En el año 2015 Mauricio Macri como candidato a Presidente de la Nación, dijo que iba a “mantener lo que estaba bien” del gobierno de CFK y cambiar “lo que estaba mal”. Fue otra de sus tantas mentiras. Endeudó al país, avanzó contra los derechos laborales, las jubilaciones, la ley de servicios de comunicación audiovisual, espió a opositores políticos y a sus propios amigos, aumentó la pobreza, la desigualdad, los planes sociales. Dejó al país atado al FMI y condicionó la vida de millones de argentinos. Los 45.000 millones del Fondo se lo fugaron al exterior, ni un dólar para la producción y el empleo argentino.
Hoy Patricia Bullrich, Horacio Rodriguez Larreta, legisladores, asesores y referentes de Juntos x el Cambio han modificado su discurso de campaña: todos dicen lo que van a hacer sin miramientos, e inclusive, practican o avalan esquemas represivos de la protesta social como lo son los casos de Jujuy y el conflicto municipal en Las Rosas. Un laboratorio de ensayo que piensan sostener en los primeros meses de gobierno, vía el Congreso de la Nación si pueden, o decretos del Poder Ejecutivo en caso de que sea necesario.
Vienen por los derechos de los trabajadores y trabajadoras. Pretenden destruir al movimiento obrero organizado, a sus sindicatos, a las organizaciones sociales, a las referencias comunitarias.
Para ello en ambas Cámaras legislativas de la Nación están presentando proyectos o enuncian iniciativas que plantean reformas laborales donde se legitime la precarización laboral, y en consecuencia se recorten jubilaciones, se elimine el aguinaldo, las vacaciones.
Veamos algunos ejemplos: “El economista Dante Sica (ex Ministro de Trabajo de Macri) aseguró que si gana las elecciones 2023, Patricia Bullrich (PRO) podría suspender por decreto los convenios colectivos de trabajo, obligándolos en un plazo breve a "actualizarse".
Se buscará implementar nuevas formas de contratación por tres o seis meses, pudiendo la patronal despedir sin causa dejando sin efecto las indemnizaciones respectivas. Con esto buscan liquidar el tejido social y la igualdad de oportunidades que construyó el peronismo y que se sostuvieron en años de resistencia y lucha. Los empresarios afines a Cambiemos, aseguraron (en numerosos reportajes) que este modelo de contratación planteado en sus orígenes para el sindicato de la Construcción “debería extenderse a todos los gremios industriales del país”. En el 2017 el macrismo presentó una iniciativa en esta dirección, pero la movilización popular impidió que la misma se concretara.
La Senadora Nacional Carolina Losada impulsó en el año 2022 un proyecto para meter presos a los manifestantes que corten el ingreso a una fábrica, planteando la cárcel para quien organice esa acción y a los que la lleven adelante; inclusive que los dirigentes sindicales involucrados “tendrán una inhabilitación especial por doble tiempo para ejercer su representación sindical”
Penalizar la protesta sindical, limitar el derecho de huelga, impedir que los obreros y obreras se manifiesten, y la quita absoluta de derechos están en la centralidad de la propuesta política electoral de Larreta y Bullrich. ¿Cuánto creen que demorarán en intentar trasladar estas iniciativas al ámbito estatal en todos sus niveles?
Junto a la Corriente Federal de Trabajadores, FESTRAM resistió las iniciativas de Mauricio Macri; hoy instamos a los compañeros y compañeras a analizar fuertemente los desafíos que para la vida y la familia municipal y del conjunto del pueblo trabajador significan estas medidas anunciadas a viva voz y sin vergüenza por los candidatos de la derecha. Frente a esto, votemos en consecuencia el próximo 13 de Agosto.
Prensa FESTRAM