Mañana miércoles 22 de junio, la Cámara de Diputados retomará el debate por la modificación de la Ley de Alquileres. Esta vez, se realizará una reunión conjunta entre la Comisión de Legislación General y la comisión de Presupuesto y Hacienda.
En julio serán dos años desde que se llevó adelante la modificación de la ley de alquileres en Argentina, cambio que trajo consigo ciertas expectativas, sobre todo una gran duda debido a la extensión a tres años en materia de contratos de alquiler y con la incorporación de un índice de aumento que es fijado por el propio Estado en base a la inflación. Esta ley que llegaba para traer claridad al mercado, pero como casi todos los proyectos con buenas intenciones en este país terminó siendo desbordado por la práctica e incluso provocando efectos no deseados al punto que el propio Gobierno confirmó el año pasado la necesidad de introducir cambios.
"Se está dialogando con el Gobierno y las distintas instituciones del sector, en lograr una modificación en la ley debido a ciertas rigideces que no han favorecido a la oferta inmobiliaria", reconoció el empresario inmobiliario de la ciudad Luis Gaggiotti en diálogo a CASTELLANOS y coincidió en que los aspectos a ser revisados, entre ellos deben ser: el plazo de los contratos, con la posibilidad de que los mismos puedan reducir la vigencia de tres a dos años. Por otro lado apuntó que las actualizaciones en el costo de los mismos, en vez de ser anuales, deberían ser semestrales, debido a que en el momento de que ese importe se actualice demanda un aumento realmente considerable en el precio, con lo cual la idea es que sean semestrales para que puedan ser absorbidos de mejor forma por los inquilinos.
Así mismo, el presidente de la Cámara Inmobiliaria de la ciudad destacó que también se debería enfocar algún tipo de promoción o beneficio fiscales para que aquellos propietarios se muestren interesados y entusiasmados para que puedan ofrecerlas en alquiler para de esta forma tener mayor oferta en el mercado. Simple regla de mercado, a mayor oferta la demanda no presiona tanto y los precios se regularizan, esto es teoría, de ahí a la práctica hay un largo trecho.
Para Gaggiotti el tratamiento de reformas en dicha ley sería beneficioso para ambas partes, ya sean propietarios y sobre todo en inquilinos ya que "la actualización que tenemos ahora del último año de los contratos vigentes con el índice del Gobierno, da a junio un 56% de aumento. Quien estaba pagando $ 20 mil pasará a pagar $ 30mil, quien estaba pagando $ 50 pasaría a pagar $ 75 mil o un poco más. Entonces tener un contrato no a tan largo plazo y con aumentos semestrales sería en beneficio de los inquilinos" aunque también fue claro al señalar que, los propietarios son renuentes a contratos tan largos, debido a la gran incertidumbre del país, "a veces se encuentran renuentes a rubricar contratos por esta cantidad de tiempo".
El empresario local reconoció que la realidad local marca que el mercado se encuentra "activo", con una clara faltante de viviendas, producto de este cuello de botella, que se da "luego de un año y medio de congelamiento de alquileres, la nueva ley, la pandemia, no hubo construcciones de nuevas unidades ya que no había incentivos y motivaciones al respecto, aumentó la demanda, los alumnos universitarios de otras localidades que llegan a la ciudad, no todos alquilan pero si un gran porcentaje, generando una conjunción de temas que nos hizo llegar a este cuello de botella" con una amplia demanda, pero una oferta que escasea, sobre todo por esa falta de incentivos.