Gimnasia y Esgrima La Plata recibió al reciente ascendido Independiente Rivadavia de Mendoza con la intención de confirmar su buen inicio en la Copa de la Liga Profesional, tras la victoria sobre Talleres de Córdoba en el debut. Sin embargo, el Lobo se vio sorprendido por un rival que se puso en ventaja a los 25 minutos de la etapa inicial gracias a la conquista del paraguayo Alex Arce. Del mismo modo que amenazó contra el Rojo, el elenco cuyano se animaba a darle pelea a los históricos de la Primera División.
No conforme con la mínima ventaja, los de Rodolfo De Paoli continuaron lastimando a la vulnerable defensa tripera y Juan Manuel Vázquez extendió la diferencia para sellar el 2 a 0. Lo llamativo fue que el elenco de Leonardo Carol Madelón continuaba con una postura frágil y sin carácter. Y si se le debía sumar algún inconveniente al dueño de casa, fue la lesión de Leonardo Morales, quien debió ser reemplazado por Felipe Sánchez.
La reacción del combinado platense llegó en el complemento. Felipe Sánchez, el mismo que había ingresado por Morales volvió a poner a Gimnasia en partido. Y desde ese instante el conjunto local se apoyó en el aliento de su gente para ir en busca del empate. Sin embargo, Independiente Rivadavia no se dejó intimidar y volvió a festejar con el grito de Mauricio Asenjo. Con el 3-1, todo parecía resuelto en el Bosque. El tanto de Benjamín Domínguez sobre el final sirvió para poner suspenso en el cierre, pero ya era demasiado tarde. Los tres puntos se fueron para la tierra del vino.
En Rosario no hubo rafaelinos ni goles
Rosario Central, campeón vigente de la Copa de la Liga, estrenó su título en el Gigante de Arroyito contra Banfield. Como ocurrió en varios escenarios durante la primera fecha, como los casos del Monumental o el Cilindro de Avellaneda, el Canalla -que tuvo a los rafaelinos Axel Werner y Agustín Bravo en el banco de relevos- se presentó ante su gente en un verdadero potrero. El pésimo estado del campo de juego atentó contra el espectáculo. Y a los protagonistas le costó más de lo que se presumía generar ocasiones de peligro.
Tras una primera mitad sin emociones, en el complemento el Taladro se mostraba levemente mejor que su rival. A pesar de la falta de claridad, el empuje del combinado de Julio César Falcioni convirtió a Fatura Broun en una de las figuras más destacadas de la tarde. En la ocasión más compleja, el arquero debió intervenir con una maniobra fabulosa para evitar lo que hubiera sido el gol en contra de Mauricio Martínez. Sin dudas, la desgracia de su compañero hubiese significado un Caramelito amargo para todo el público que colmó el mítico estadio mundialista.
Una situación similar pasó en el área bonaerense, dado que un pésimo despeje de Yvo Calleros puso a prueba los reflejos de Marcelo Barovero. Y Trapito respondió con seguridad. Ante la falta de creación, el riesgo se despertaba por impericias defensivas de ambos equipos. La repartición de puntos no conformó a ninguno. Y lo único destacado de la jornada fue la fiesta que organizó la entidad académica por la hazaña lograda la temporada pasada. En el Gigante de Arroyito hubo mucho para celebrar, aunque Miguel Ángel Russo sabe que tiene mucho por mejorar para continuar con su defensa de la corona.