Locales

"La ciencia demostró que la mente es un emergente de la actividad cerebral"


Es la mirada del joven psicólogo Juan Riboldi en un encuentro con CASTELLANOS. Cursa un Doctorado en Ciencias Biológicas. Trabaja en el Laboratorio de Memoria en la Facultad de Medicina de la UBA. "Intentamos describir cuáles son los mecanismos neurobiológicos que subyacen a los procesos de memoria", destaca.





El rafaelino Juan Gabriel Riboldi es licenciado en Psicología (UCES Rafaela) y está cursando un doctorado en Ciencias Biológicas (UBA-CONICET), siendo el título de la tesis "Impacto de la glia en la formación y persistencia de una memoria espacial".
"La glia son células no neuronales dentro de las que se encuentran astrocitos, oligodendrocitos, microglia, entre otros. Durante mucho tiempo estas células eran consideradas como células de soporte a las que sólo se les atribuían roles pasivos, no se pensaba que estén involucradas en procesos mentales superiores como la memoria. Hoy sabemos que tienen un impacto en estos procesos y eso es puntualmente lo que estoy estudiando en el laboratorio", aclara en la entrevista con un cronista de CASTELLANOS.





-¿Cuáles son las bases celulares de la memoria?
-Todas nuestras memorias se encuentran en el cerebro. Podemos tener memorias con un componente declarativo, más ligadas a lo episódico, semántico y espacial, y memorias no declarativas, que tienen que ver más con lo procedimental, aquello que realizamos siguiendo un plan motor. Hace un tiempo la ciencia ha demostrado que estas memorias, que son fundamentalmente distintas, también tienen un sustrato anatómico diferente, es decir, dependen de áreas cerebrales distintas. Por ejemplo, el recuerdo sobre un episodio significativo de mi vida depende de estructuras temporales mediales, como el hipocampo, mientras que la memoria de lo que debo realizar para manejar un auto o escribir, dependen de estructuras más profundas, como el estriado y el cerebelo, ligadas a la planificación y ejecución de planes motores. Las memorias pueden diferir en cuanto a su duración. Existen memorias de corto término, que dependen de la actividad constante de cierto grupo de neuronas. Cuando esta actividad cesa, la información se pierde. Por otra parte, existen memorias de largo término, que requieren de ciertos mecanismos moleculares para su consolidación, como, por ejemplo, la síntesis (o producción) de proteínas. A partir de la síntesis de nuevas proteínas, las neuronas involucradas en un aprendizaje, que luego se convertirá en una memoria, se fortalecen y pueden convertirse en el soporte físico de esa memoria.
-¿Cuál es la importancia de los recuerdos en las personas?
-El valor que tienen nuestros recuerdos es inestimable. Es completamente posible aseverar que somos nuestros recuerdos, todo aquello que podemos almacenar en forma de memoria, y luego traer al presente. Voy a tomar algunas palabras de Rodrigo Quian Quiroga, quien nos dice que la memoria ocupa un rol protagónico, porque define quienes somos. Si se perdiera la capacidad de escuchar y, a raíz de esto, se comenzara a usar un implante coclear, se seguiría siendo la misma persona. Si a partir de un accidente, se pierde un brazo y se reemplaza con una prótesis, la persona seguiría siendo la misma. Llevando el argumento al extremo, mientras el cerebro y los recuerdos sigan siendo los mismos, aun cambiando cada parte del cuerpo de alguien, seguiría siendo la misma persona. Al contrario, si esa misma persona sufre Alzheimer y sus memorias comienzan a distorsionarse, decimos que "ya no es el mismo". El problema surge cuando ciertas memorias se vuelven patológicas. Por ejemplo, cuando un paciente desarrolla un cuadro de estrés postraumático a raíz de una situación que origina el cuadro. Aquí, lo que ocurre es que un recuerdo se ha consolidado con tal fuerza, que no puede ser atenuando, y puede ser el generador de estos trastornos. Hace tiempo que la ciencia está trabajando en nuevos tratamientos para tratar de reducir el carácter patológico de estos recuerdos.
-¿Cómo mantener vivos los recuerdos?
-Cualquier cosa que queramos aprender y perfeccionar debe ser entrenada. Hoy sabemos que, para aprender algo de la mejor manera, se requiere de entrenamientos espaciados y no masivos. Por ejemplo, si tengo que estudiar para un examen, es mejor espaciar las sesiones de estudio durante los días previos al examen, y no tener una única sesión de estudio. La ciencia ha demostrado que los entrenamientos espaciados son superiores que los masivos cuando se quiere aprender y memorizar algo. También hay cosas que son más fáciles de recordar, como aquellas que tienen un componente emocional. Ya sea una fecha especial, un aniversario, el nacimiento de un hijo, como también cosas negativas, por ejemplo, un accidente o un fallecimiento. En este caso se encuentra involucrada otra estructura de nuestro cerebro, la amígdala.
-¿Cuál es el aporte de la psicología en las ciencias médicas?
-La psicología es una ciencia médica. Debemos dejar atrás el dualismo cartesiano que separa entre cuerpo y mente, el cual no hace más que perpetuar una escisión entre lo físico/orgánico y lo psicológico. La ciencia ha demostrado hace mucho tiempo que la mente es un emergente de la actividad cerebral, es decir, que es incorrecto aseverar que la mente es una cosa y el cerebro otra. Una surge de la otra. Se ha demostrado que la psicología científica, porque no todas las corrientes dentro de la psicología lo son, puede generar herramientas altamente eficaces para el tratamiento de diversos trastornos. Debemos entender que la psicoterapia es un tratamiento biológico, que produce cambios físicos -duraderos y detectables- en el cerebro.
-¿Cuál es el aporte de las neurociencias en la psicología?
-Las neurociencias se constituyen a partir de los aportes de diversas disciplinas, como la medicina, la biología, la física y la psicología, entre otras, a partir de los cuales se busca llegar a una comprensión cabal del funcionamiento cerebral. Si podemos entender el funcionamiento del cerebro, será posible en el futuro dar respuesta a enfermedades para las cuales hoy no existe cura. Entonces, retomando un poco lo que venía comentando, si consideramos que lo mental y también la conducta son emergentes del funcionamiento cerebral, las neurociencias tienen mucho que ofrecerle a la psicología, y viceversa.
-¿Constituye un complemento del psicoanálisis?
-No. Aquí es donde se produce una gran discusión entre el psicoanálisis y la psicología científica. Debemos dejar en claro que el psicoanálisis no es ciencia, es una teoría basada en la observación clínica y se ha permitido realizar ciertas aseveraciones para las cuales no ha encontrado respaldo. En cambio, la terapia cognitivo conductual (TCC), por ejemplo, ha demostrado ser muy eficaz para el tratamiento de diversas patologías como los trastornos de ansiedad y depresivos, entre otros, a veces en combinación con un tratamiento psicofarmacológico o sólo mediante la aplicación de un tratamiento psicoterapéutico. También la neuropsicología, que se encarga de establecer un diagnóstico basándose en los efectos que una lesión del sistema nervioso tiene sobre la conducta, para así plantear un tratamiento acorde a las necesidades del paciente. Creo que es muy importante resaltar las diferencias entre las terapias con eficacia comprobada y aquellas que no han sido probadas científicamente, para que los pacientes puedan tomar decisiones informadas acerca de que terapias o tratamientos deben seguir de acuerdo a aquello que los aqueja.
-¿Cuál es el trabajo que realizan en el laboratorio?
-Actualmente, me desempeño en el Laboratorio de Memoria en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, bajo la dirección de la Dra. Haydeé Ana María Viola, y en colaboración con los doctores Jorge Medina, Diego Moncada, Fabricio Ballarini y Cynthia Katche. Intentamos describir cuáles son los mecanismos neurobiológicos que subyacen a los procesos de memoria, es decir, que células y que mecanismos moleculares son requeridos para formar recuerdos o para olvidarlos. Esto es importantísimo para generar un conocimiento básico sobre estos procesos, que en el futuro pueden ser muy valiosos para la comprensión de lo que ocurre en ciertas patologías, por ejemplo. Para eso, realizamos experimentos de farmacología conductual con animales de laboratorio. Es importantísimo que un país como el nuestro, con una economía en vías de desarrollo, apueste fuertemente al desarrollo científico y tecnológico, ya que existe una relación positiva entre la inversión continuada en investigación y desarrollo y el crecimiento económico, por lo que es posible aseverar que los países que mas invierten hoy en ciencia, serán los países ricos de mañana.


ciencia Conicet Juan Riboldi locales psicología

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web