La realidad del sector inmobiliario sí que ha cambiado desde la aprobación de la ley de alquileres, que más que regular el sector terminó significando un dolor de cabeza para muchos. La actividad se ha reavivado, incrementando la demanda, un valor en pleno aumento donde insisten en que una mayor oferta regulará la demanda, lo cual debería llegar de la mano de mayor inversión.
Todo aquel que haya tenido que alquilar un departamento, casa o local comercial en el último tiempo seguro que sabrá de los grandes cambios y coletazos que el congelamiento del 2020 y la promulgación de la ley de alquileres han traído para todo el sector, generando grandes incertidumbres en primer momento para los propietarios ya que estos factores iban a insertar nuevas reglas. A todo ésto, debemos agregar que el paso de la pandemia en primer lugar produjo una gran desocupación, decreció la demanda y obviamente que los valores tuvieron esa caída en la misma proporción, generando una devaluación importante en todo el mercado. Con el paso del tiempo todo el sector se purificó, muchas propiedades se vendieron a valores inferiores y luego vino una reactivación de casi todos los rubros que motivó una demanda importante, según reconocen los agentes inmobiliarios. Ahora con mayor demanda, una escasa oferta, la liberación de los precios y sobre todo, las actualizaciones por el índice de precio terminó provocando subas descomunales que en varios casos rondaron entre el 50% hasta el 100% en las renovaciones de contratos o con aumentos de casi el 52% para aquellos que actualizan el valor del contrato.
En palabras del propio presidente de la Cámara Inmobiliaria de Rafaela llegó a reconocer que durante el 2020-2021 el alquiler de un departamento podría ser de $ 15 mil pesos, mientras que a la fecha el costo de un alquiler de un departamento de un dormitorio está rondando entre los $ 20 y los $ 25 mil. Por otro lado, las casas están en el rango de los 35-40 mil pesos. Para Gaggiotti esto sin lugar a dudas que es producto de una realidad latente, en un país con un grave problema en su inflación derivada de una economía débil. No hay un parámetro general del cual las inmobiliarias toman para establecer el valor de una propiedad. Al igual que sucede con la venta de una propiedad hay un entorno que debe ser tenido en cuenta a la hora de realizar este tipo de tasaciones, ya sean referencias de propiedades similares, la ubicación, el lindero, los servicios, "el sector impone un precio mayor o menor que hace que la unidad sea distinta a una similar que se encuentra a dos cuadras de diferencia por poner un ejemplo. Esto es una experiencia de mercado, está puesta no solamente por la demanda, sino por la posibilidad de pago de esa unidad cuando sale al alquiler". A la hora de hablar de soluciones para el sector reconoce que una salida es promover la nueva generación de viviendas, junto con medidas que alienten a los inversores a realizar este tipo de compromisos.
Luis Gaggiotti, propietario de la reconocida inmobiliaria de la ciudad enfatizó y valoró lo que viene siendo el presente en el rubro de la construcción, el cual se ha movido en todo este tiempo, sobre todo en lo que son viviendas particulares, pero que en definitiva no hubo una oferta que se haya trasladado a lo que es la construcción de propiedades para renta, "ese cuello de botella se vio motivado por varios factores, uno de ellos es que los costos son altos, la renta es muy baja y teníamos un problema muy grave, estuvimos 7 años casi para cambiar el código de edificación en Rafaela lo que tampoco favoreció en el desarrollo de la construcción para alquileres. Entonces se dio una simultaneidad de factores que hace eclosión ahora", detalló.
El presidente de la Cámara Inmobiliaria de Rafaela brindó detalles de la situación actual en la materia y fue contundente al reconocer que lo que se necesita es una mayor oferta que pueda traccionar y estabilizar los valores, ya que con una alta demanda y poca oferta en el sector inmobiliario inevitablemente lo que se producirá es un excesivo incremento de precios. En este sentido enfatizó que los salarios no van a incrementar en la proporción que deberían para poder absorber un alquiler que proporcionalmente a valor de la propiedad sigue siendo bajo, lo que en definitiva termina resultando un problema de macro economía con lo cual se debe tratar de insistir en una oferta inmobiliaria.
Un verdadero problema de la clase media
Para ir directamente al grano, el valor de un terreno en Rafaela ronda los 18 mil dólares. La oferta de lotes ha ido teniendo un nudo importante ya que hay ciertas regulaciones que son engorrosas. Es una inversión muy importante el hecho de acceder a un loteo, no sólo a nivel local sino a nivel provincial que implican una serie de gastos que hacen conflictivo generar terrenos de poco valor.
Ahora bien, dentro del Estado local se encuentra el Instituto Municipal de la Vivienda, un instrumento del Estado para brindar soluciones habitacionales a los más necesitados, que año a año incrementa considerablemente la demanda.
Mientras vamos leyendo estas líneas, observaremos que en ningún momento hablamos de clases sociales e inevitablemente llega el momento de preguntarse, ahora bien, qué sucede con esa clase media, que tiene todo en regla, pero que por los altos costos (18 mil dólares) no puede acceder al mercado privado, pero por su condición tampoco es apto para ingresar a los mecanismos del Estado. En este sentido Gaggiotti reconoció claramente que la clase media queda totalmente relegada, "hay una franja intermedia de gente, que tiene trabajo formal, recursos que no son suficientes para acceder de forma privada a los terrenos y tampoco entran en el rango de personas menos pudientes que pueden ingresar a un terreno que otorga la Municipalidad, tenemos que tratar de aumentar oferta, pero si uno tiene más regulaciones, costos, mayor inestabilidad y una certidumbre que no termina de ser concreta, no es un mecanismo para llegar a generar ese tipo de inversiones que son muy grandes y a largo plazo, en ese tránsito estamos y desde la cámara hemos solicitado poder hacer terrenos más chicos, siempre respetando el coeficiente de impermeabilización y las reglas pertinentes, pero debemos empezar a trabajar fuerte en este déficit, lo cual no es tarea sencilla y que sobre todo necesita de tiempo y condiciones claras", finalizó Luis Gaggiotti.