Del 11 al 15 de noviembre se realizó la 125ª asamblea plenaria electiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), en la Casa de Retiros "El Cenáculo-La Montonera", en la localidad bonaerense de Pilar, participando el obispo de la diócesis de Rafaela Pedro Torres.
"Fue una asamblea electiva y muchos de los obispos eméritos no se sintieron tan convocados porque la mayor cantidad del tiempo fue discernir y marcar los servicios para los próximos tres años del Episcopado. Fue palpable el clima fraterno y se pudo trabajar muy bien, en un marco de reflexión y oración. Comenzamos con un compartir pastoral para escuchar las preocupaciones de cada región del país y la importancia de la diversidad; el segundo día fue de oración, rezamos por la paz y los 90 años de vida del cardenal Luis Villalba, escuchando su sabiduría con sus 64 años de ministerio sacerdotal, lúcido y con un amor a la Iglesia maravilloso", destacó Torres en el Programa "Sábado 100" por radio El Espectador (FM 100,1) de Rafaela.
Agregó: "Después comenzó la tarea electiva que, a diferencia de cuando yo me inicié hace 11 años que era con papelitos, ahora fue con una metodología a través del celular con una plataforma armada, lo que permitió que la cantidad inmensa de cargos de la CEA se pudiera cubrir en un día y medio, agilizando muchísimo. Luego se avanzó con la carta al Papa y la reflexión del Sínodo con una devolución de los que habían participado".
-En la presidencia fue el recambio de Marcelo Colombo (arzobispo de Mendoza) por Oscar Ojea (obispo de San Isidro), ¿seguirá el rumbo pastoral de los últimos años?
-Tenemos una misión medio presidencialista. La Conferencia Episcopal la gobierna la asamblea plenaria y tiene un órgano que es la comisión ejecutiva, con tres obispos y un secretario. Colombo será la continuidad y una de las tareas internas de la CEA es repensar su estatuto porque estaba pensado para 60 obispos y ahora somos más de 100. Los vicepresidentes son Angel Rossi, arzobispo de Córdoba, y Cesar Daniel Fernández, obispo de Jujuy, y el secretario es Raúl Pizarro, obispo auxiliar de San Isidro.
-Le enviaron una carta a Francisco sobre el Sínodo de la sinodalidad y la Encíclica "Dilexit nos", transmitiendo también los problemas endémicos de los argentinos.
-Todas las asambleas le hacemos una carta al Papa, agradeciendo en esta oportunidad el Sínodo y este regalo de la encíclica, dando una clave de lectura de todo su magisterio. Más que un planteo de un sociólogo, sus cartas sociales "Laudato si'" y "Fratelli tutti", es la de un creyente que une el amor a Dios y a los hermanos. La carta sobre el corazón de Jesús tiene profundidad teológica y hablar de la humanidad y divinidad del corazón de Cristo, tema que nos prepara al Jubileo 2025, donde están los 1.700 del concilio de Nicea, como una experiencia de encuentro con el corazón de Cristo. También veo un eco de las cartas sobre la caridad de Benedicto XVI. Además, cada párrafo de "Dilexit nos" me sirvió para rezar cada día como una propuesta de oración con un lenguaje muy simple; utiliza una reflexión de las galletas que hacía su abuela italiana con poca harina, que quedaban huecas y él las llamaba mentira porque no tienen consistencia, a un llamado a descubrir la cultura contemporánea sin corazón, indiferente, violenta, consumista, que no es un problema sólo argentino. En la diócesis habíamos propuesto mirar el jubileo del corazón de Jesús. En Rafaela este año se cumplen 100 años del altar del corazón de Jesús en la Catedral. Si uno lee esta carta en la unidad de un proceso sinodal, que llevó tres años y medio, donde el Papa al final de la primera asamblea dijo que hay que adorar y en esta segunda asamblea nos dice el sínodo sigue y hay que implementarlo en sintonía con los sentimientos de Jesús; hay expresiones de la carta que también tienen lugar en el documento final del sínodo que el Papa hizo propio. Francisco asumió el documento que escribieron los obispos con los padres y madres sinodales, entregándolo a la Iglesia la semana pasada.
-Se viene el Jubileo 2025 bajo el lema "Peregrinos de esperanza" y hay un documento que está circulando en la diócesis de Rafaela, ¿cuál es el objetivo para trabajar?
-Hemos ido discerniendo cómo vivir el Jubileo. Roma propone 40 celebraciones. El Consejo Diocesano de Pastoral está encargado de llevar adelante para que sea un aporte al camino de los objetivos diocesanos. En ese marco aparece como línea conductora celebrar el don de la vida y en 2025 se cumplen 30 años de la carta profética "Evangelium vitae" de Juan Pablo II. El primer gesto diocesano será sobre la vida por nacer, después tomamos las etapas de la vida y la celebramos en clave de jubileo, acompañando el don y la gracia de la vida de la fe. También se eligieron templos de peregrinación, que estén a una distancia posible de hacerlo sin agotar a nadie y sin romper el equilibrio económico.
-También para conseguir las indulgencias plenarias.
-La indulgencia es el signo de una conversión por el efecto del pecado y un redescubrimiento de la fe como peregrinar del pueblo de Dios, teniendo una meta que se ha propuesto en cada uno de los cinco decanatos, la Catedral en el 4, para facilitar y promover la mayor posibilidad de gestos de jubileo.