Este lunes se realizará la audiencia de apelación sobre las condenas impuestas a tres hombres por una violenta entradera, en la que agredieron brutalmente a un matrimonio de jubilados. El hecho ocurrió en marzo de 2021, en la ciudad de Esperanza.
Ayrton Tomás Gamarra (24), Brian Alexander Muñóz (28) y Leandro Exequiel Monzón (26) fueron condenados por los jueces Susana Luna, Gustavo Urdiales y José Luis García Troiano. Les impusieron penas de 13 años y medio de prisión, para el primero, y 13 años para los otros dos.
Los tres fueron hallados responsables de la coautoría de “robo doblemente calificado, por haber causado lesiones graves a las víctimas y por haber sido cometido en poblado y en banda”. Además, la condena impuesta a Gamarra incluyó el delito de “tenencia ilegítima de arma de fuego de uso civil”.
Brutal agresión
La entradera que conmocionó a todo Esperanza por la violencia ejercida sobre las víctimas, que quedaron muy afectadas, ocurrió la mañana del 9 de marzo de 2021. La investigación fiscal demostró que Gamarra, Muñoz y Monzón habían realizado tareas de inteligencia previas al hecho.
Ese día, los condenados se trasladaron en auto desde Santa Fe hasta Esperanza. Alrededor de las 7.30 arribaron a la casa del matrimonio de jubilados, en Lavalle al 2000, y tocaron el timbre.
La mujer de 81 años abrió la puerta y los delincuentes la empujaron con fuerza y la golpearon en el rostro, haciéndola caer sobre el vehículo que estaba estacionado en el garage de la vivienda.
Luego, la tomaron del cabello y la arrastraron hacia donde estaba su marido, de 86 años. Lo golpearon frente a ella, mientras exigían que les entregaran dinero. Se hicieron con un botín de 1.500.000 de pesos y dólares en efectivo, además de joyas.
“Golpiza premeditada”
La investigación estuvo en manos del fiscal Alejandro Benítez. En abril, tras conocer las condenas, remarcó que “los condenados actuaron con la más absoluta indiferencia por las eventuales consecuencias de sus actos".
“Sometieron a dos ancianos a una golpiza premeditada, e incluso cuando ya se habían apoderado de las pertenencias ajenas, atacaron nuevamente a las víctimas", subrayó.
"Ambos octogenarios sufrieron graves perjuicios físicos y psicológicos a raíz de lo sucedido. El hombre debió ser internado de inmediato en terapia intensiva y, una vez que obtuvo el alta médica, suprimió su vida social hasta que falleció el año pasado", explicó Benítez oportunamente. "Por su parte, la mujer también cambió sus rutinas cotidianas y se aisló a partir del trauma que le generó el robo", agregó.
Respecto a la magnitud del daño causado, el fiscal Francisco Cecchini, que participó del juicio junto a Benítez, explicó que “el hombre atacado no pudo declarar en la etapa investigativa y la mujer sólo logró hacerlo de forma directa una vez". En tanto, mencionó que "la mayor parte de sus dichos fueron conocidos por lo que narraron su hija y su nieta, quienes participaron como testigos en el juicio".
Fuente: El Litoral