La energía eléctrica es uno de los elementos que más influyen en los costos que deben afrontar los comercios, y -en consecuencia- tiene un gran impacto en el valor de los productos.
En este marco, la Federación de Cámaras Empresarias del Comercio y Otras Actividades de la Provincia de Santa Fe (FECECO) expresó su preocupación por el aumento de las tarifas, y explicó que el sector demanda “soluciones más expeditivas” que las que se pueden lograr a través de las audiencias públicas (las cuales, por otra parte, no son vinculantes).
Fernando Taborda, presidente de la entidad, expresó: “La energía tiene muchos impuestos. En lo que refiere a capital de trabajo, si pretendemos comprar un vehículo, hay un IVA diferencial. Nosotros consideramos que la energía, en algunos sectores de la cadena de producción, también es un capital de trabajo, por eso entendemos que podría tener un subsidio impositivo.”
“Si bien notamos que desde la EPE se está invirtiendo en infraestructura, como es el caso de los medidores de lectura remota, que permiten que el corte sea mensual en vez de bimestral, nuestro particular interés apunta a la cadena de producción que integra el sector de comercio y servicios y el impacto que pueda generar en los que apuestan a la generación de empleo genuino”, indicó.
Además, explicó el dirigente, “trabajamos en la posibilidad de rever el tema facturación. Entendemos que la energía cuesta y que se debe optimizar el consumo, pero no puede ser que a mayor consumo particular haya porcentuales correlativos por el valor de alumbrado público y debamos pagar más. Necesitamos adecuar el valor de la energía”.
“Otro punto es el tramo de lectura para la facturación. Al tener una lectura bimestral, los últimos kilovatios se abonan más caros porque se superó el nivel promedio. Eso no ocurriría si el tramo de medición fuera mensual”, añadió.
Para finalizar, Taborda subrayó que “la EPE necesita reunir fondos para poder invertir en obras, porque tiene un sistema obsoleto. Se deberían poder proyectar las obras sin tener que esperar que el contribuyente abone. Podría, incluso, recurrir a financiamiento internacional”.

Fuente: Fececo