La Sociedad Rural de Santa Fe apoya y felicita al Gobierno Nacional, que ha decidido poner fin a una situación abusiva que afectaba a nuestro sector ganadero.
Desde que se reintrodujo la vacunación obligatoria de aftosa en nuestro país, hace aproximadamente 20 años, ha existido un solo proveedor de la misma, el Laboratorio Biogénesis Bagó. Recientemente se incorporó un nuevo proveedor, el Laboratorio CDV- Centro de Diagnóstico Veterinario.
Ambos proveedores de la vacuna la vendían al mismo precio, generando en los hechos una cartelización de la venta hasta el día de hoy, a un valor que perjudica a nuestros productores ganaderos, quienes están pagando por cada dosis el doble y hasta el triple del monto que pagan nuestros colegas brasileños, paraguayos, bolivianos y uruguayos.
En Uruguay, además, es el Estado el que centraliza las compras en una licitación internacional y posteriormente les entrega gratuitamente las vacunas a sus productores ganaderos.
En nuestro caso, el Senasa hasta ahora impedía el ingreso y la importación de las vacunas que se fabricaban en los laboratorios de Brasil y de Paraguay. Para esto, se amparaba en una característica distintiva de la vacuna argentina, que consiste en que la nuestra tiene 4 Cepas y la del resto del Mercosur solo 2 Cepas.
Esta vacuna de 2 Cepas que se aplica en el resto de Sudamérica, ha dado resultados positivos y satisfactorios en lo relativo al control de la enfermedad. A tal punto que Brasil está a punto de dejar de vacunar en buena parte de su territorio, y Paraguay también.
Con relación a su precio, cuando una dosis de vacuna en Brasil cuesta 35 centavos de dólar, en Argentina la vacuna de Biogénesis Bagó y/o de CDV vale 2 dólares. Un verdadero despropósito, que le ha generado a los laboratorios argentinos una ganancia desmesurada, en un contexto monopólico en el no tenían ninguna competencia.
Por lo tanto, desde nuestra Sociedad Rural manifestamos nuestra más profunda satisfacción por la decisión tomada por el Gobierno Nacional, como así también por la forma expeditiva en que reaccionó la nueva conducción del Senasa, que en muy poco tiempo dio por terminada esta situación perjudicial para nuestra producción ganadera.