La Argentina tiene una hora oficial que se rige especialmente por una decisión política. Que no siempre se corresponde con el lugar que más le corresponde a un país de acuerdo a sus horas de luz del día. Algunos países cambian entre dos momentos del año (primavera-verano y otoño-invierno) para aprovechar más horas de luz solar. Otros tienen varios husos porque son países muy extendidos a lo "ancho", y otros tantos adoptan criterios arbitrarios para fijar su hora oficial.
El caso argentino es una mezcla - como en tantas otras cosas - de procesos y crisis que no permiten tener una idea clara y constante, ni siquiera para saber qué hora tenemos o cuál deberíamos tener.
Por eso, el diputado Julio Cobos, de la provincia de Mendoza, reflotó un viejo proyecto suyo -de cuando era senador- para "reubicar" al país en la hora que le corresponde de acuerdo al horario solar. Según el proyecto, estamos desfasados 1 hora hacia adelante y la propuesta es atrasar los relojes 60 minutos.
¿Un cambio para la hora oficial argentina?
El diputado Cobos resumió su presentación en una serie de mensajes por las redes sociales. Muestra en un plano mundial cómo la Argentina se encuentra ubicada, por decreto, en el huso horario internacional -3, cuando debería estar en el -4.
Entiende, además, que ese cambio traería varias mejoras. Desde el ahorro de energía o mejor aprovechamiento -algo que es muy cuestionado- hasta un mejor rendimiento personal por el adecuamiento de nuestro reloj biológico al ritmo solar. Por ejemplo, para el rendimiento de los alumnos en la escuela, porque gran parte del año inician las clases de noche.
La Argentina comenzó a variar la hora entre invierno y verano por una crisis energética. Se aplicó para ahorrar energía durante una parte del año. Pero luego, ante el debate sobre si el ahorro era mucho o peor los inconvenientes, en el año 2009 se abandonó el esquema de cambios semestrales y volvimos a tener un solo horario todo el año. Pero Cobos, y no es el único, dicen lo que es cierto: quedamos una hora adelantados sobre nuestro uso por convención.
El origen del huso horario y la ubicación de la Argentina
El huso horario es una convención que surgió en 1884 y terminó de aplicarse en el mundo en 1920-1930. Antes, cada país fijaba su propia hora con arbitrariedad. Pero como se tardaba mucho en viajar de un país a otro, o de un continente a otro, el horario era un problema menor. El tema se hizo grave con la llegada de la era industrial y su símbolo del progreso: el tren. La velocidad de desplazamientos de personas y mercaderías se aceleró y aso hizo necesario unificar horarios de los puntos de partida y de llegada. O al menos, tener parámetros en común.
Así, se dividió el globo terráqueo en 24 husos horarios, de 15° cada uno. Se fijó como "cero", el meridiano de Greenwich, en el Reino Unido. A partir de allí se suma o se resta una hora según se vaya hacia el este o el oeste.
Ejemplos: cuando en Londres son las 12 del mediodía (huso Horario "0"), son las 13 en Italia (huso +1) y las 8 de la mañana en la Argentina (huso -4). Pero esa convención se ha ido modificando por razones arbitrarias. Y hoy la Argentina tiene una hora más de su ubicación según la UTC.
Desde que adoptó la convención de la UTC, la Argentina se mantuvo entre 1920 y 1969 en el huso horario -4 (el que le corresponde). Pero luego, comenzaron los cambios. Para tener más luz solar en invierno, nos adelantábamos al huso -3. Pero en el año 2009, las alternancias estacionales se frenaron, aunque no volvimos a nuestro "huso natural", el -4, y quedamos desde entonces en el -3.
La consecuencia es que amanece más temprano en invierno, pero en verano hay luz hasta más de las 21 horas en la ciudad de Buenos Aires. En el oeste y parte de la Patagonia, el panorama es "peor", según se mire: la luz solar llega casi hasta la media noche.
Por eso, Cobos renovó su propuesta de volver a atrasar los relojes. Que las 12 del mediodía de la actualidad, pase a ser las 11 de la mañana, según el huso -4. Eso haría tener un poco más de luz a la mañana, pero anochecería más temprano.
¿Es beneficioso o no el cambio de hora?
Lo primero a favor de este cambio es que sí, efectivamente, esa es la hora que le corresponde a la Argentina. ¿Cómo saberlo? Para explicarlo groseramente, a las 12 del mediodía el sol debería estar en su posición zenital, es decir, arriba de nuestras cabezas y no producir sombra.
Es por eso que especialistas como Diego Golombek, biólogo e investigador del Conicet, dice que la luz de la mañana es la que nos "carga de energía" para encarar el día. Mucho más para el rendimiento escolar. El problema es que ya llevamos 15 años acostumbrados a esta situación.
Además, a nadie le gusta que se haga de noche poco después de las 5 de la tarde. Sumado a que el tiempo de todo tipo de actividades se ha extendido y en el caso argentino, la inseguridad tampoco ayuda para que anochezca tan temprano.
La propuesta de Cobos va por la línea del medio. Que sea un cambio único, fijo, para todo el país. Volvamos al huso -4 y no alternemos en horarios de verano e invierno.
Todo puede discutirse, pero lo cierto es que tenemos una ubicación "solar" y en el tiempo que no nos corresponde. Fuente: A24.com