A horas del comienzo de una nueva edición, el Dakar se viste de luto. Esto se debe a que René Metge, uno de los dakarianos de la primera hora, tres veces ganador de la prueba, falleció ayer a los 82 años.
Se despidió cuando se cumplen 40 años de su mítica victoria con el Porsche en el Dakar de 1984 cuando la marca alemana decidió competir con un Posche 911 con 4 ruedas motrices, anticipo del Porsche 959 con el que se impuso en 1986 y que dio lugar a un modelo de calle, el primer gran deportivo de 4 ruedas motrices. Metge era un piloto francés que disputó las 24 Horas de Le Mans y el campeonato de autos de turismo de Francia
René tenía una concesionaria del Grupo Leyland en Malakoff, su ciudad. Era el que más Range Rover vendía en Europa (140 al mes) y pensó correr el Dakar con uno de estos coches.
Metge debutó en 1980 con un coche que él mismo preparó en su taller. Lo ganó en 1981 con la preparación de Tom Walkinshaw. Desde ahí quedó enamorado de África y de la carrera. Tras la desaparición de Thierry Sabine en 1986 fue llamado por el padre de éste para que organizara la edición del año siguiente 1987 y 1988. Su trabajo evitó la desaparición del Dakar.
Años después fué el creador del París-Pekín y más tarde del África Eco Race para recuperar la esencia del Dakar de antaño dentro de lo que la complicada geopolítica africana lo permitiera.
Nos dejó así una figura emblemática del deporte motor y clave en la historia del Dakar.
Descansa en paz y hasta siempre René.