08.16 En un "Guillermo Vilas" a pleno, el oriundo de Azul se impuso por 6-1 y 6-3 en el esperado regreso de la Torre de Tandil luego de dos años y medio sin competencia. Además, puso en duda su participación en Río.
No fue una noche más. Después de 965 días, Juan Martín Del Potro volvió a jugar al tenis profesional.
Noche con mucho color, como pocas veces visto en los últimos años en el Buenos Aires Lawn Tennis Club, para recibir al campeón del US Open 2009 ante más de 5 mil espectadores con incontables personalidades del tenis argentino y también relacionadas a Boca Juniors, el equipo del cual es hincha.
Y lo hizo ante su amigo y compañero de camino Federico Delbonis, el que puede, tal vez, ser su último partido como profesional, un partido correspondiente a la primera ronda del Argentina Open.
En ese contexto, Fue triunfo del hombre de Azul por 6-1 y 6-3. No fue el mejor el arranque del tandilense que arrancó con dudas y con falta de confianza para movilizarse hacia adelante, situación que su compatriota aprovechó. Ya en el segundo, se mostró algo más de paridad, pero fue en el séptimo game cuando Delbonis desniveló y apretó el puño camino a la silla ya acercándose a la victoria. Solo quedaban las lágrimas de Delpo que hacían presagiar que se acercaba el cierre.
El último partido de Delpo había sido el 19 de junio de 2019 en el ATP 500 en Queen's ante Denis Shapovalov, a quien venció por 7-5 y 6-4. Desde aquel momento una lesión en la rodilla derecha lo alejó de las canchas, por lo que se tuvo que someter a cirugías para recuperarse.
Río de Janeiro, en duda
“Mañana o pasado decido si voy a Río. Corrí más de lo que imaginaba y ahora mismo no lo tengo claro” sostuvo el tandilense, en la conferencia de prensa posterior al último encuentro de la jornada en el Lawn Tennis Club.
Pese a la derrota, el tandilense volvió a remarcar el estado de su rodilla, la cual lo tiene a maltraer desde hace dos años y medio.
“Mi rodilla no es compatible para jugar al tenis. Quiero mejorarla para vivir” expresó el campeón del Abierto de los Estados Unidos 2009 y el integrante del equipo campeón de Copa Davis 2016. “Hoy es un punto y aparte, el tenis queda a un costado hasta que pueda poner las cartas sobre la mesa e intentar de nuevo”, explicó.
“Lo que está claro es que después de Río (de Janeiro) haré un parate, si es que voy”, insistió quien obtuvo una invitación especial para formar parte del certamen brasileño, que otorgará un acumulado de 1.815.000 dólares en premios.
Del Potro también se refirió a la emoción que representó presentarse en el escenario del barrio de Palermo ante casi 5 mil espectadores, con una afluencia que hizo recordar a aquellos compromisos de Copa Davis cuando Guillermo Vilas lideraba el equipo argentino. “Ver la cancha como la vi es el mejor premio que me podía faltar, para terminar esta etapa. Soy un privilegiado por lo que viví en una cancha de tenis”.