El 17 de mayo de 1984, el crítico francés Serge Daney decía: “El Festival de Cannes es un rito. También una fiesta. La crítica internacional descubría cada año a qué se parecía el mapa geopolítico del mundo (de las imágenes)…”.
La conjugación en el pasado del verbo “descubrir” parecía inadecuada en aquel entonces, cuando todavía las imágenes del mundo eran tanto del cine como de la televisión. Los noticieros tenían un papel determinante en esa década, el cine también. Las crónicas de la actualidad se difumaban en el pequeño aparato que aún necesitaba de una antena para sintonizar la señal.
En la pantalla de cine, en cambio, se pagaba una entrada para ir más allá de la primicia, el escándalo y el mero hecho de mantenerse informado o entretenido. El cine todavía revelaba el imaginario de una sociedad, plasmaba vidas singulares y hallaba cada tanto algún evento intempestivo, imposible de delimitar en las noticias.
En 2023, más que nunca, el mundo se cifra en imágenes, pero ya no circulan mayoritariamente en las pantallas de los cines. Con todo, es posible que el cine sea aún el espacio para ver lo que no se puede ver en medio de la epidemia de imágenes.
En la variopinta programación de esta edición del Festival de Cannes se podrán captar señales que llegan de todas partes. Por casi dos semanas algo se podrá conocer de cómo se resiste, se ama, se sueña, se padece, se ríe en nuestro tiempo.
Los nombres propios
En aquel año en que Daney publicaba sus informes diarios desde la Costa Azul francesa, un Win Wenders feliz agradecía al jurado por su Palma de Oro. París, Texas fue la última gran película del cineasta alemán.
¿Será este el año de Wenders? Tiene dos películas en esta edición; una en competencia, otra en una sección especial. Perfect Days (Días perfectos), la de competencia, transcurre en Japón, un territorio conocido por el cineasta y que suele inspirarlo para su propio bien. La otra se llama Anselm, un retrato del pintor Anselm Kiefer.
En competencia desfilan los autores de siempre. Wes Anderson estrena Asteroid City (Ciudad asteroide), Nani Moretti, Il sol Dell’Avvenire (El sol del futuro), Aki Kaurismäki, Kuolleet Lehdet (Hojas caídas), Marco Bellocchio, Rapito (Secuestro).
Otros autores vitalicios de la selección oficial estrenan como siempre. Las últimas de Ken Loach, Todd Haynes, Kore-eda Hirokazu son parte del certamen. La apuesta radical de esta edición recae en el debut en competencia del mejor cineasta chino de la actualidad: Wang Bing presenta Qing Chun (Chun), cuya posible traducción al español sería “Juventud (primavera)”. Es la única de las 21 películas de competencia que prescinde de un argumento. Dura 212 minutos.
Industria Argentina
Como viene sucediendo en los últimos años, la presencia del cine latinoamericano es menor, aunque no han faltado películas argentinas, brasileñas, mexicanas, colombianas o chilenas.
En esta edición, el cineasta argentino Rodrigo Moreno (Réimon) debuta en el festival con Los delincuentes, en la sección competitiva llamada Una Cierta Mirada. Los rumores dicen que es la mejor del cineasta; de todas las que hizo luce como la más ambiciosa y es ostensiblemente la más extensa: 180 minutos. El punto de partida es el hartazgo de dos banqueros con la vida que llevan.
Lisandro Alonso, el otro argentino presente en esta edición, estrenó todas sus películas en Cannes; es un autor vindicado por la casa. Eureka se proyectará en una sección no competitiva. Todo indicaba que su destino lógico habría de ser la competencia, porque Viggo Mortensen vuelve a tener un papel determinante, y porque se suma Chiara Mastroianni en el elenco.
Eureka vuelve a apostar a lo fantástico; el universo simbólico elegido en esta ocasión es el de los nativos norteamericanos. El relato empieza en nuestro tiempo y en una reserva india de Estados Unidos.
Hay una película argentina más en competencia. El cortometraje Nada de todo esto, de Patricio Martínez y Francisco Cantón, es uno de los elegidos para obtener un reconocimiento en esta edición. No debe existir mejor lugar para dar los primeros pasos en la vida de un cineasta.