Ricardo Castro es sinónimo de Atlético, pero también de Remonda Castro, la empresa familiar que desde 1960 representa de gran manera a la ciudad. Ser dirigente de un club también es un trabajo, y "Cabo" ha podido ser exitoso en ambos rubros, con un trabajo que nunca claudicó.
En 1960 "Don" Manuel Castro y otros socios de la compañía iniciaron con la representación de John Deere en Rafaela, dándole origen a Remonda Castro y Compañía. La empresa con tradición familiar se ha sucedido a las manos de Ricardo Castro y en la actualidad participan además sus hijos Diego, Martín y Agustín, que junto con el resto de las personas que conforman el gran equipo de trabajo, ofrecen a los productores de toda la región, la venta y el respaldo de la marca mundial.
Ricardo, más conocido como "Cabo" por todo el mundo, ha logrado además llevar su éxito laboral al ámbito de su segunda casa, el club Atlético de Rafaela. Allí se desempeña como dirigente desde principios de la década del 2000, en lo que sin dudas es una función que además de mucho tiempo, exige virtudes para hacer funcionar a uno de los clubes más importantes de la Provincia. Sin rédito económico y solamente con el objetivo de hacerlo más grande día tras día, los dirigentes de un club trabajan a destajo para que ese crecimiento sea posible, por lo que ser dirigente, y más de fútbol, es un trabajo: "Sí, claramente es un trabajo, y complicado. Lleva años de aprendizaje para lograr experiencia y luego lograr templanza y paciencia, cosas que quizás en una empresa personal no tienen tanto valor, sobre todo la paciencia para esperar los resultados, o la paciencia para hacer una venta o terminar un contrato. Y hay que tener templanza para cuando las cosas no salen bien. Además, se necesita muchas ganas y pasión para viajar tantos kilómetros y no saber qué te vas a traer de vuelta. Es un trabajo que en general son más las amarguras que las alegrías, pero cuando se dan estas últimas son muy grandes.
- ¿Cuánto de lo que utilizás para el éxito de la empresa personal trasladás a la función de dirigente?
- Mucho...la formación de equipos, de grupo de trabajo, la templanza aún en los momentos malos. Las empresas, especialmente en nuestro rubro, tiene muchos altibajos debido al clima, los precios, las políticas nacionales, los créditos, la disponibilidad maquinaria, son muchos factores que te generan altibajos, y en esos altibajos hay que saber remar en el dulce de leche. Así que mucho de lo que uno aplica en la empresa en esos momentos, lo aplica en el club. Creo que todos los que estamos deberíamos aplicarlo, especialmente aquellos que son empresarios para tener un fútbol honesto y sustentable.
- ¿Cómo se hace en estos tiempos para mantener puestos de trabajos pese a los difíciles momentos?
- En el fútbol del club lo hemos logrado mantener con mucha austeridad por parte del presidente Silvio Fontanini y su grupo de trabajo, en el cual me incluyo por supuesto. Intentamos ser creativos y generar buenas transferencias. En la empresa, lo importante fue tener actividad y que gracias a Dios el sector está activo, pasando por buenos momentos con respecto al clima y a los precios internacionales. Hemos logrado mantener la actividad más o menos estable y a partir de allí hemos hecho un esfuerzo sobrehumano para mantener los puestos de trabajo. El trabajo dignifica al hombre, pero sobre todo le da la perspectiva de estar vivo y fuerte ante los problemas actuales que atravesamos. Un hombre con trabajo es alguien que está ocupado, que tiene ocupada su cabeza y fortalecidas sus defensas. Es fundamental hacer el esfuerzo de nuestra parte y mantener las fuentes laborales.
- ¿Qué destacás como virtudes de los trabajadores del fútbol?
- La principal es la templanza para saber que mucho depende de ellos. Son los hacedores de los triunfos y también de las derrotas, de que un grupo funcione o no, de que se arme o no un equipo. También tienen como una virtud el hecho de saber que quizás un año están en una ciudad y al siguiente en otra, y el desarraigo no debe ser fácil, especialmente para los chicos más jóvenes. En el fútbol argentino y en general los resultados mandan, pero nosotros hemos intentado abstraernos de eso y darles continuidad a los procesos.
- En una nueva vida, ¿volverías a ser dirigente?
- No lo dudaría. Me dio conocimiento, amistades, momentos de gloria y de tristeza, es gran parte de mi vida ser dirigente del club.