Opinión

Érase una vez la seguridad

Hoy, como ayer, como siempre, la seguridad es una condición esencial para vivir en comunidad. Si todos fuéramos honestos, pacíficos, rectos en el proceder, nadie necesitaría protegerse con llaves y candados ni serían necesarias tantas leyes restrictivas. Pero no es así. Desde que Caín inauguró la violencia matando a su hermano Abel, pueblos enteros y sus individuos han vivido enfrentándose por una razón u otra. Los primeros tiempos de Rafaela no fueron un mar en calma; así como se producían discusiones políticas y económicas, la aparición de asaltantes y vagabundos preocuparon a los primeros colonos que, en los comienzos, confiaban en sus propios recursos, con el fusil colgado junto a la puerta.Ya formada la colonia, la vigilancia policial dependía de Pilar, que mandaba a Rafaela un comisario con dos agentes de a caballo; a su vez, respondían al Juez de Paz, designado por el Estado provincial.
Valentín Kaiser
Valentín Kaiser fue un alemán nacido en 1848 y llegado a Esperanza en 1856. Vivió allí unos años, durante los cuales trabó cierta amistad con Guillermo Lehmann. Por su aspecto físico imponente y su carácter decidido, a Lehmann le pareció el hombre adecuado para controlar el orden en la nueva colonia Rafaela. Aquí estuvo hasta 1884, en que, por la designación de Ernesto Suby como comisario, Kaiser fue trasladado a Colonia Lehmann como Juez de Paz, con jurisdicción también en Egusquiza, pero en su relación con el gobierno, no las tenía todas consigo, ya que, en 1886, producida la muerte de su amigo y protector Guillermo Lehmann, Kaiser fue destituido. Allí se quedó y tres años más tarde fue designado presidente de la comuna. Se dedicó, como tal, al mejoramiento de calles y caminos, pero no era su función predilecta, de modo que renunció en 1892. No era hombre de quedarse en silencio; su militancia le obligó a marcharse del pueblo en 1893, con motivo de la llamada Revolución Radical. Se radicó en San Guillermo, donde compró tierras para continuar su vida como productor.La elección de San Guillermo para establecerse se debió a la existencia allí de algunos bienes de la familia Lehmann, que le fueron ofrecidos para administrar. Mientras cumplía con sus tareas, observó que se repetían hechos de cuatrerismo, por lo que consideró que el comisario local no era competente para la vigilancia y control; no pudo con su genio y organizó una especie de grupo de seguridad privada, que alternaba su actividad específica con el patrullaje por los campos de la zona. Así lo hizo hasta que una enfermedad no precisada lo obligó a internarse en Buenos Aires, donde falleció a los 63 años el 2 de junio de 1911.En Rafaela, una calle con su nombre cruza el barrio Malvinas Argentinas.
Pedro Pfeiffer
El Juez de Paz era, al principio de las colonias en la provincia de Santa Fe, el funcionario designado para velar por el orden y la seguridad de la población. Esa misión se relacionaba directamente con la policía por cuanto era el responsable de velar para que se mantenga el orden ante los enfrentamientos domésticos y las incursiones de aborígenes. Cuando se producía algún crimen, el funcionario debía dejar constancia del hecho, con la presencia de dos testigos. Además, debía actuar en cuestiones administrativas, como contratos, uniones civiles, testamentos y otras cuestiones que requerían un acuerdo entre partes. En el principio de la colonia, Rafaela dependía administrativamente de Pilar, pero su crecimiento determinó que, en mayo de 1882, el gobierno provincial designara como Juez de Paz a Pedro Pfeiffer, con especial encargo de vigilar el orden en las nuevas colonias que se estaban formando en los alrededores de Rafaela, como Susana, Bella Italia y Lehmann. Para esta misión tenía asignados dos soldados, lo que fue insuficiente con el correr de los tiempos, según se desprende de una nota dirigida por Pfeiffer al Inspector de Colonias, Agustín Aragón, donde, entre otras consideraciones, le decía: "…el que suscribe ruega al señor Inspector a presenciar al Excmo. Gobierno la circunstancia para que considere aumentar la partida que actualmente se compone tan sólo de dos soldados y, como me encargo de vigilar estos desiertos, sería necesario se me aumente la partida a ocho soldados, para atender con seguridad…" . Pedro Pfeiffer fue la primera autoridad civil en Rafaela y zona, aunque en 1887 se le asignó la atención sólo de Rafaela. Con el tiempo, también tuvo jurisdicción sobre la localidad de Froilán Palacios, ubicada a la vera de la actual ruta 34, a unos 50 kilómetros de Rosario. Allí pasó sus últimos días de enfermedad, hasta que falleció a los 66 años. En 1899 se creó el Registro Civil, lo que alivió de funciones a los Jueces de Paz, las que también fueron cumplidas luego, en casos específicos, por los tribunales judiciales, según sea la jurisdicción que corresponda.La calle Pedro Pfeiffer recorre una parte del barrio 9 de Julio, de Este a Oeste.La seguridad, un bien de convivencia que la comunidad sigue reclamando, en una batalla en que los delincuentes continúan su avance, con recursos económicos y armamentos, que los hacen inaccesibles a una policía muchas veces indefensa por la escasez de medios logísticos y de respaldo legal.

Autor: 286731|
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