La alta demanda de inquilinos supera la oferta de unidades habitacionales para alquilar en la ciudad de Santa Fe. A la demanda habitual de ciudadanos que buscan un inmueble para vivir, se suman los estudiantes que llegan desde distintos puntos del país para iniciar un nuevo ciclo lectivo en las universidades.
Ricardo Veglia, corredor inmobiliario, abogado y asesor legal de la Cámara Inmobiliaria de Santa Fe (CISFE), analizó la complicada situación con la que se encuentran las personas al buscar un inmueble para rentar. "Indudablemente padecemos una circunstancia que se viene arrastrando desde hace varios años: la demanda está superando a la oferta", aseveró Veglia.
-¿Con qué situación actual se encuentra una familia tipo o estudiantes que buscan un alquiler en Santa Fe?
-No hay propiedades disponibles, por lo menos en el rango que están buscando. En nuestro caso en particular, hemos tenido situaciones de estudiantes que van a empezar en marzo y han alquilado en noviembre del año pasado con el temor de no encontrar una unidad más adelante. Eso hace que los padres tengan que estar pagando cinco, seis meses de forma anticipada por una unidad que no se utiliza.
-¿Hay escasez de unidades disponibles?
-Sí, sobre todo la falta de viviendas estándar o económicas (casas y departamentos).
-¿Por qué pasa esto?
-El mercado constructivo se fue orientando hacia unidades de rango medio hacia arriba. Generalmente fastuosas, lo vemos en la zona portuaria, en el bulevar (Gálvez/Pellegrini) y se ha dejado de lado el departamento más estándar sin SUM, oficinas, guardias, y eso incide en este panorama. El problema es que la actividad universitaria, administrativa y comercial principal está en un determinado radio, donde los estudiantes y los empleados buscan unidades cerca de donde desarrollan sus actividades, con lo cual bajan el costo que es el transporte.
-¿Desde la Cámara realizaron alguna acción para revertir este panorama?
-Se llevan adelante gestiones. A veces no somos escuchados, en otros momentos se nos escucha parcialmente. Aquí lo que hay que incentivar es la construcción de unidades estándar, para el estudiante, el empleado de comercio o estatal, eso es fundamental.

Con meses de anticipación

Inmobiliarias de la capital provincial, integrantes de la Cámara Inmobiliaria de Santa Fe, comentaron a este medio el difícil panorama en el que está inmerso el rubro.
Eduardo Brigada, gerente de la firma Guastavino e Imbert, dialogó con este medio y sostuvo: "Por la poca oferta los padres de estudiantes se movilizaron y muchos alquilaron en noviembre", y agregó que en el período entre noviembre y enero, a una familia tipo que le toca buscar una propiedad "está en problemas porque tenemos un gran aluvión de estudiantes y máxime ahora con la post pandemia". Una experiencia similar tuvo el corredor inmobiliario Fernando Bonfanti, quien tuvo como clientes a estudiantes que "alquilaron tres meses antes porque sabían que estaba difícil conseguir".
Actualmente, al consultar a una inmobiliaria de la ciudad de Santa Fe sobre si hay disponible algún departamento, la respuesta es casi la misma en todas: "No tengo disponibilidad"; "Se va a desocupar uno en abril, pero hay lista de espera".
"La oferta es escasa y se trabaja mucho con las desocupaciones. Lo que se desocupa no alcanza ni a publicarse porque tenemos lista de espera", indicó Brigada. En consonancia, Bonfanti señaló que "lo que se vacía se alquila en horas, ni siquiera pasa un día porque hay una demanda muy fuerte y muy poca oferta. En cartel, en este momento, departamentos no tenemos para ofrecer".
Los valores para alquilar un departamento estándar de un dormitorio dentro de bulevares cuestan en promedio unos $ 70.000, a lo que hay que sumarle tasas y expensas. Mientras que en una unidad de dos dormitorios, el valor ronda entre los $ 90.000 y los $ 100.000 (más expensas y tasas).

Dificultades de la Ley

Una de las objeciones que plantea Veglia se refiere a las dificultades que contrae la vigente Ley de Alquileres. Al respecto, sostuvo que "es fundamental modificarla para terminar con este engendro que ha afectado tanto a inquilinos como propietarios".
Los problemas que enumeró el corredor inmobiliario, en referencia a la norma que regula los alquileres a nivel nacional, son: "Los plazos locativos que obligan al inquilino a celebrar un contrato de 3 años que encarece mucho los impuestos de sello, paga mayor cantidad de honorarios y demás. Ese plazo está generando muchísimos inconvenientes".
El otro punto es la actualización anual del valor del alquiler: "Una actualización de estos momentos del 90% es una barbaridad. En sí el problema no es el 90% de incremento sino que eso está inmerso en un contexto inflacionario, con pérdida del poder adquisitivo, sin capacidad de ahorro por parte de las personas, y si a eso le sumamos la escasez de vivienda, tenemos un combo explosivo".
Bonfanti también cuestionó la vigente norma y analizó: "La ley armó la 'tormenta perfecta'. Por un lado, te amplía los años de contrato (mínimo) de 2 a 3 años, en un contexto de estabilidad lo veo muy bien porque es un estrés para una familia tener que buscar una propiedad y mudarse, pero en este contexto social y económico no está bien. Y con la actualización anual por índice del INDEC más el RIPTE (remuneración promedio de los trabajadores estables), en un contexto de inflación de 6% mensual, los propietarios recién al año van a poder recuperar valor y los inquilinos al año van a sentir que van a tener que poner el doble. Todo esto trajo como consecuencia que los propietarios no vean el negocio en tener una propiedad para alquilar, entonces buscan vender, la sacan del mercado de alquiler, y por otro lado se genera una sobreoferta de inmuebles a la venta que hace que bajen los precios", y agregó que en definitiva: "No tenes viviendas para alquilar y las que hay son caras por la oferta y la demanda".

Aumentos de casi un 90%

Los inquilinos que firmaron un contrato de alquiler en marzo del 2022, en el vigente marzo 2023 tendrán un aumento estimado del 89%. Hay que recordar que la Ley de Alquileres establece que los aumentos de los contratos se rigen por ajustes anuales. Para ejemplificar este incremento, un inquilino que comenzó a pagar en marzo del año pasado $ 60.000 (monto que abonó durante 12 meses), ahora tendrá una actualización que llegará a los $ 113.400.
Este aumento se calcula según el Índice de Contratos de Locación (ICL) que publica todos los días el Banco Central, y contempla la variación de la inflación (según el Índice de Precios al Consumidor IPC del INDEC) y los salarios, de acuerdo con la RIPTE.

La experiencia de inquilinos

Liliana es mamá de una estudiante oriunda de Colón (Entre Ríos) que estuvo desde noviembre hasta marzo buscando un departamento para que viva su hija durante el cursado de sus estudios secundarios. Contó las peripecias que tuvo que atravesar hasta dar con un inmueble.
"Viajamos a Santa Fe unas seis o siete veces, recorriendo inmobiliarias porque conseguir particular es imposible. Las que consultamos nos decían que teníamos que esperar, no había departamentos y los precios muy elevados", contó Liliana.
Otra de las dificultades que se enfrentaban era el tema de los papeles de respaldo solicitados por las inmobiliarias. "La mayoría pide garantes de la ciudad y como nosotros somos de afuera se nos complicaba muchísimo. Además nos pedían que los garantes sean propietarios de inmuebles, teníamos que superar cierto monto de ingreso mensual sino no te alquilaban", recordó.
"Logramos conseguir uno que no era económico, pero no nos quedó otra. Para hacer el contrato nos pidieron dos garantes con un monto alto de sueldo, tuvimos que presentar escrituras de los inmuebles nuestros. Fue todo muy complicado y sobre todo para la gente de afuera que tiene que viajar muchas veces para concretar el alquiler", contó la entrerriana.
En el caso de Alejandro, ciudadano de Reconquista, también pasó por la experiencia de buscar alquiler para su hija en la ciudad de Santa Fe. "Fuimos a Santa Fe en enero, parábamos el auto, caminábamos, mirábamos para arriba y nada de alquileres. Buscamos en las inmobiliarias, en Instagram, grupos de Facebook, clasificados. Cuando encontrábamos algo, llamábamos un día y al otro el precio ya había aumentado".
"Todos te piden que veas el departamento, si vos no vas a verlo en el lugar no te alquilan. Nosotros siendo de Reconquista teníamos que ir hasta Santa Fe solo a verlos", indicó Alejandro y agregó que "si uno entra en las páginas de Facebook es un lamentar continuo y desesperación de la gente por conseguir algo".
Por fin, a mediados de febrero, dieron con una inmobiliaria que les consiguió un departamento de un dormitorio por el que pagan unos $ 50.000, sin contar los servicios y las expensas. Fuente: El Litoral