Así lo indicó el subsecretario de Salud, Diego Lanzotti, en la jornada de concientización por el Día Mundial del Linfoma.
Ayer, en el Punto Sano, ubicado en la Plaza 25 de Mayo, se realizó una jornada de concientización por el Día Mundial del Linfoma.
"Hoy sumamos en el Punto Sano la Concientización sobre el Linfoma. La idea es ir ejerciendo acciones concretas de salud y de prevención. Estamos en este lugar porque es donde nosotros, todos los días, trabajamos en la hipertensión arterial, diabetes, enfermedades que son silentes, que no tienen manifestación y que sin embargo entre el 20 y el 40 por ciento de la población las sufre sin saberlo", manifestó el subsecretario de Salud, Diego Lanzotti.
"El linfoma es una enfermedad de algún tipo de células en el organismo que se manifiesta de distintas maneras. La única forma es detectarlo precozmente, que es nuestro objetivo, porque no estamos en condiciones de prevenirlo, pero sí estamos preparados para hacer un diagnóstico oportuno que sirva para el tratamiento. Por ello, estemos atentos a los síntomas".
Además, agregó: "Esta enfermedad tiene entre 20 y 50 casos nuevos por año cada cien mil habitantes, lo que lo hace significativo, aunque no nos demos cuenta. Debemos tenerlo en cuenta a la hora de los controles, de los exámenes médicos y en el autoexamen de cada uno, cuando descubren que aparece algún síntoma".
"El linfoma es una enfermedad que afecta a todas las edades. Todos podemos colaborar al diagnóstico oportuno", resaltó.
"En Rafaela no tenemos números precisos de los casos, pero la idea es trabajar en conjunto. Venimos trabajando con familiares y ex pacientes, con el servicio público del Hospital y con la Agencia Provincial de Cáncer, tratando de hacer más efectivas las campañas de diagnóstico precoz y oportuno de estas enfermedades. Buscamos conocer números y saber a qué nos enfrentamos", cerró.
Prevención
Lanzotti estuvo acompañado por Carina Bustos, madre de una paciente que tiene linfoma. "Los síntomas de esta enfermedad son sudoraciones nocturnas, agrandamiento de un ganglio que generalmente está en la clavícula, en la base del cuello. Puede ser tórax, axila o ingle. También puede haber febrícula, baja de peso sin razón, tos. Esos son los principales", dijo Bustos.
"Normalmente, el linfoma no se detecta con un análisis común y corriente de sangre. Pero ante los síntomas, si se sufren por más de dos semanas, se debe concurrir a un médico clínico. Después, a un hematólogo, que es quien trata la enfermedad".
Con respecto a los pasos a seguir cuando se tiene algún síntoma, indicó que "se hace el análisis de sangre, una tomografía para ubicarlo y posteriormente se hace una biopsia para iniciar el tratamiento. En nuestro caso, mi hija comenzó con un bulto en el cuello y los primeros análisis le habían dado bien. Cuando ese bulto se agrandó, seguimos todos los pasos para encontrarlo".
En cuanto al acompañamiento, Carina Bustos, remarcó: "Es difícil para la familia. Es contención, y apoyo. Depende de cada paciente, porque algunos lo sobrellevan más fácil y hay otros que el tratamiento los deja muy mal, porque la quimioterapia no es sencilla. De igual manera, hay tratamientos que hoy en día son más suaves".
"Hay dos linfomas: de Hodking y no Hodking. Hay 60 subtipos de linfoma y las formas de tratarlos son variadas. Eso implica cómo afecta a cada paciente", finalizó.
Luces naranjas
Este 15 de septiembre, el municipio y el Monumento a la Madre, que se encuentra en el primer cantero de bulevar Hipólito Yrigoyen, se iluminaron de naranja. El objetivo fue concientizar y sensibilizar sobre la enfermedad del linfoma.
"Este tipo de acciones tiene como principal motivación concientizar y visibilizar esta patología, para el diagnóstico temprano y el éxito del tratamiento", enfatizó Lanzotti.