el de la electricidad. No hay vida moderna sin electricidad y los trabajadores del sector estamos llamados a ser custodios de ese derecho humano, porque la energía eléctrica es un bien estratégico de la Nación”.