10.14 Por Gerardo Severino*. Buenos Aires (nuestro servicio especial). En un artículo anterior publicado en este diario habíamos mencionado a los numerosos soldados, marineros y aviadores de origen italiano que cayeron durante la Guerra de Malvinas, muchos de los cuales permanecieron enterrados durante años en fosas comunes en el cementerio de Darwin.
Entre estos, no lo habíamos especificado en esa ocasión, aunque hubiéramos reportado su nombre, también estaba el Gendarme Juan Carlos Treppo, un joven de 25 años que sacrificó su vida a cientos y cientos de kilómetros de su tierra natal, la provincia del Chaco, donde su familia se había asentado durante años, una vez trasladado desde Friuli.
A través de la memoria de su figura, reconstruida también gracias al testimonio de todos sus muchos hermanos y hermanas, pero sobre todo de su sobrino, Walter Nicolas Treppo, actualmente estudiante de la Escuela de Oficiales "Grl. Martín Miguel de Güemes" de la misma Gendarmería Nacional, queremos, con este modesto aporte, recordar a todos los soldados argentinos e ingleses que lamentablemente rociaron con su sangre las lejanas islas del Archipiélago, conscientes de que lo hicieron en homenaje a sus deberes.
Gendarme Juan Carlos Treppo (1957 – 1982)
Elegimos la figura de Juan Carlos Treppo para honrar a los muchos soldados, marinos, aviadores y gendarmes italo-argentinos que cayeron en Malvinas más allá de su apellido, queriendo enfatizar una circunstancia poco conocida, la misma que, al menos en nuestra opinión, lo convirtió en un verdadero héroe.
Pocas personas saben, de hecho, que en mayo de 1982 el gendarme Treppo no debería haber participado en esa arriesgada guerra, a la que había sido asignado otro soldado en servicio con el mismo Escuadrón, un Gendarme que tenía un hijo pequeño y una esposa embarazada, uno de los tres que se suponía que debía movilizar el departamento estacionado en Las Lajas.
El joven Treppo no pudo contener en ese momento su audaz nobleza de alma, la misma que lo habría empujado a una mayor gloria de la Patria.
El gendarme Treppo pidió entonces al oficial que comandaba el Escuadrón que se ofreciera como voluntario, reemplazando así a su compañero con la cita con la muerte.
Todo ello por un joven de apenas 25 años.
Pues bien, Juan Carlo Treppo nació en Cancha Larga, cerca de La Leonesa, capital del Departamento de Bermejo, en la provincia del Chaco, el 28 de marzo de 1957, hijo mayor de Eduardo Treppo, quien más tarde renunció a una gran prole compuesta por 10 hijos (Norma, Irene, Luis, Ana María, Eduardo, Nelson, Liliana, Triel y Adriano), más tarde todos crecieron a la sombra de su madre, que enviudó prematuramente.
La familia Treppo, cuyo jefe era un tractorista en servicio en una plantación de azúcar, era originaria de Friuli Venezia Giulia, exactamente de Sedilis, el antiguo pueblo que la familia de Giuseppe Treppo y Anna Disint había abandonado, a principios del siglo XX en busca de fortuna en Argentina.
Acostumbrado a los sacrificios desde que era un niño, tanto es así que todos los días, caminaba unos 5-10 kilómetros, regresando de la escuela, para llevar el almuerzo a su padre, a los nueve ya podía conducir el tractor, mientras que a los 13 era un hábil camionero.
Después de asistir al tercer año de la Escuela Técnica, comenzó a ejercer la profesión de camionero.
Según los testimonios de sus hermanos y hermanas, Juan Carlos antes de alistarse en la Gendarmería Nacional había servido primero en la Marina Mercante, y luego cumplió con sus obligaciones militares en las filas del Ejército, donde fue patentado francotirador y, finalmente, Cazador de Montaña.
Contratado en la Prefectura de Zárate – Brazo Largo en enero de 1980 ingresó a la Gendarmería Nacional, asistiendo posteriormente al curso de "Comando", reportando excelentes calificaciones, en el mismo Escuadrón 14 de Las Palmas.
En 1981 lo encontramos en servicio en Las Lajas, capital del Departamento de Pichunches, en la Provincia del Neuquén, donde desde 1941 operaba un Escuadrón especial de este Cuerpo de Policía. Comprometido con uno de sus compatriotas, Juan Carlos Treppo probablemente no tuvo la oportunidad de despedirse de ella o de su familia que se quedó a vivir en La Leonesa y a quien el Gendarme no le había contado nada sobre su decisión de ir a la guerra.
Su joven vida se rompería en la mañana del 30 de mayo de 1982, cuando, durante el traslado de vuelo de su equipo, a bordo de un helicóptero "Puma" del Ejército Argentino, cerca del Monte Kent, un cohete inglés partió de un Sea Harrier impactó en su totalidad contra la aeronave.
El helicóptero se incendió en contacto con el suelo, explotando poco después.
Además de Juan Carlo Treppo, también murieron en esa ocasión el teniente primero Ricardo J. Sánchez, el subteniente Guillermo Nasif, los cabos Mariano Verón, Víctor S. Guerrero y Carlos I. Pereyra, cuyos cuerpos fueron posteriormente enterrados en una fosa común en el cementerio de Darwin.
Juan Carlos Treppo en memoria de su sobrino, Walter Nicolas Treppo
Gracias a una autorización especial que nos otorgó el Director General/Comandante General de la Gendarmería Nacional Argentina, Sr. General Andrés Severino, a quien agradecemos sinceramente, tuvimos el placer de entrevistar a distancia al oficial estudiantil Walter Nicolás Treppo, hijo de Walter Adrián, uno de los nueve hermanos de nuestro Héroe.
Heredero también de la familia friulana trasplantada en el Chaco, Walter Nicolás está a punto de asumir la profesión de oficial de la "Fuerza", como generalmente se cita a la G.N.A., pero ciertamente con un espíritu diferente al de sus compañeros.
Luego le hicimos las siguientes preguntas.
Walter, ¿Cuánto te pesó tener que llamarte Treppo y saber que la sangre italiana fluye por tus venas?
Creo que ha sido una carga positiva llevar este apellido, además de la historia y lo que contiene, tiene algunas "responsabilidades" que es tener en cuenta los valores que se han inculcado de generación en generación, que son los pilares de la familia. Y saber que soy descendiente de italianos es una sensación satisfactoria, ya que soy un admirador de la historia y la cultura italianas.
¿Alguna vez has visitado Italia?
No, pero es uno de mis objetivos de futuro poder viajar, conocer Italia y palpar personalmente toda la historia y cultura que tiene este país y que sigo desde muy pequeño.
¿Por qué elegiste formar parte de la "Centinela de la Patria"?
Crecí con las historias de vida de mi familia, a veces felices otras tristes, en las que mi tío siempre estuvo presente y lo que hizo, ese fue el motor por el que varios miembros de la familia han ingresado a la Fuerza hasta hoy.
Fue por esto y por el sentimiento de querer servir a mi país que decidí unirme y ser un Centinela de la Patria y abrazar este estilo de vida.
El heroísmo de su tío, Juan Carlos, es sin duda motivo de orgullo, pero también es una condición exigente para quienes, como ella, llevan su propio nombre en Gendarmería. ¿Qué te parece?
Varias veces me han dicho lo pesado que podría ser el peso que llevo sobre mis hombros debido a mi apellido, pero nunca lo he visto de esta manera. Tanto para mí como para cada miembro de nuestra familia es un gran orgullo y responsabilidad llevar el apellido Treppo y muchas veces nos da la fuerza para mejorar y mantener los valores que se nos han inculcado todos los días, así como la responsabilidad de exaltarlo, como lo hizo él.
¿Cómo te sentiste cuando supiste que los restos mortales de juan carlos finalmente habían sido reconocidos por los expertos?
Mi sentimiento coincidió con el que sintieron mi padre y mis tíos, teniendo hoy la certeza de que él está ahí, en Malvinas con sus compañeros; antes, en las Islas, cuando mis tíos iban allí, teníamos que rezar cerca de la Cruz Mayor, mientras que hoy finalmente hay una tumba identificada donde pueden poner una flor y recordarla.
¿Esperas ir algún día a Malvinas a depositar una flor en la tumba de Juan Carlos?
Sí, me gustaría. Sería una oportunidad enriquecedora, una mezcla de sentimientos cuando tengo la oportunidad de caminar por la tierra donde descansa mi tío Juan Carlos.
El recuerdo imborrable del Gendarme Treppo y el agradecimiento de la Patria Argentina
El heroísmo de Juan Carlos Treppo y sus compañeros que cayeron con él en Malvinas nunca ha sido olvidado por la Nación Argentina, que le dio el recuerdo de la "Medaglia de la Nación Argentina por los Muertos en Combate".
Más tarde el glorioso Escuadrón No. 31 de la Gendarmería Nacional, en Las Lajas, donde Juan Carlos sirvió antes del estallido del conflicto del 82, fue nombrado en su honor. El 23 de agosto de 1994, el Decreto Nº 1.459/94 incluyó, entonces, su nombre entre los soldados de la Gendarmería Nacional a quienes se les concedió el ascenso extraordinario "post mortem" por méritos de guerra al rango superior, a partir del fatídico 30 de mayo de 1982.
En 1998, con la Ley Nacional 24.958/98 promulgada el 3 de abril de ese mismo año, Juan Carlos Treppo también fue proclamado "Héroe Nacional".
Incluso su tierra natal, La Leonesa, quiso honrar su figura nombrando una calle especial en su honor. También lleva el nombre de la "Escuela de Cadetes" de la "Sociedad de Bomberos Voluntarios" (bomberos voluntarios) de Glew, una localidad de la provincia de Buenos Aires que forma parte del Partido de Almirante Brown.
En noviembre de 2017, el Escuadrón "A" de Aspirantes a Gendarmes fue nombrado en su memoria en el famoso "Instituto de Capacitaciòn Especializada Cabo Juan Adolfo Romero", con sede en Mercedes (Buenos Aires), como lo documenta una placa especial descubierta en la relativa Piazza d'Armi del Cuartel.
Lo mismo ocurrió a principios de diciembre de 2020, en el Cuartel sede del Escuadrón 14, en Las Palmas, donde en presencia de sus hermanos, hermanas y sobrinos la Plaza d'Armi lleva su nombre. Como ya se mencionó en el artículo anterior, a mediados de septiembre del año pasado, gracias a una hermana de Juan, Liliana, llamada Lili, fue posible, por expertos forenses, identificar sus restos mortales, que en 1982 habían sido enterrados en el pozo múltiple C.1.10 del Cementerio Militar de Puerto Darwin.
Lilli proporcionó, de hecho, la sangre necesaria para obtener el ADN requerido por los técnicos de laboratorio para el análisis genético relacionado.
A partir de septiembre de 2021, por lo tanto, incluso los familiares de Juan Carlos, en primer lugar su orgulloso sobrino, Walter Nicolas, finalmente tendrán la alegría de colocar una flor en su tumba, una de las muchas marcadas por una cruz blanca, una de las muchas iluminadas por el sol como para llamar la atención general como una advertencia indeleble contra la guerra, el peor remedio que sigue el hombre para resolver las disputas entre pueblos, incluso cuando fueron motivadas por reclamos justos, como lo fue, es y será para siempre el regreso de las Malvinas a la Argentina, a la que siempre ha pertenecido.
*Coronel (a) Guardia di Finanza. Historiador Militar (reportdifesa.it)