09.38 Según el trabajo de Zuban Córdoba y Asociados, el 74% de los argentinos cree que los problemas que ha mostrado la democracia son culpa de los políticos. En la misma línea, el 68% asegura que el gobierno no escucha a la ciudadanía.
Entre el 17 y el 21 de diciembre, la consultora Zuban Córdoba y Asociados realizó su última encuesta del año. La misma abordó diferentes ejes y confirma la imagen negativa del 63% de Alberto Fernández. También muestra que si las elecciones fuesen mañana, el espacio mejor posicionado es Juntos por el Cambio con el 39,1% contra el 33% del Frente de Todos. Pero lo que se destaca en este trabajo es el hartazgo de la ciudadanía con la dirigencia política.
El 74% de los encuestados cree que el problema de la democracia son los políticos. "En la política no hay consenso entre sus dirigentes, ni proyectos que tiendan a hacer de la Argentina un país creíble. El factor confianza reina por su ausencia y así nos hace saber la comunidad internacional", analiza Marcelo Aguaysol, editor y columnista de La Gaceta de Tucumán.
Si bien un 61% mostró cierta insatisfacción con la democracia argentina, el 85% asegura que "la democracia es el mejor sistema de vida que tenemos". Y más del 75% sostiene que debe seguir siendo obligatorio el voto. En realidad, lo que queda claro es que la ciudadanía atribuye a la dirigencia política las deficiencias de la democracia.
Incluso, desde Zuban Córdoba y Asociados preguntan el nivel de acuerdo con la frase "me es indiferente lo que hacen o no hacen los políticos" y el resultado es contundente. El 86% dejó claro que no le es indiferente.
Otra arista que explora la encuesta tiene que ver con la carga impositiva. "¿Cuál es su nivel de satisfacción respecto al sistema impositivo del país?", fue la pregunta y el resultado fue lapidario: el 76,8% no está satisfecho y el 4,9% no sabe.
El 70,6% aseguró que cree que al país le va a ir bien cuando existan menos impuestos. Pero agrega que si existiese menos corrupción o mejores servicios un 63% dijo que pagaría más impuestos. Esto demuestra que no solo existe una asfixia impositiva, sino sobre todo una falta de confianza sobre el uso que se da a ese dinero.
El 66,9% de los encuestados entiende que lo que recauda el Estado no es bien invertido. Otro dato es que el 66,5% se queja de que en el país no hay beneficios para los que pagan al día sus impuestos. (Mdzol)