El chofer de una tráfic fue asesinado a puñaladas y cuatro cadetes del Liceo Militar General Belgrano resultaron heridos en el marco de un salvaje ataque perpetrado este viernes, pasadas las 13, en la colectora de la ruta 1, en jurisdicción de Colastiné Norte, uno de los barrios costeros de la ciudad de Santa Fe. El agresor, Matías Kunz tiene 19 años, es oriundo de Humboldt y fue alumno de la institución educativa del Ejército, de la que lo expulsaron el año pasado por bajo rendimiento académico, según el coronel Cornejo Diez.
Rubén Walesberg tenía 71 años y se desempeñaba en la empresa de transporte Tío Mario. Era chofer y todos los viernes llevaba en su camioneta Mercedes Benz un contingente de cadetes del Liceo Militar a sus hogares, en la ciudad de San Javier. Este viernes al mediodía, durante una parada en el trayecto, fue brutalmente asesinado por un ex alumno de la institución, que además apuñaló a cuatro de los pasajeros (menores de edad) antes de ser apresado por la policía. Se desconocen por el momento los motivos del ataque. Las primeras versiones señalaban la posibilidad de un asalto, pero esta versión está prácticamente descartada.
Como era habitual, luego de la semana de clases, Walesberg o "Bigote" (como lo conocían en San Javier) pasó este viernes a buscar a los cadetes por la entidad educativa del Ejército llamada "General Belgrano", en la ciudad de Recreo.
En el trayecto, era parada "obligada" una panadería ubicada en el distrito costero de Colastiné Norte, a la vera de la ruta provincial 1, aproximadamente en el kilómetro 1,5. Allí los chicos compraban comida para el viaje.
El asesino seguramente sabía de esta rutina (casi todos en el Liceo la conocían) y allí los esperó, oculto en las inmediaciones, armado con un arma blanca de importantes dimensiones.
Los alumnos entraron al local -del cual eran "viejos" clientes a pesar de su corta edad-, buscaron el almuerzo y volvieron a la "tráfic", donde los aguardaba pacientemente Walesberg.
Sanguinario
Una vez que estaban todos a bordo se desató la locura. El joven que estaba agazapado arremetió contra el vehículo totalmente fuera de sí, abrió una puerta y comenzó a atacar con saña a todos. Primero apuñaló en el cuello al conductor, que logró descender y caminar unos pasos en busca de ayuda antes de caer desplomado en la vereda de la panadería. Allí murió desangrado en contados minutos, antes de que llegara la ambulancia.
Mientras tanto, el agresor seguía lanzando escalofriantes estocadas, sin dudas con intención de matar. Un vecino se acercó a la tráfic y pudo abrir la puerta, gracias a lo cual bajaron dos cadetes heridos, una joven de 17 y un adolescente de 14. Ambos tenían cortes en sus cuellos.
Fue entonces que el criminal amenazó a otro de los pasajeros para que se ubique en el asiento del conductor y arranque. La camioneta avanzó con rumbo norte por la ruta, mientras adentro el agresor seguía "tirando" chuzazos a los demás adolescentes, que se defendían como podían.
Alertada por llamados a la Central de Emergencias 911, una patrulla del Comando Radioeléctrico de la Costa interceptó la tráfic en el kilómetro 6,6, ya en jurisdicción de la ciudad de San José del Rincón.
Rápidamente, los uniformados redujeron al homicida y lo esposaron. Poco después se supo que se trataba de un ex alumno del Liceo, identificado como Matías Kunz, quien había cursado hasta el año 2019 en la institución, donde habría cometido graves faltas de conducta.
La fiscal de la causa, la doctora Ana Laura Gioria, dispuso que el aprehendido -que tiene domicilio en la localidad de Humboldt en el departamento Las Colonias- sea identificado por homicidio doloso calificado y lesiones dolosas calificadas reiteradas.
Dentro del vehículo, en medio de los charcos de sangre, los peritos hallaron un arma blanca de gran tamaño.
Dos de los jóvenes heridos fueron trasladados al Hospital José María Cullen y otros dos al Hospital de Niños Orlando Alassia. Afortunadamente, los cuatro se recuperan de las lesiones y sus vidas no corren riesgo alguno.
Ex alumno
El joven responsable del sangriento ataque fue cadete del Liceo Militar General Belgrano, pero nunca se recibió. Según trascendió, en quinto y sexto año del secundario habría cometido importantes faltas de conducta y por ello había sido separado de su clase en 2019. Tenía una beca y las autoridades, antes los distintos actos de indisciplina, le ofrecieron continuar su educación de manera virtual, algo que no prosperó. Luego, se le habría perdido el rastro. (El Litoral)