08.40 La salud de la reina despertó las alarmas en el Palacio de Buckingham. A regañadientes, decidió cancelar un viaje que tenía previsto a Belfast.
La reina Isabel II (95 años) deberá hacer reposo y no realizar ningún tipo de actividad física o protocolar por recomendación médica, informaron fuentes del Palacio de Buckingham este miércoles. De acuerdo a los allegados a la monarca, la cabeza de la realeza británica tomó de “mala manera” la indicación de los profesionales de la salud.
En un comunicado, Buckingham dijo que a la Reina se le ha aconsejado descansar durante “los próximos días”. Una fuente cercana al núcleo de la Familia Real dijo que la decisión médica nada tiene que ver con COVID-19, descartando así posibles trascendidos, de acuerdo a la cadena de noticias CNN.
“Su Majestad está de buen humor y está decepcionada por no poder visitar Irlanda del Norte, donde tenía previsto realizar una serie de compromisos hoy y mañana. La Reina envía sus mejores deseos al pueblo de Irlanda del Norte y espera poder visitarla en el futuro”, señala el comunicado oficial.
Sin embargo, no es la primera de las recomendaciones respecto a su salud que escuchó Isabel II en las últimas semanas. Hace pocos días, se conoció que deberá terminar con un tradicional gusto que se daba todas las noches: tomar unas copas de alcohol. También se la vio por primera vez con un bastón en un acto público, algo sumamente inusual y que despertó diversos comentarios en el Reino Unido.
Alcohol
Aunque por protocolo tiene prohibido beber en público, a puertas cerradas se sabe que disfruta de los aperitivos. En agosto de 2017, Darren McGradi, cocinero en el Palacio de Buckingham durante 11 años, revelaba en una entrevista con el mismo medio que Isabel II tomaba cuatro bebidas alcohólicas al día, una práctica muy similar a la de su madre, la Reina Madre.
La primera, poco antes de la cena, una ginebra con Dubonnet, una rodaja de limón y mucho hielo. Luego un dry Martini para acompañar sus comidas, que terminan con una onza de chocolate y una copa de vino. Y una copa de champán antes de irse a la cama. Ese ritual lo mantuvo durante décadas, algo que compartía con el fallecido Duque de Edimburgo. Sin embargo, ahora las cosas estarían cambiando. Los médicos que velan por la salud de la monarca le habrían pedido que dejará de consumir esas bebidas.
“A la Reina le han dicho que deje de beber por la noche, que suele ser un Martini”, comentó esta misma fuente como cita el Daily Mail. “No es una gran bebedora pero parece un poco injusto que en este momento de su vida tenga que abandonar uno de sus pocos placeres”, agrega.
Esta indicación es preventiva de cara al 2022 cuando se sucederán un sinfín de actos con motivo de la celebración del Jubileo de Platino el próximo junio. “El alcohol se ha acabado, sus médicos quieren asegurarse de que esté lo más en forma y saludable posible”, confirmó una segunda fuente.
Bastón
Por primera vez, la reina Isabel II apareció el martes 12 de octubre usando un bastón en un acto público, durante su asistencia a un servicio religioso en la abadía de Westminster, en el centro de Londres, con motivo de la conmemoración del centenario de la organización benéfica de las Fuerzas Armadas Royal British Legion.
Según fuentes de palacio, la soberana, de 95 años, empleó el bastón “para su comodidad”, cuando salió del coche para entrar en el templo y de nuevo después al dejar la abadía. Además, la monarca no hizo su entrada por la puerta habitual sino por otra que quedaba más cerca de su asiento.
A pesar de su avanzada edad, esta es la primera vez que Isabel II usa un bastón en un acto oficial de este tipo, aunque en 2003 y 2004 la reina asistió a una serie de compromisos con uno durante meses después de someterse a una operación en la rodilla derecha para extirpar un cartílago desgarrado. Entonces, según recuerda The Daily Mail, fue la primera vez que la reina pasó una noche en el hospital desde 1982, cuando le extrajeron una muela del juicio. Entre las ocasiones en las que se la pudo ver ayudándose del bastón se encuentran una visita a Belfast con el príncipe Felipe en febrero de 2003, un servicio el día de Navidad, en Sandringham, en diciembre de ese mismo año y una visita al barco Queen Mary II, en Southampton, en enero de 2004. (Infobae)