20.55 La candidata del tándem Pepe Albistur-Alberto Fernández recorre las principales ciudades de la provincia de Buenos Aires con mensajes optimistas y poco eco entre los votantes decepcionados del oficialismo.
El nuevo “mariscal de campo” de la campaña bonaerense del oficialismo, Antoní Gutiérrez- Rubí, trazó una imaginaria línea roja más allá de la cual no se puede descender en cantidad de votos a obtener, para que el Frente de Todos no implosione el día después de las elecciones legislativas, previstas para el 14 de noviembre, que cuentan con un pronóstico muy poco alentador para el Frente de Todos.
Al igual que sucede en las guerras cuando un general sufre una derrota categórica en un frente de batalla es rápidamente relevado por un superior al que convocan en carácter de urgencia.
El general relevado es el publicista Enrique “Pepe” Albistur y el estratega convocado es el catalán Gutiérrez-Rubí que ha decidido sacar a la ruta a la principal candidata del Frente de Todos, Victoria Tolosa Paz, que en pocos días deberá recorrer Mar del Plata, Bahía Blanca, sostener encuentros en el Conurbano, hablar con vecinos en su pago chico, La Plata e intentar transmitir supuestas buenas noticias económicas a un electorado que ha decidido darle la espalda a los candidatos del gobierno molestos, principalmente, por la inseguridad, la caída de la actividad económica y la inflación que desvirtúa cualquier normalidad.
Sin embargo, en el bunker de la campaña oficialista, intentan que la candidata se concentre en difundir más temas de la agenda económica vinculada a la industria, al leve repunte del empleo, luego de la parálisis registrada por las cuarentenas del 2020, al consumo y el cuidado de los precios en los supermercados mediante militantes de la causa y menos en preocupaciones más prosaicas como la cantidad de sexo al que puede accederse bajo los gobiernos peronistas.
“Antonio Gutiérrez-Rubi va por la heroica. La heroica no es ganar la elección es reducir los puntos que sacó Juntos en las PASO del 12 de septiembre y convencer a los 2,5 millones de personas, habilitadas para votar, que no lo hicieron. Que decidieron no ir, hartos de las pálidas y que votaron en su momento en contra de Macri y a favor nuestro y han entrado en una especie de desasosiego, de desinterés. Sencillamente, no nos creen. Tolosa Paz tiene la obligación de dar vuelta esa falta de expectativas”, afirmó a NA, crudamente, un vocero de La Cámpora.
Todo el peso de la campaña está puesto, de esta manera, en una candidata que debe luchar contra una imagen de insoportable levedad del ser que suele transmitir y que Beatriz Sarlo caracterizó como “una cheta que dice malas palabras y que no esboza nada demasiado interesante para opinar”.
La cheta mal hablada a la que le falló todas las predicciones
“Yo soy una groncha peronista” vociferó alegremente Cristina Fernández de Kirchner en un acto de campaña cuatro días antes de las elecciones del 12 de septiembre para diferenciarse rápidamente de la imagen de la rubia Tolosa Paz que proviene de una familia acomodada de la ciudad de La Plata y que desarrolló su físico jugando al hockey en uno de los clubes más sofisticados de la ciudad de las diagonales.
En tiempos de asfixiante y estúpida corrección política cabe preguntarse si Cristina no está sosteniendo una afirmación racista al ser peyorativa con las bonaerenses de piel blanca pero, seguramente, no fue esa su intención. Sólo quiso reforzar un estereotipo del votante peronista clásico del cual Victoria Tolosa Paz no posee ni siquiera una de sus cualidades.
Esa opinión se transmitió mucho entre los armadores y punteros del Frente al opinar que la candidata principal no tiene el ADN peronista necesario para presentarse en una época de crisis y vacas flacas.
Los resultados están a la vista. La provincia de Buenos Aires no fue la excepción a la debacle del oficialismo en todo el país, el Frente de Todos perdió 4 millones de votos entre las PASO de 2019 y de 2021 y Juntos por el Cambio sumó 800.000 sufragios, sino que se convirtió en la gran noticia electoral del domingo 12 de septiembre porque, en el distrito más poblado del país, la lista encabezada por Diego Santilli y la de Facundo Manes sumaron el 37,99% de las voluntades contra el 33,6% de la boleta encabezada por Victoria Tolosa Paz.
El estudio de los astros, una tradición familiar de los Tolosa Paz, parece que no fue suficiente porque Victoria había presagiado un triunfo electoral a Cristina y a Máximo Kirchner que no fue corroborado en la realidad.
Acaso sea por fallas en el aprendizaje o en el método de lectura de las constelaciones del cielo o, lo más probable, por la ausencia de un criterio indubitable a la hora de intentar desentrañar los designios del Universo, lo cierto es que los errores de campaña se suceden casi de manera interminable.
El blooper de ponerse a hablar, estoicamente, en un acto con el viento en contra es una imagen que ilustra las dificultades de una campaña que recibe críticas de extraños pero, también, de propios.
Leandro Santoro, el candidato principal del oficialismo en la Ciudad de Buenos Aires, que cosechó menos del 25% de los sufragios de los porteños y, todo indica que ese porcentaje tenderá a caer a las manos de agrupaciones de izquierda como el Frente que lidera Myriam Bregman o el partido Autodeterminación y Libertad de Luis Zamora, afirmó que las recientes declaraciones de Victoria Tolosa Paz, a propósito de la posibilidad de que se produzca un golpe blando contra la administración de su mentor, Alberto Fernández, son poco prudentes, “…en campaña uno tiene que ser muy cuidadoso, excesivamente cuidadoso”, argumentó. Y expresó: “creo en los liderazgos políticos que tienen contenidos y se comprometen ideológicamente. Hay que ser cuidadoso en darle un título a la derecha para que lo utilicen en contra tuya”.
El llamado al orden de Santoro parece haber sido un mensaje dictado por el equipo de coach de Antoní Gutiérrez-Rubí porque, según voceros del Frente de Todos, no es fácil moderar las reacciones intempestivas de Victoria Tolosa Paz a la hora de realizar declaraciones. La libertad que le otorgaba su esposo Pepe Albistur antes de las elecciones PASO no la tiene en esta nueva etapa supervisada por el Instituto Patria.
Sin embargo, no se arrepiente de haber hablado de la posibilidad de un golpe blando el día después de las elecciones legislativas y advierte a su comando de campaña que intentará diferenciarse de Diego Santilli o de María Eugenia Vidal que parecen estar permanentemente coacheados por sus equipos de comunicación.
El miércoles pasado estuvo a punto de dar la nota una vez más. Debió morderse la lengua varias veces para no estallar de furia contenida ante su marido y al actual intendente de La Plata, su némesis, Julio Garro, en una gala a beneficio de la Fundación Sor María Ludovico que recauda dinero para el Hospital de Niños de La Plata.
Esta cena benéfica, cuya tarjeta de invitación tuvo un costo de $9.000, tuvo un interés mayor al de otros años porque se dieron cita una gran cantidad de dirigentes políticos, en su mayoría de Juntos, que participaron pujando por obras de arte donadas por artistas locales y, también, por camisetas firmadas por deportistas de la Selección Nacional de fútbol o de clubes importantes de La Plata.
Pero, el remate que condujo el “Chavo” Fucks, tuvo un momento eléctrico y álgido que anticipó la contienda electoral del 14 de noviembre.
Famosa por sus gastos en shopping centers, hace una semana se difundió un video que se viralizó, donde se ve a la candidata haciendo múltiples compras en un centro comercial acompañada de su acaudalado marido, el publicista del peronismo, Enrique “Pepe” Albistur, a quien se lo observa cargando muchas bolsas, para alegría del estratega catalán que quiere hacer conectar a Tolosa con la clase media baja.
Como una forma de remediar esta publicidad gratuita negativa antes de las elecciones, la millonaria pareja decidió donar una parte de su fortuna en la gala benéfica, aunque con pobres resultados.
Era la oportunidad de redimirse de su polémica frase, “no tengo porqué someterme al escarnio público” por las compras en el shopping. “Voy a seguir haciendo mi vida como todos los días”, aseveró la candidata dando a entender que gasta fortunas todos los días.
Sea como fuere, donar para una buena causa siempre lava culpas ante la sociedad y ésta era una buena oportunidad.
Patrimonio no le falta a la pareja para hacerlo. Según la última declaración jurada ante la Oficina Anticorrupción (OA) como titular del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, a comienzos de la pandemia, durante el año 2020, poseía un patrimonio de $4.436.057. Pero, al finalizar ese año, su cuenta aumentó hasta los $13.263.593. En 12 meses su fortuna creció un 199% en el país donde la casi totalidad de sus habitantes se empobrecieron, en algunos casos, de manera dramática.
Aun así, no es la candidata bonaerense con mayor patrimonio. Diego Santilli continúa al tope de esa lista con $17.955.421 aunque su patrimonio no mostró el extraño crecimiento de Tolosa Paz durante el año 2020 repleto de pestes, amarguras y cuarentenas.
De cualquier forma, el dinero acumulado de Tolosa Paz es muy, pero, muy superior, al de Julio Garro. Y, en la cena benéfica, a la hora del remate, los cronistas apostados sacaron punta al lápiz dispuestos a anotar varios cifras en la columna de Tolosa Paz y montos menores en la del intendente platense.
Una vez más los astros fallaron. Las predicciones no sucedieron como se presuponía. La primera obra artística que se remató fue ganada por Julio Garro que pagó $30.000 y fue rápidamente donada.
El rostro de Tolosa Paz comenzó a mostrar impaciencia y ansiedad. El sitio mdzol.com anotó que empresarios de distintos rubros de la ciudad de La Plata se quedaron con las sucesivas subastas y pagaron cerca de $ 100.000 por cada una de ellas que salieron a remate.
Finalmente, la mesa de Albistur –Tolosa registró un acierto al adquirir la remera de la Selección Nacional de fútbol cedida por Angelito Di María. El publicista pujó, ganó y pagó $110.000 con el aliento de algunos asistentes a la velada que se pusieron a alentar a la pareja del Frente de Todos.
Julio Garró también tenía sus adherentes entre los asistentes y comenzaron a alentarlo para que ofertara fuerte en el remate de la obra “El teatro del Lago” del doctor del Hospital de Niños, Matías Ré.
Azuzados por las dos hinchadas, la mesa de Tolosa Paz, abrió la compulsa con $ 50.000, cifra que fue superada por la oferta de la mesa de Garro que la elevó a $100.000.
Al doblar la postura, Albistur tuvo un momento de duda, que fue fulminado por la mirada de Tolosa Paz captada inmediatamente por la vivacidad del Chavo Fucks, que expresó “tenemos un clásico platense”.
Ciento veinte mil pesos ($ 120.000) gritó a viva voz Pepe Albistur. Y Julio Garró replicó doscientos mil ($ 200.000). El color se intensificó en el rostro de la candidata del Frente y desde su mesa elevaron la voz, doscientos veinte mil!! ($ 220.000).
No es que Garró sea una persona con pocos recursos pero, según confiaron sus voceros a NA, sabía que podía hacer una vaquita entre sus amigos presentes y soltó, casi sin dudar, la que consideró como una oferta final, trescientos mil pesos ($ 300.000).
Pues bien, no fue el precio ofertado final, Tolosa estaba decidida a no perder frente a Garro ni a la bolita por lo que el capricho pudo más y Albistur volvió a subir un 20% la oferta por la obra de arte.
“Trescientos veinte mil pesos” ($ 320.000) afirmó con voz trémula a lo que Garro sin pensarlo dos veces, aunque sus amigos si lo deben haber hecho, grito, “cuatrocientos mil” ($ 400.000).
Los jugadores saben que una de las cosas más difíciles de hacer es levantarse derrotado de una mesa de juego con la mayor compostura posible, sin importar la cifra que se haya perdido. Es un desafío muy grande, si bien, esta no fue una partida de póker o de punto y banca, si se trató de una puja en un remate donde hubo un claro ganador y una derrotada principal.
Si bien, Tolosa Paz, aplaudió la victoria, casi pírrica para el bolsillo de Garro, al salir del salón, comentó por lo bajo que enviaría a sus asesores a que hurgaran en el patrimonio del intendente para comprender como había podido quitarle una victoria que creía asegurada.
Exactamente igual que en las elecciones PASO, cuando se festejó por anticipado una supuesta ventaja que se diluyó con el correr del escrutinio, los astros se rieron otra vez y la llave de mandala se quebró. (NA)