Agro

El negocio ganadero puede tener un cambio positivo

En el actual contexto socioeconómico y político, "la actividad del negocio ganadero debe abordarse con un enfoque integral que entienda más los momentos productivos que los precios".
Esa fue una de las conclusiones sobre la actualidad del mercado ganadero en la Argentina a las que llegó Diego Ponti, responsable del Área Ganadera de la consultora AZ Group, durante la 80ª Expo Angus de Otoño Indoor, edición internacional, en el pabellón Azul de la Rural de Palermo, que finalizó ayer.
En este sentido, destacó dos variables alrededor del negocio ganadero, "unas manejables y otras inmanejables, entre estas últimas los impuestos y el clima, que impactan en momentos distintos del ciclo productivo y cuyos efectos pueden morigerarse con una adecuada planificación".
"Tras los devastadores efectos de la sequía, que dominó la actividad agropecuaria en las últimas tres campañas, la expectativa para la actual y la de los próximos años es buena. No sólo por las mejores condiciones climáticas que preanuncia la proximidad del efecto de 'El Niño', con mayores precipitaciones que favorecerán el modelo ganadero pastoril, sino también por el eventual cambio de Gobierno que podría darse en el país, tras las próximas elecciones generales. Son estos los fundamentos que hacen pensar que hay un cambio positivo hacia adelante", señaló.
Respecto de las variables económicas que inciden en el negocio ganadero, resaltó como positiva la probabilidad de que con el cambio político se dé una unificación del tipo de cambio, "situación que, de todas maneras, implica un riesgo".
"Especialmente porque los insumos que copian el valor del dólar subirán de precio e incidirán en la ecuación económica de las empresas. Si bien un sinceramiento del tipo de cambio y la eliminación de las restricciones que afectan a las exportaciones de carne vacuna pueden agilizar la demanda de ganado para el mercado externo, el mercado internacional no está en su mejor momento", remarcó.
En este sentido, dijo que aún se está haciendo control de daños derivados de la pospandemia, donde China y otros países compradores están recomponiendo su demanda muy lentamente y que los actuales precios internacionales de la carne vacuna son entre un 25 y un 30% menores que los de 2022.
Asimismo, advirtió las limitaciones que presenta el mercado interno, el principal cliente de la actividad ganadera vacuna de carne, como consecuencia del menor poder adquisitivo del salario en la Argentina, que cayó 29% en el último año y cuya "recuperación será difícil que se registre entre 2023 y 2025, lo que se traduce en una demanda baja de cortes vacunos".
Precios
Recordó que los valores de la hacienda para faena subieron la mitad que el Índice de Precios a Consumidor (IPC), que mide la inflación minorista, y que "los menores valores de los terneros, en los últimos meses, como consecuencia de la sequía, beneficiaron a la ecuación económica de los feedlots".
Finalmente, dijo que las decisiones deben alinearse a los propósitos y objetivos de cada empresa ganadera, y deben ser fruto de un trabajo en equipo que evite parálisis derivadas de la incertidumbre reinante. "No debemos convertir el corto plazo en un largo plazo que llega apurado", concluyó Ponti, en referencia a que las decisiones empresarias de los ganaderos deben tomarse con la antelación necesaria, fruto de una planificación adecuada.

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