“Siempre es posible renacer si lo hacemos entre todos. Siempre hay camino si somos capaces de conversar y de ponernos la patria al hombro. Este es un deseo que no sabe de grietas o partidos, es de un pueblo”, afirman los obispos argentinos, reunidos en la 122º Asamblea Plenaria, en curso en Pilar del 24 al 28 de abril, en un mensaje difundido con motivo de los 40 años de la recuperación de la democracia.
Los obispos ven “con dolor”, las posibilidades desaprovechadas, que durante estas cuatro décadas teníamos de construir “una Argentina pujante y feliz” y enumeran los padecimientos de “un pueblo que sufre” por “el agobio del desencanto”, “las promesas incumplidas”, “los sueños rotos”, “la falta de horizonte para nuestros hijos”, y exponen con angustia como “cada vez es más difícil poner el pan en la mesa, cuidar la salud, el miedo, la violencia y la agresión generalizada”, que son muestra de “la pérdida de los valores que sostenía la vida familiar y social” de la Argentina y si bien no pretenden ser “expertos en diagnósticos”, afirman que “recogen el lamento y las lágrimas de la gente que nos encontramos en nuestros pueblos”.
Sin embargo los obispos argentinos advierten que “la bronca y el cansancio no son buenos consejeros”, de ahí la invitación que hacen a “seguir confiando en el camino democrático con la esperanza de que estamos a tiempo. Siempre es posible renacer si lo hacemos entre todos. Siempre hay camino si somos capaces de conversar y de ponernos la patria al hombro. Este es un deseo que no sabe de grietas o partidos, es de un pueblo”, afirman.
“Por eso pedimos, rogamos a quienes poseen mayores responsabilidades que tengan la grandeza de pensar en el sufrimiento de muchos, más que en los intereses mezquinos”, escriben los prelados en su mensaje y subrayan que “la gente ansía caminar hacia un proyecto estratégico de desarrollo, que abra un horizonte de esperanza, dignidad, paz social, trabajo y prosperidad, privilegiando a los tirados al borde del camino”.
Los obispos concluyen invocando al Señor para que bendiga a nuestra Patria y a la maternal protección de la Virgen de Luján para “que no nos suelte de la mano”.
Texto completo del mensaje de los Obispos