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La otra cara de la moneda

La falta de dólares para afrontar la importación de insumos claves está al rojo vivo.

La industria automotriz vive tiempos de escasez e incertidumbre. Y aunque no es la primera vez que se padece esta situación, esta vez las bofetadas llegaron una detrás de la otra. Primero fue la pandemia, luego la falta de semiconductores, las complicaciones de la cadena logística y ahora las dificultades para importar insumos, a raíz de las restricciones cambiarias.
De hecho, la falta de dólares a nivel país para afrontar la importación de insumos claves para la producción está al rojo vivo. Y aunque el Gobierno ha implementado medidas para reforzar las reservas, como la instauración del dólar soja durante septiembre, las divisas apenas si derraman hacia el segmento productivo. Todo está contado. No sobra nada.
Como suele ocurrir, una noticia puntual que gana los principales titulares termina por develar la problemática general que fluye subterránea, inadvertida. De alguna manera, la falta de neumáticos que obligó a parar la producción en algunas plantas resultó la excusa perfecta para abordar un tema que es mucho más amplio: la escasez de repuestos en toda la industria.
"Nosotros hace bastante tiempo hemos advertido que el esquema que tenemos hoy de restricciones para pagar al exterior y hacer frente a los compromisos asumidos con los proveedores de afuera iba a generar inconvenientes y los está generando", enfatiza Juan Cantarella, gerente general de la Asociación Argentina de Fábricas de Componentes (AFAC).
Y agrega: "Lo que pasa es que hasta el momento, a través de diversos mecanismos y de mucho esfuerzo por parte de las empresas, se busca minimizar el impacto de esas restricciones. Hoy por hoy nos hemos encontrado con muchos casos en los que la actividad productiva no se ha parado, pero sí hubo toda una serie de ineficiencias por faltantes parciales que la hacen perder productividad y competitividad. Y ni digo lo que hace perder en cuanto a la previsibilidad".
En su afán por buscar soluciones, la entidad presentó la plataforma Sistema Único de Autopartes (SUAP), que permitirá a los fabricantes de autopartes y accesorios cargar sus piezas en un solo lugar donde se puedan identificar los repuestos de cada vehículo que circula en el país. Para lograrlo propone un catálogo unificado que da soporte a los fabricantes para ofrecer información sobre las partes y así ponerlas a disposición de los diferentes eslabones, como distribuidores, casas de repuestos, talleres mecánicos y usuarios del vehículo.
Cantarella explica que hay algunos autopartistas focalizados en mercados de reposición que desde hace décadas participan en ferias internacionales para los que la actividad de exportación es relevante. Hoy prefieren no ir a una feria porque si llegan a conseguir exportaciones no tienen la certeza de contar con los insumos para cumplir con esos compromisos. Así, indirectamente también se termina afectando el potencial de generar divisas que son escasas.
En medio de este escenario, las automotrices decidieron hacer causa común y encolumnarse detrás del sello de la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA), de la cual son miembros. "Todo es muy polite con el Gobierno, pero seguimos reclamando que larguen los dólares para pagar las importaciones".
Quienes durante el tira y afloje del Gobierno con el sindicato del neumático le dieron crédito a la amenaza de Sergio Massa de abrir la importación para solucionar el conflicto y, de paso, disciplinar los precios, no tienen en cuenta que el mecanismo, que podría extrapolarse a otros rubros, requiere de dólares contantes y sonantes. Y eso, justamente, es lo que no hay.

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