Frío-Raf es una empresa rafaelina dedicada a la refrigeración industrial que celebra más de 60 años de trayectoria. Fundada en 1963 por Juan Estanislao Szewc, quien recientemente falleció dejando un gran legado, una firma que logró consolidarse como líder en el mercado argentino y ha expandido su presencia en Latinoamérica. Frío-Raf fabrica, instala y da servicio post venta a industrias alimenticias, de bebidas, química, petroquímica, y centros logísticos refrigerados, entre otros.
Antes de la fundación de la empresa, la historia de la familia Szewc merece ser contada. En 1903 nació Francisco Szewc en Warcholy, Polonia, seguido por su esposa Stanislawa Gawryz en 1906. Su hijo, Juan Estanislao Szewc, nació el 23 de noviembre de 1927 en la ciudad de Nisko. Francisco se dedicaba a hacer embutidos y Stanislawa atendía las necesidades del hogar en medio de una difícil situación económica.
Cuando Juan tenía solo 21 días, su padre partió hacia Argentina en busca de un futuro mejor, mientras su esposa e hijo se quedaron en Polonia. Francisco llegó a Buenos Aires en 1928 y, tras pasar un tiempo en el Hotel de Inmigrantes, comenzó a trabajar en diversos lugares, instalando más tarde una carnicería en San Cristóbal, Santa Fe. En 1937, viendo la inminencia de la guerra en Europa, Stanislawa y Juan emigraron a Argentina, donde se reunieron con Francisco.
La familia Szewc se estableció en San Cristóbal, donde Juan comenzó a trabajar desde muy joven. En 1940, se mudaron a Rafaela, una ciudad que empezaba a destacar por su actividad agrícola, comercial e industrial. Juan estudió en la Escuela Industrial de Varones Guillermo Lehmann, donde se graduó como tornero mecánico en 1946. Comenzó a trabajar en el Frigorífico Rafaela, donde adquirió gran parte de sus conocimientos en refrigeración.
Fundación de Frío-Raf
En 1956, Juan Szewc formó una sociedad para realizar trabajos metalúrgicos, que después se disolvió, llevando a la creación de Metal-Cor en 1959. Finalmente, en 1963, fundó Frío-Raf, una metalúrgica especializada en refrigeración industrial. La empresa comenzó con cuatro operarios en un pequeño galpón de 60 metros cuadrados y fue creciendo gracias a la calidad de sus productos y el boca a boca entre clientes satisfechos.
Durante los años 70, Frío-Raf amplió su alcance, atendiendo a frigoríficos e industrias de variados rubros en todo el país. Juan Szewc se benefició de la colaboración del Ingeniero Luis Teodoro Zamaro, quien compartió sus vastos conocimientos en refrigeración. La empresa se consolidó como líder en el sector y comenzó a exportar sus productos.
En la actualidad, Frío-Raf cuenta con una planta industrial de 10,000 metros cuadrados, equipada con tecnología de punta y certificaciones internacionales. Su equipo de más de 100 empleados se encarga de la venta de compresores, y de la fabricación condensadores, evaporadores, y otros equipos de refrigeración. Además, ofrece proyectos llave en mano y servicios post-venta, incluyendo asistencia remota y capacitación a operadores.
Un legado Familiar
Juan Estanislao Szewc, falleció a los 96 años. Su vida entera fue de profunda dedicación y amor por todo lo que hacía. Esa fuerza materializó un legado e inmortalizó su figura dentro de la empresa. Hoy sus hijos, Francisco y Fernando, están al frente de Frio-Raf con la misión de seguir creciendo y mejorando día a día. Esa dedicación y los valores inculcados por Juan fueron transmitidos a las generaciones siguientes y responden al porqué tras seis décadas la compañía ocupa un lugar de protagonismo en su sector.
Y que mejor que este cierre, con palabras que alguna vez pronunció Juan Szwec, para inmortalizar su memoria: «Más allá de la posición económica que haya logrado alcanzar, me siento tranquilo de haber podido transmitir a mis hijos una forma de vida simple, honesta y responsable. Me alegra haber podido darles la oportunidad de estudiar y desarrollarse, y estoy orgulloso de ver a mis nietos encaminados por el mismo rumbo que siguieron sus padres. La única forma de progresar es con trabajo».
Fuente: Punto Biz