En los últimos meses, los argentinos fueron testigos de algunos sucesos económicos que no se veían desde hace mucho tiempo. La baja en los índices inflacionarios es uno de ellos, algo que parecía imposible hasta hace algunos meses atrás. También podemos mencionar la acumulación de reservas y el cese en el aumento del dólar blue.
Para comprender mejor estos cambios que se vienen desarrollando, CASTELLANOS dialogó con el economista rafaelino, Guillermo Briggiler, quien aseguró que el país se encuentra transitando un nuevo proceso económico, diferente al vivido tiempo atrás. “Hoy Argentina se encuentra acumulando reservas, emitiendo la menor cantidad de dinero posible y cuando lo hace, solo lo hace para adquirir reservas, se encuentra con superávit fiscal y ha cortado la transferencia indiscriminada que se hacía las provincias para sostener el gasto público de éstas; no hay gasto público nacional, no hay gasto público provincial sin financiación, por lo tanto, nuestra moneda, el peso, comienza a apreciarse”, señaló.
El hornero alzó vuelo, ¿de qué manera impacta en la economía argentina?
Con respecto a la revalorización del peso, Briggiler advirtió que, aunque tiene su lado positivo, también es probable que genere inconvenientes. En cuanto al ahorro de las personas, el economista hizo la comparativa con la compra del dólar blue, aludiendo a la pérdida que le generó a las personas que decidieron ahorrar en la moneda extranjera durante este período, en el que su valor alcanzó los1300 pesos. “Es una devaluación, es decir, quien compró a 1.000 pesos perdió 300, quien compró por 1.000.000 de pesos, es decir, quien compró 1.000 dólares perdió 300.000 pesos en este período”, explicó.
Por otro lado, Briggiler afirmó que Argentina se está volviendo un país caro a nivel mundial en relación con otros países. En un principio, el economista explicó a qué se refiere cuando habla del costo argentino, argumentando que no tiene que ver con el salario (el cual se encuentra muy por debajo de países como Chile o Uruguay), sino más bien en la parte impositiva. “Si tenemos en cuenta el IVA de Argentina, es de un 21% la mayoría de sus productos. Si lo comparamos con Estados Unidos es solo un 7%, por lo tanto, estamos muy lejos de esos valores; Brasil lo tiene al 17 o 18 dependiendo del producto, es decir, somos impositivamente más caros que otros países”, explicó. Y agregó: “más allá del IVA, si contamos los impuestos que aparecen a nivel provincial o a nivel local y que ahora se buscan aumentar debido a las transferencias que ya no llegan al país, nos encontramos con que nuestro costo se encuentra fuertemente marcado en lo que es impositivo”.
Por último, Briggiler ejemplificó con otro aspecto que hace al encarecimiento en la cadena de producción y distribución y que impacta directo en la economía; el transporte. “Tenemos ferrocarriles que en el pasado eran muy importantes, hoy no; tenemos que desarrollar todo el sistema de barcos, imagínense la cantidad de camiones que pueden entrar adentro de un barco. Por lo tanto, nuestro costo de trasladar toda nuestra producción a través de las vías terrestres, sin contar los problemas de accidentología que hay por tener congestionadas nuestras rutas con la cantidad de camiones, y el costo que se llega es parte del costo argentino”, desarrolló. Y concluyó: “es muy importante que el Gobierno se ponga a mirar ahora cómo se está encareciendo Argentina en relación al mundo, ya que deseamos comerciar y vender nuestros productos al mundo, y algunas de nuestras industrias empiezan a tener inconvenientes desde el punto de vista de que, empieza a convenir más importar que producir en Argentina”.