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Garantías: la otra barrera que hay que saltar para alquilar una vivienda

La odisea de alquilar suma trabas a los precios exorbitantes, la falta de oferta y la velocidad con la que desaparecen los inmuebles publicados. Y a pesar de haber superado todos esos obstáculos, puede aparecer uno más: las garantías.
No basta con un simple compromiso de pago mes a mes. Al firmar un contrato los propietarios piden requisitos que les permitan cobrar igual más allá de los inconvenientes o problemas que presente el inquilino. Y eso, muchas veces, deja a mucha gente en una difícil y costosa situación.
Qué dice la ley
La Ley de Alquileres vigente establece que para las propiedades, el inquilino debe proponer al locador al menos dos tipos de garantías, entre las que están el aval bancario, la garantía de propiedad, que es la más tradicional, la financiera y los seguros de caución. La más común y la menos costosa para el locatario consiste en presentar la escritura de un inmueble de un familiar o amigo. Pero ahí aparecen otros requisitos que lo obligan a buscar opciones que sí se vuelven onerosas.
En cuanto a este punto, la ley establece que el locador no puede pedir una garantía que supere cinco veces el valor mensual del alquiler, a no ser que se trate de una garantía personal del inquilino, en la que puede pedir hasta un máximo de 10 veces el valor mensual del lugar.
Sin embargo, Gervasio Muñoz, referente de Inquilinos Agrupados, advirtió: "Lo que sucede es todo lo contrario a lo que establece la ley. El mercado impone garantías y requisitos completamente arbitrarios. Uno es que las inmobiliarias cobran un 10% por cada seguro de caución vendido y, por lo tanto, te imponen que tengas eso como garantía y ofrecen una que es la más conocida. Te obligan a comprar ese seguro que tiene el valor de dos meses de alquiler más expensas".
Para Muñóz, otra de las problemáticas es que en la Ciudad "no aceptan garantías de propiedad de Provincia porque la vivienda es única e inembargable".
Como se dijo, es un obstáculo más en la larga carrera hasta llegar a la vivienda (no) propia. Todo comienza con contar previamente con tres, cuatro o cinco veces el valor del alquiler mensual, entre el gasto por comisión (algunos lo cobran aunque por una ley porteña está prohibido hacerlo), el mes de depósito, el mes por adelantado y/o cualquier tipo de garantía.
¿Me salís de garante?
¿Me salís cómo garante?, es la pregunta tradicional que suelen hacer los inquilinos, casi con desesperación, a familiares, amigos o conocidos.
"Cada vez más propietarios exigen el seguro de caución. No quieren más escrituras como garantía porque dicen esas propiedades, en los tres años que duran los contratos, pueden venderse y no avisan, y si hay algún problema no hay ningún bien sobre el que se pueda reclamar", explicó el inmobiliario Damián Caffarela. Este tipo de seguro está regulado por la Superintendencia de Seguros de la Nación: "Suelen ser los más económicos. Cuestan entre uno y un alquiler y medio".
Luego está el sistema de garantías financieras que emiten las compañías y "el costo es mayor, porque equivale a dos o tres alquileres más expensas". Pero, según Yoel Angel, gerente de Digna Seguros, "los trabajadores sin recibo de sueldo o monotributistas padecen un mayor rechazo".
Ignacio, de Avellaneda, por los continuos viajes que realizaba a Capital Federal, decidió buscar un departamento en la Ciudad. Hasta que se chocó con estos obstáculos. "Soy monotributista y muchas inmobiliarias no confían en eso por más que mis ingresos respalden los lugares donde yo quiero alquilar", manifestó.
"Muchos te piden garantía propietaria en la Ciudad, algunos no te quieren recibir seguro de caución o te piden 25 recibos de sueldo que superen X cantidad de monto. Y te limita un montón. Yo trabajo acá en Capital, movilizarme de mi casa a allá es medio tedioso", agregó.
Ignacio busca hace cuatro meses un alquiler, pero la respuesta y los obstáculos siguen. De hecho la garantía de propiedad le es imposible: "Toda mi familia vive de alquiler, nadie tiene casa propia. Algunos no trabajan con seguro de caución, solo lo hacen con una escritura como garantía. Una vez me han dicho que si no tengo una garantía puedo pagar hasta cuatro alquileres, o seis", sentenció.
La historia se repite con Estela, que cuando emprendió su búsqueda por un nuevo alquiler en la provincia de Buenos Aires, en mayo, se encontró con otro problema. "El Registro de Provincia estaba de paro hacía tres meses y por esa razón no aceptaban ningún tipo de garantía de provincia, porque no se pueden verificar", dice. Agrega: "Sí o sí nos pedían un seguro de caución, que cuesta el equivalente a dos alquileres más. Entonces, entre todos los gastos, alquilar por inmobiliaria cuesta casi cuatro alquileres".

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