En 20 años los productores de Santa fe perdieron 55 mil millones de dólares. Pero esto es mucho mas grave, porque por el “efecto Multiplicador del gasto” hubiéramos generado el año pasado, un incremento de la actividad económica provincial de alrededor del 10% del PBG (Producto Bruto Geográfico), o 5.000 millones de dólares.
Tomando la quita directa e indirecta generada por las retenciones en 20 años los santafesinos perdimos mas de 110.000 millones de dólares.
¿Qué es el Efecto multiplicador?
Si los productores cobraran la producción sin retenciones, la destinarían a gastarla en sus pueblos y ciudades o a invertirla en equipos y construcciones en sus explotaciones, así, los que realizan las obras y fabrican los equipos, su vez vuelven a gastar lo que genera más actividad y gasto, lo que produce una multiplicación de la actividad económica.
En forma prudente estimamos un efecto multiplicador de 2, pero si fuéramos más optimistas, el índice podría ser 2,5 o 3, con lo que el impacto en el PBG de Santa Fe seria del 15% anual.
Esta cifra millonaria que todos los años pasa directamente al Estado Nacional, corta la rueda económica local que no genera gastos ni consumos en nuestra Provincia.
Tampoco genera empleo, ni construcción de casas, no se construyen rutas y calles, no se avanza la electrificaciónn urbana ni rural, no se avanza en conectividad urbana (la conectividad rural es casi nula), no se reponen las maquinarias agrícolas al ritmo que se necesitan (el parque se está envejeciendo año a año), no se invierte en la infraestructura de los campos, en definitiva, se pierde inversión, empleo y consumo.
Sin retenciones, en nuestra provincia, se crearían 50.000 empleos adicionales con lo que bajaríamos el desempleo actual a menos de la mitad.
Pensemos en el alivio social que se generaría por esta fuerte baja del desempleo. Recordemos que la situación social de Santa fe ha empeorado más que en el país. Hace 25 años la pobreza de Santa Fe era la mitad que el promedio nacional, ahora estamos en el promedio nacional, es decir que nuestra tasa de pobreza está creciendo más que el promedio. Esto pasa porque la economía de Santa Fe perdió capacidad de inversión privada.
A veces nos dicen que las retenciones son imprescindibles para mejorar las finanzas de nuestra provincia y de los municipios y comunas.
Al revés, por efecto de las retenciones cae la actividad económica en forma brutal y crónica (más de 20 años) y por ende cae la recaudación de impuestos y tasas de la provincia y de los municipios.
Sin retenciones la provincia de Santa Fe lograría una recaudación equivalente a duplicar su presupuesto de Obras públicas cada año. Pensemos los santafesinos que infraestructura tendría hoy nuestra provincia si en estos últimos 20 años hubiéramos construido el doble de obras públicas por cada año.
El aumento del consumo también hubiese mejorado la recaudación de recursos propios, de las arcas de los Municipios y Comunas, pudiendo disminuir impuestos, tasas, y hasta eliminarlos.
Las retenciones y las malas políticas nacionales y locales hacia la actividad agropecuaria, expulsaron a casi 100 mil productores en los últimos 20 años. Ex productores que terminaron alquilando o vendiendo sus campos a compradores de afuera del sector.
El sector agropecuario es el sector económico que mas se achicó en estos 20 años, sin que nadie se diera cuenta.
En Santa fe, según los datos del INDEC, entre los dos censos agropecuarios perdimos el 29% de los productores, siendo una de las provincias que más productores perdió.
Como consecuencia, en estos 20 años crecieron la pobreza y la indigencia, la economía está estancada y no tenemos reservas para pagar las importaciones mínimas.
Esta muy instalado en el imaginario político que las retenciones son imprescindibles para que no aumente el precio de los alimentos.
Nuestros vecinos no tienen retenciones y los alimentos no aumentan, y es bueno recordar que en Argentina el principal costo en la producción de alimentos es el impositivo. Los alimentos tienen una carga tributaria (de impuestos nacionales, provinciales y municipales) de casi el 40%. Esto teniendo en cuenta las tasas directas como los costos indirectos generados por el encarecimiento de costos de insumos para lo producción y distribución de alimentos (por ejemplo los fletes camioneros).
¿Qué hacen nuestros vecinos?
En Paraguay, Brasil, Uruguay y Bolivia, países, tanto con gobiernos progresistas, como Lula, Russeff, Evo, Tabaré, Lugo o Mujica o con gobiernos de otras orientaciones, no hay retenciones.
Tampoco diferencial cambiario ni restricciones comerciales.
Nuestros vecinos se están desarrollando sin retenciones, independientemente de la bandera política de sus gobiernos, para todos, el desarrollo del agro es una “Política de Estado”.
En estos países la cantidad de pequeños productores crece año a año. Crece la economía, crece muy fuerte la exportación y se terminaron las crisis de falta crónica de divisas, generaron empleo, bajaron la pobreza, la indigencia, bajaron la inflación y en definitiva sin retenciones mejoran la vida a su gente.
Nuestros políticos
El Gobernador y todos los partidos políticos santafesinos no toman conciencia de esta verdadera hecatombe económica y social.
Los políticos santafesinos desde el 2001 miran las retenciones como si solo fueran un problema de los productores con el Gobierno Nacional en donde la política local no sufre consecuencias.
Como si fuera solo un problema entre los productores y el Estado Nacional.
Incluso, la mayor parte de los políticos, piensa que el campo tiene rentas extraordinarias por lo que las retenciones son justas.
No saben que la información oficial muestra que ni la agricultura ni la ganadería tienen rentas extraordinarias, muy por el contrario, los trabajos técnicos oficiales muestran claramente que la renta agraria es más baja que la renta general de la economía.
La baja rentabilidad agraria, coincide con la información oficial de todos nuestros vecinos y países productores importantes del mundo.
Esta confusión de nuestros dirigentes ha generado confusión en la ciudadanía que en muchos casos acepta las retenciones pensando que mejoran la situación de nuestra provincia.
Muchos de nuestros políticos se convencieron que si se eliminan las retenciones crece el déficit fiscal.
Pero cuando nos preguntamos adónde va la plata de las retenciones, vemos por ejemplo que el “Régimen de Tierra del Fuego” se lleva casi todo lo que se le saca a los productores santafesinos por retenciones, con el agravante que además los consumidores pagamos la electrónica con un 40% de sobreprecio con la escusa que de esta forma se fortalece el desarrollo industrial.
Desarrollo industrial que solo beneficia a 7 empresas armadoras que generan apenas 7.000 empleos, sin pensar que en Santa fe podríamos generar sin retenciones, más de 50.000 empleos nuevos en un año.
Estas 7 empresas, sin que nuestros políticos se den cuenta, nos sacan a Santa fe fondos de coparticipación, porque no pagan ganancias y se quedan con el IVA que facturan.
Diferencial cambiario ni restricciones comerciales
No podemos dejar de recordar la destrucción de todo el tejido productivo industrial, agropecuario y de servicios que genera la manipulación cambiaria y que está paralizando nuestra capacidad exportadora.
Tampoco podemos dejar de recordar la perdida (no estimada con precisión) que genera en el agro la manipulación de precios y cierres de mercados que potencia el combo que está hundiendo al agro de nuestra provincia.
Políticas gravísimas que solo mencionamos para no extendernos.
Dentro de pocos días elegiremos a nuestro futuro Gobernador, también elegiremos a nuestros diputados y senadores.
Necesitamos discutir la principal traba al desarrollo de santa Fe. Necesitamos discutir con datos como desarmar toda esta maraña que nos está empobreciendo.