Opinión

Larreta adelanta la interna por la candidatura


Irrumpe en la escena mediática con una sucesión agotadora de entrevistas; Macri no se queda atrás y, menos, Patricia Bullrich; Manes avanza más sigiloso.





Por Pablo Sirvén - Copar el centro (y también los costados) del escenario mediático hasta saturar y que no quede resquicio libre por donde no se lo haya visto. Esa es la estrategia principal del equipo de comunicación de Horacio Rodríguez Larreta que, en la semana que pasó, cumplió con una agotadora agenda.
Veamos: domingo pasado, entrevista en Clarín, el lunes habló con Eduardo Feinmann (Radio Mitre), Ernesto Tenembaum (Radio con vos), María Laura Santillán (CNN Radio), Jonatan Viale (LN+) y Viviana Canosa (A24); el martes se prestó a las preguntas de María O'Donnell (Urbana Play), Florencia Halfon (Futurock), Paulo Vilouta (La Red), Cristina Pérez (Radio Rivadavia), Jorge Rial (Radio 10) y Chiche Gelblung (Radio del Plata); el miércoles fue el turno de Jorge Fontevecchia (Radio Perfil) y de A dos voces (TN), el jueves apareció por el micrófono de Marcelo Longobardi (CNN Radio), el viernes dialogó con Lucas Morando (LN+); el sábado, con Marcelo Bonelli (Mitre), Nacho Girón (CNN Radio) y cerró el domingo con Luis Majul (LN+).
En su visita a Chubut, además, atendió a los medios locales, y también salió por emisoras cordobesas por el show de la Mona Jiménez en el Obelisco, que fue auspiciado por el gobierno porteño.
Así pretende maximizar y potenciar unas salidas con otras en programas de buen encendido que le posibilitan asomarse a públicos diferentes.
Luego "se guarda" nuevamente hasta la siguiente gira mediática. Eso les permite a sus asesores preservar al virtual precandidato presidencial del Pro de tener que opinar sobre cada tema de la compleja coyuntura diaria.
Su principal competidora en esa interna, Patricia Bullrich, tiene una estrategia diametralmente opuesta ya que es una presencia constante y sin interrupciones en los medios y, especialmente, acepta todas las invitaciones cuando surgen polémicas potentes en las que le gusta terciar, y solo se guarda un poco cuando los temas se empiezan a repetir mucho.
Pero más que con Bullrich, la pulseada mediática pareció establecerse en estos días entre el jefe del gobierno porteño y Mauricio Macri.
Repasemos ahora la agenda del exmandatario: lunes, con Joaquín Morales Solá (TN); el martes recibió a Viviana Canosa (A24) y el domingo, a José Del Río (LN+). Entremedio dio varias entrevistas radiales a emisoras de Santa Fe, Córdoba, Chubut, Uruguay y Brasil. Y seguirá esta semana con medios norteamericanos, antes de emprender un nuevo viaje hacia Dubai y Qatar por sus compromisos con la FIFA.
Aunque con menor intensidad mediática que Larreta, la palabra de Macri se viraliza más por ser expresidente, por el mayor voltaje de sus declaraciones y porque el actual jefe del Estado, Alberto Fernández, siempre lo tiene muy presente en sus discursos lo que ayuda, paradójicamente a sostener su centralidad en la política argentina.
En Juntos por el Cambio, Macri viene jugando, por el momento, un papel de ordenador y hasta a veces de bombero (cuando debe sosegar las ínfulas de Gerardo Morales o apagar rápido ciertos chisporroteos entre Larreta y Bullrich). En su paso por Agroactiva, en Amstrong, y por Rufino, donde caminó la ciudad, asombró por el nivel de adhesión callejera que recogió. De momento, Macri no define si será candidato o no el año próximo y solo se concentra en fortalecer no solo al Pro sino a la pacífica convivencia con los otros dos partidos de ese frente opositor, la Coalición Cívica y, particularmente, con la Unión Cívica Radical, que viene expresando una muy firme vocación de colocar a uno de los suyos en la vanguardia de la carrera presidencial.
En esas filas, Facundo Manes está ganando la delantera, con perfil más bajo, no sólo por el aval que le dio la Convención Nacional del partido, que se reunió días atrás en La Plata, sino porque quedó al frente de la misma su hermano Gastón, como parte de una lista de unidad.
Las apariciones en la prensa de Facundo Manes se inscriben en lo que sus asesores definen como "ecumenismo mediático" (de C5N a LN+). Pero su fuerte es "bajar al territorio" con sus continuas incursiones por el Conurbano y el interior. Sabe acortar distancias con la calidez de un médico casi rural, además, ampliamente conocido por sus best sellers sobre el cerebro, que por sus capacidades como político que está haciendo sus primeros pasos. Si se consolida y avanza en la interna, logrando el milagro de derrotar al aparato del Pro en las PASO, podría llegar a polarizar fuerte con el libertario Javier Milei, oponiendo a su discurso indignado, otro que plantee ideas y soluciones más factibles y menos extremas. Manes rehuye de las polémicas sin fin que hoy monopolizan la verba inflamada de algunos dirigentes y las ásperas pantallas politizadas de la TV.
Igual, falta mucho y esto recién empieza.


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