El Poder Judicial continúa contaminado con ideología de género y esto ha logrado que crezca el miedo entre los magistrados a perder su cargo. Aquellos que no se alinean con este condicionamiento político saben que ponen en riesgo sus carreras.
La interferencia de la ideología de género en los juzgados argentinos es uno de los grandes problemas de estos tiempos. El desapego de algunos fiscales y jueces a la Constitución Nacional viene provocando que en muchos casos no se esté respetando el principio de igualdad ante la ley y la debida imparcialidad al momento de investigar y fallar.
Algunos lo hacen por ideología y otros por miedo a represalias, pero siempre la que termina perdiendo es la Justicia. De esta manera se hace casi imposible distinguir entre una denuncia verdadera y una falsa. En la ciudad de Rafaela la situación también es preocupante. Así lo explicó Marcos Barceló, abogado penalista especializado en víctimas de falsas denuncias de violencia de género y delitos sexuales: "Según mi punto de vista, en Rafaela casi la totalidad de los jueces de primera y segunda instancia están enrolados en una aplicación distorsionada o desmesurada de la perspectiva de género. Por ejemplo en Rafaela hay una jueza que es abiertamente feminista. En sus redes sociales postea lo que se llaman estereotipos de género feministas como 'vivas nos queremos' o 'yo te creo hermana'. Eso no puede existir porque la única ideología que puede tener un juez es la ideología liberal de la Constitución Nacional y la Constitución Provincial".
Barceló también dijo que hay un temor fundado de magistrados a perder sus cargos y ser señalados por la opinión pública: "Cualquier juez penal en Santa Fe que entre en una audiencia de prisión preventiva y falle en contra de lo denunciado por la víctima, es pasible de ser destituido después del caso Mingarini. A ese juez lo descabezaron nada más que por versiones periodísticas. Hay un miedo a quedar catalogado como el juez que disintió en un fallo con falta de perspectiva de género".
También se refirió a uno de los principales argumentos de los defensores de la ideología de género, quienes aseguran que a la mujer siempre hay que creerle porque ellas no son capaces de mentir. Barceló aseguró que cualquier ser humano es capaz de hacerlo sin distinción de su condición sexual: "La mujer es un ser humano y el ser humano miente. Lo que es descabellado es que haya magistrados que apliquen estos estereotipos de género en fallos de la Justicia. Hay personas que piensan que la mujer y el niño no pueden a mentir. Eso es un desconocimiento absoluto de la naturaleza humana. El ser humano desde que ha necesitado sobrevivir ha tenido que engañar a alguien. Desde un lobo, un oso o un mamut y actualmente en cualquier situación, usa el engaño como forma inherente a la naturaleza humana. Eso es del hombre, de la mujer, del niño y de cualquiera".
Por último, explicó que a pesar de la situación sumamente desfavorable para los abogados defensores de estos casos, él vislumbra un cambio en la tendencia en estos temas. Probablemente eso sea producto de la luz que se está arrojando últimamente sobre esta problemática, sumada a que muchas personas han comenzado a perder el miedo de hablar: "Yo tomo un caso únicamente si estoy convencido de que la persona es inocente. Eso me da muchísima fuerza para pelear mis batallas porque es una pelea permanente contra la frustración. La salida está y hay que encontrarla. Ahora hay una resistencia muy fuerte y un movimiento sobre las falsas denuncias a nivel nacional porque a cualquiera le puede tocar, y cuando te toca te bajan todas las fichas juntas".