El viernes, el Centro de Acción Familiar (CAF) de Rafaela celebró sus 30 años con una gran fiesta de la que participaron los chicos y chicas y el equipo de trabajo acompañados por autoridades municipales y provinciales.
Estuvieron presentes el intendente Leonardo Viotti; el titular de la delegación Oeste de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, Leandro Rocchia; la directora provincial de Niñez, Adolescencia y Familia, Melania Heinzen; el secretario de Desarrollo Humano y Salud, Gabriel Cáceres; concejales; y representantes de las instituciones del sector.
“El CAF es una institución que depende del Gobierno provincial, ubicada en barrio Barranquitas. Nació en mayo de 1994”, comentó el mandatario local.
Además, recordó que “como vecino de la ciudad lo vi crecer porque a pocos metros me crié y en esa época vine a vivir al barrio. Es muy lindo ver cómo esta importante institución para Rafaela y la región crece con un apoyo muy importante para el desarrollo de las infancias, grandes desafíos y con un equipo que trabaja con mucho compromiso”.
Por eso, “vinimos a acompañarlos para celebrar un lindo día con los chicos y chicas. El trabajo que desarrollamos desde el municipio junto al CAF y Provincia nos ayuda a abordar una temática importante como son las infancias y todos los problemas que la atraviesan”.
A su turno, al directora de la institución, María Laura Lorenzetti, expresó: “El CAF es un referente de la comunidad y eso nos enorgullece mucho. Hacemos todo tipo de actividades desde la primera infancia hasta adultos en talleres y diferentes actividades”.
Cabe destacar que el Centros de Acción Familiar es una institución que se constituye como lugar de promoción, protección y restitución integral de derechos de las infancias.
Se trata de un espacio de puertas abiertas para la participación, reflexión e inclusión de niños, niñas, adolescentes y jóvenes; por ello las acciones que se llevan a cabo apuntan a la creación y fortalecimiento de lazos sociales, promoviendo el reconocimiento de sus capacidades y saberes para potenciar sus propias identidades y encontrarse con sus emociones a través de actividades educativas, lúdicas y recreativas.
Estas líneas de acción implican un abordaje integral de las complejidades sociales, teniendo en cuenta a cada niño y niña en su contexto, con sus familias y como ciudadanos portadores de derechos.