Este miércoles al mediodía el fiscal Omar De Pedro imputó al dueño de los dos pitbull que la noche del sábado 24 de junio atacaron a una mujer y su nieta en el barrio Santa Rosa de Lima. Adelantó que solicitará la prisión preventiva y aseguró que los animales fueron secuestrados.
Se trata de Cristian Ariel. S. (45), a quien endilgaron los delitos de lesiones graves dolosas en perjuicio de la mujer de 46 años y lesiones gravísimas dolosas en perjuicio de su nieta, de 13 meses. Además, se realizó una atribución subsidiaria, que contempla la responsabilidad culposa del dueño de los animales.
La audiencia fue presidida por el juez Sebastián Szeifert y contó con la presencia de la abogada particular Elsa Tracy Dunigan, quien asumió la Defensa Técnica de Cristian S. Este viernes, en horario a confirmar, se discutirá la prisión preventiva.
Alto riesgo
En concreto, la imputación describe que la noche del 24 de junio, alrededor de las 22:00 hs, "estando en poder de dos canes raza pitbull, de gran porte físico y con antecedentes de ataques y mucha agresividad hacia otros animales y personas, y siendo consciente del alto riesgo de graves consecuencias que significaba para terceros que salieran a la vía pública sin adecuada supervisión suya y elementos de seguridad, y aceptando, resignándose y/o siendo indiferente ante las muy previsibles consecuencias dañosas que pudieran ocurrir, haberlos colocado en el jardín del frente de su casa dejando la puerta que da a la calle abierta".
Cuando la mujer pasó caminando frente al domicilio, ubicado en Pasaje Hermano Madeo al 2900, llevando a su nieta en brazos, los perros "salieron sin obstáculos directamente a atacarlas". Primero "mordieron reiteradamente a la mujer hasta que lograron hacerla caer al piso", momento en el que "tuvo que soltar a la bebé y no pudo seguir protegiéndola porque le mordían reiteradamente la cara, los brazos y las piernas". Luego, atacaron a la niña.
La mujer de 46 años fue herida de gravedad. Su nieta, de 13 meses, continúa en terapia intensiva.
"Vecinos de la zona pudieron alejarlos con esfuerzo y riesgo frente a la fuerza y agresividad que demostraban los animales, en especial el macho", señaló el fiscal durante la atribución delictiva. El can, "una vez que los vecinos lograron sacarlo de encima de las víctimas y se lo dieron a Cristian S. para que lo contenga, ya que se encontraba observando en la vereda, se soltó de sus brazos y fue nuevamente a morder a la señora en el rostro, hasta que fue nuevamente reducido".
Como resultado del ataque, la señora sufrió lesiones faciales multiformes con pérdida de sustancia y en el pabellón auricular derecho, heridas en brazos y muslos, hemorragia subconjuntival derecha y visión borrosa, corriendo peligro su vida. En cuanto a la niña, padeció traumatismos graves de tórax con compromiso de caja torácica y pulmonar, que lleva a comprometer seriamente un pulmón y su capacidad respiratoria normal a futuro, también con alto riesgo para su vida.
Animales secuestrados
Al finalizar la audiencia, el fiscal De Pedro explicó que "entendimos que había una actitud donde se había podido prever esta situación, había antecedentes y aún así se los dejó libres, prácticamente, en la calle".
El funcionario criticó la intervención del primer fiscal de la causa, "cuando yo asumí no se había tomado una sola testimonial, me llega la causa sin siquiera los esquemas médicos de la menor y de la abuela". Además, señaló: "No entiendo por qué en su momento la Policía identificó a la mujer, cuando el que estaba en el lugar era el hombre. Me llama mucho la atención que él no figura en nada, apenas figura como el marido de la persona que intentaron hacer pasar por dueña de los animales".
El fiscal Omar De Pedro expuso la falta de lugares apropiados para alojar a este tipo de animales cuando son secuestrados.
Respecto a los canes, informó que "cuando agarré la causa di inmediatamente la orden de que secuestren a los perros, porque los habían estado sacando a pasear inclusive". Luego, "sin informarme, los devolvieron a la casa porque no tenían donde ponerlos, y yo ordené que los volvieran a secuestrar". Actualmente, los tiene la Policía Ecológica.
"Acá hay una problemática que quiero exponer. Los animales, sobre todo de este tipo, no hay dónde ponerlos, y esto no es nuevo. Llevo 30 años en la Justicia y he reclamado a la Fiscalía Regional que tomen cartas en el asunto para que la Policía pueda secuestrarlos y haya un lugar donde estos animales puedan quedar resguardados".