16.49 FOPEA con la Comisión de Libertad de Expresión de Diputados.
El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) asistió esta mañana a la Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados de la Nación. La reunión, programada desde hace semanas, cobró especial significación tras las amenazas sufridas por los periodistas rosarinos en el marco de la creciente violencia desatada por las mafias del narcotráfico. A partir de ellas, FOPEA pidió esclarecer este hecho y garantizar la integridad física de los trabajadores de prensa, en una ciudad donde la violencia criminal agrega un contexto de extrema hostilidad y desprotección.
“El Foro, como los diputados del interbloque de Juntos por el Cambio y la opinión pública, está muy preocupado por las gravísimas amenazas a los encargados de comunicar el desastre que provoca el narcotráfico. Defender a los periodistas y su tarea es defender el derecho de toda la ciudadanía frente al inédito avance de las mafias”, señaló Alejandro Finocchiaro.
Sobre la ausencia de legisladores del oficialismo en el encuentro, Finocchiaro consideró que “no es casual que algunos diputados estemos presentes y otros no. El discurso que justifica el poder de este gobierno es dogmático, y los dogmas no pueden ser cuestionados. Los periodistas, en esencia, son enemigos del dogma, porque un periodista cuestiona, un periodista critica. Y cuando lo hace provoca que dudemos, y la duda es tremenda para los regímenes autocráticos. La duda es una de las bases sobre las que se construye la democracia”.
“Genera vergüenza saber que FOPEA debe recurrir a organismos supranacionales. Porque demuestra que nosotros no podemos solucionar esto en un país que se supone república. La libertad de expresión fue anterior a la idea de la democracia, y de esa libertad los periodistas son los vehículos. La libertad de expresión es un derecho de cada argentino y nunca puede ser contravenido por el Estado. La manipulación de la pauta publicitaria y la persecución judicial son elementos perversos, como también lo son algunas manifestaciones de funcionarios. Una cosa es ejercer el derecho a contestar algo, otra es decir ‘sé dónde van tus hijos al colegio’, es inconcebible que eso pase en una democracia”, enfatizó.
Sobre las amenazas, Finocchiaro precisó que para que la libertad de expresión exista nadie debe tener miedo de decir lo que piensa. “Es el Estado el que debe garantizar el ejercicio de esas libertades frente a otros particulares, que es lo nos espanta hoy de Rosario.
“Conocer lo que pasa es la primera de las necesidades. Seguramente no la última, ya que un flagelo de esta magnitud, ignorado por el Gobierno, exige nuevas formas de abordaje. Lo esencial es la decisión política de combatirlo”, agregó.