El capitán de la Selección Argentina estuvo 19m.09s en la cancha, en los que convirtió 11 puntos, 5 asistencias, 3 rebotes y 2 robos para el Estrella Roja. Su último partido en la NBA había sido un mes atrás, el 24 de noviembre, en Dallas Maverick.
Un partido ya sirvió para demostrar lo que será el idilio de Facundo Campazzo con los fans de Belgrado en Serbia. El cordobés debutó en el partido que el Estrella Roja le ganó al Borac Mozzart bosnio con contundencia (86-57) y provocó varias exclamaciones con jugadas pinceladas con su talento. Facu jugó 19 minutos, en los que anotó 11 puntos, dio 5 asistencias y recuperó 2 balones. También jugó Luca Vildoza, que anotó 3 puntos, dio 5 asistencias y robó 3 pelotas en 14m38s.
La espera de Facu llegó a su fin finalmente por la Liga Adriática y fue tal cual se esperaba: con mucha expectativa de la gente, que acudió al estadio Alexander Nikolic en cantidades (6.900 espectadores), para ver a la nueva estrella del equipo, que ahora les hace ver el futuro de una manera totalmente distinta a la de hace un mes, cuando iban últimos en la Euroliga.
Facu rápidamente se metió en su nuevo rol (no fue titular), y dio muestras de que marca diferencias notables en este nivel. Un robo, una asistencia con clase y un triple para arrancar descomprimieron la ansiedad de la espera.
Luego Ivanovic le dio descanso y en la segunda mitad, cuando el resultado de complicó (48-44), otra vez fue a la cancha para impulsar a su equipo a un parcial demoledor, que le terminó dando casi 30 puntos de ventaja.
Campazzo terminó con 11 puntos (1/1 dobles, 2/5 triples, 3/3 libres), 5 asistencias, 3 rebotes, 2 robos y 2 pérdidas en 19m09s, siendo uno de los que compartió el liderazgo en valoración, con 18. Vildoza jugó menos (14m38s), pero igual dio mucho: 3 puntos (1/2 dobles, 0/3 triples, 1/2 libres), 5 asistencias, 2 rebotes y 3 robos.
Apagados en la NBA, encendidos en Europa
La realidad es que, desde el retiro de Manu Ginóbili, ningún argentino pudo hacer pie firme en la NBA. Si bien Campazzo estuvo algo más de dos temporadas, en la última y la segunda mitad de la anterior, perdió casi todo su espacio. Antes le había pasado algo peor a Gaby Deck en OKC (nunca fue parte de la rotación continua), mientras que el caso de Vildoza fue algo distinto, teñido por alguna lesión y la impaciencia de Luca por tener minutos, lo que lo llevó a no esperar la decisión final de Milwaukee este año y volver a Europa. Lapro había tenido su oportunidad hace ya bastante, en San Antonio, y lo hizo bien durante un par de meses, pero después no hubo revancha.
Lo curioso de esta historia, es el nivel que los 3 argentinos que se volvieron a Europa tienen hoy en la Euroliga, para poner solamente en números a la mejor competencia del mundo de clubes fuera de la NBA.
Arranquemos con Laprovittola. El bonaerense, que tuvo una lúcida reflexión sobre este momento de los argentinos y la NBA, es desde el año pasado pieza clave del Barcelona, protagonista siempre central de la competencia, con un toque de suerte, porque cambió de puesto cuando Cory Higgins se lesionó, y pasó a ser uno de los escoltas más preciados de Europa, al punto que el Barcelona lo renovó por 4 años, hasta el 2026, algo inusual.
Lapro viene en ascenso en cada una de sus últimas 4 temporadas. La segunda en el Madrid fue mejor a la primera, la inicial en Barcelona mejor a la segunda del Madrid y la actual mejor a la del año pasado. Hoy promedia 13.7 puntos y 4.9 asistencias en la Euroliga, con un altísimo 44% en triples. Está maduro, sólido, seguro y tiene toda la confianza de Jasikevicius, que bien sabido es que no se la da a cualquiera. Si no es el mejor dos de Europa en estos momentos está cerca. "Mi NBA es jugar la Euroliga. No veo NBA, no consumo. Me enojé con la NBA después de lo que pasó con Luca (Vildoza), con Facu (Campazzo) y con Gaby (Deck). Creo que no es el destino para nosotros hoy”, dijo Nico en una entrevista con el español Sergio Vegas. Y muy errado no está. Queda claro.
Deck fue el segundo en volver desde la NBA, con la cabeza gacha, haciéndola pasado muy mal en OKC, y con la necesidad extrema de volver a sentirse importante, en un equipo como el Madrid, y en una ciudad como la capital española, donde todo le era familiar. Tardó poco en demostrar que seguía vivo: casi 10 puntos y 5 rebotes en los últimos 11 partidos de la Euroliga, llegando a la final de la F4. Y este año, un salto más: 12.7 puntos y 6.1 rebotes.
Deck es hoy Top 5 entre los aleros de Europa, y en el Real Madrid es tan importante que, cuando no estuvo hace unos días, lo sufrieron a horrores. Además, Gaby produce siempre. Jugando mucho o poco. Sumas intangibles: defensa, actitud, ganas. Las mismas cosas que en la NBA no valían. Las mismas que le valieron para ser el mejor argentino del año, con su MVP y título en la Americup.
El último caso ha sido el de Luca Vildoza. Quizá el más inesperado. Porque Luca entró en un lugar quizá no tan amigable para él (Belgrado), en un equipo que ya estaba rodado, que no empezó bien, pero donde Luca jugó como si fuera el patio de su casa, siendo el líder del equipo al segundo partido jugado. Con el correr de los juegos, más el arribo de Dusko Ivanovic, al que él bien conocía, todo se potenció. Hoy Vildoza es una de las principales figuras de la Euroliga (9º goleador con 15.2 puntos, 13º en asistencias con 4.5, 3º en triples convertidos con 2.8, 4º en robos con 1.7) y su equipo es el de mejor récord en el último mes. Insólito. Impensado.
Los 3 argentinos que están hoy en la Euroliga están en el Top 25 entre los anotadores y figuran destacados en varios otros ítems estadísticos. Pero lo más importante es que son parte central de equipos protagonistas. Madrid y Barcelona en el lote de 5 punteros (10-5) y Estrella Roja en el lote de séptimos (8-7). Y esperando crecer con la incorporación de Campazzo.
La pregunta entonces es: ¿por qué no les fue bien en la NBA? Un dato no menor es que 3 de los 4 son/fueron bases. Y ser base en la NBA es muy distinto a serlo en Europa. Incluso siendo dos de los tres grandes tiradores (Lapro, Vildoza). La diferencia más grande se dio en el aspecto físico por un lado, y técnico en otro. Para los perimetrales, enfrentarse cada noche a tipos de la capacidad atlética de un Morant, Lillard, Curry, etc, era siempre en desventaja. En el caso de Deck, un tipo tan establecido como un jugador de equipo, no pudo ni supo acomodarse a un juego de uno contra uno y poca ciencia. En la NBA se juega a otra cosa, casi otro deporte.
La otra clave, indudablemente, es que, salvo Lapro en San Antonio, donde fue valorado pero siempre con Popovich sabiendo que necesitaba otra cosa para más adelante, no cayeron en los lugares indicados. Seguimos pensando que Vildoza en Milwaukee podría haber ido creciendo de a poco, como también que es el más NBA de todos. Tiene talento, magia, tiro, físico y altura. Quizá, si mantiene este nivel un par de años en Europa, vuelva a tener una chance, pero más sólida.
Para los otros 3, el tiempo NBA ya fue. Y no importa demasiado. Porque en Europa han encontrado su mejor versión. Hoy, ser claves en la Euroliga, es indudablemente mucho más valioso que viajar en los aviones privados de la NBA sin tener minutos. La NBA es fantástica para jugarla. Ojalá pronto veamos a Leandro Bolmaro también de nuevo en Europa, para continuar su desarrollo. No hay que equivocar ni mezclar las ideas: los mejores del mundo no están solo en la NBA. También están en Europa. Y si no, que lo digan todas las estrellas que se dieron contra la pared en el último Eurobasket. (Fuente BásquetPlus)