Los motivos fueron varios, pero principalmente se destacaron aquellos en el que los responsables políticos de la ciudad y la provincia antepusieron sus intereses personales echando a jefes policiales honestos y trabajadores, trayendo a "jodones, vagos y corruptos".
A mediados de diciembre de 2019, a poco de asumir Omar Perotti como Gobernador de la Provincia de Santa Fe, su por entonces ministro de Seguridad, Marcelo Sain, designaba como nuevo titular de la Unidad Regional V al director de Policía Hernán Ferrero, en reemplazo de Juan Pablo Bengoechea que había presentado su renuncia debido a incompatibilidades con Sain. Como se sabía, Ferrero no solo era un excelente funcionario, sino que también era una mejor persona, y llegaba a Rafaela precedido de intachables antecedentes.
Pero a poco de asumir -y si mal no recordamos, por este mismo tema de los "trapitos"-, Ferrero tuvo un intercambio de opinión con el Intendente y poco después, en mayo de 2020 y de manera absolutamente sorpresiva, fue separado de su cargo. Fue reeemplazado por Claudio Romano, -que había sido jefe de Rosario por apenas un mes- que tuvo que irse de noche de Rafaela cuando estalló el escándalo de División Logística que terminó con un solo condenado de manera condicional, Ariel Palomeque -segundo en el mando, junto a Ferrero y luego con Romano- quien se hizo cargo de todo para salvar al resto de sus consortes de causa del accionar de la Justicia.
Abdala y Carruega
Tras esa salida escandalosa de Romano, llegó a Rafaela Doris del Valle Abdala para hacerse cargo de la Jefatura Departamental, eligiendo como segundo al, por entonces, jefe de Orden Público José Ángel Carruega. Luego Abdala fue designada subjefa de la Agencia de Investigación Criminal a nivel provincial, dejando su cargo. Cuando todos creíamos que Carruega se iba a convertir en jefe, algún "cráneo" con pocos dedos de frente dijo que era muy joven para una unidad como la nuestra, designándolo titular de la Unidad Regional XII del Departamento 9 de Julio con sede en Tostado.
Y aquí llegaron -lamentablemente- Ricardo Arnodo Suárez y Marcela Genoveva Fernández, una dupla de las "peorcitas" que pasaron por Rafaela y que debieron irse tras la fiesta que organizó otro policía corrupto -Gastón Eletti en la Alcaidía para festejar el cumpleaños de su pareja-, estando él detenido acusado de comandar una asociación ilícita junto a María Silvina Asís -jefa de la Comisaría de Frontera- y otros uniformados. La gestión de Suárez y Fernández terminó con la intervención de la Unidad Regional asumiendo esa responsabilidad Jorgelina Aguirre, quien luego sí, fue reemplazada por José Carruega y Víctor Rivero. Luego, como ya es sabido, Carruega debió irse una vez más quedando Rivero a cargo hasta el presente.
La "tibieza" de Castellano
Luis Castellano terminó perdiendo las Elecciones a manos de Leonardo Viotti. Sin embargo, muchos aseveran que las gestiones del ahora exintendente no habían sido malas, aunque el fracaso en lo relacionado a la Seguridad y al tránsito, parecen haber sido la gota que rebalsó el vaso de los rafaelinos que en las últimas elecciones terminaron dándole la espalda.
Y en lo que respecto a seguridad muchos le achacan a Castellano el "capricho" o la indudable sumisión hacia la figura del Gobernador Perotti. De otra manera nadie puede entender cómo Castellano mantuvo en su cargo a un secretario de Prevención en Seguridad que estuvo muy lejos de ser la persona que la ciudad necesitaba para tratar de manejar las riendas de la Seguridad. Ese "capricho" o "sumisión" de Castellano, más la anarquía que se observó en el tránsito, fueron factores preponderantes para que el PJ perdiera la Elección tras más de treinta años de Gobierno de manera ininterrumpida en la cabecera departamental.